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Cajón de Sastre: Un espacio para la artesanía y la segunda vida de los libros en A Coruña

La tienda de Miriam Otero es un escaparate para los artesanos gallegos. Bisutería, cerámica o cuadros son algunas de las propuestas comercializadas en el local de esta coruñesa capaz de crear preciosas imágenes doblando una por una las páginas de un libro
Miriam Otero en el interior de su tienda, Cajón de Sastre, con los libros que ella misma customiza.
López
Miriam Otero en el interior de su tienda, Cajón de Sastre, con los libros que ella misma customiza.
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Cajón de Sastre es un local único en el que el arte y el buen hacer de los artesanos gallegos está presente en cada rincón. Bisutería, cerámica, libros, cuadros, complementos... Todo es posible en este espacio que aglutina el trabajo de 28 artesanos y en el que se pueden encontrar piezas únicas.

Este establecimiento ubicado en la calle Voluntariado de A Coruña abrió el 23 de noviembre de 2019 y ni siquiera la pandemia ha logrado que su impulsora, Miriam Otero, tirase la toalla. Pensado en un principio como un lugar en el que los artesanos pudiesen alquilar un espacio para comercializar sus productos, el sistema cambió tras la irrupción del coronavirus.

Cajón de Sastre

La coruñesa siempre tuvo en mente abrir un pequeño negocio en el que los productos elaborados a mano fuesen los protagonistas. Amante de las manualidades, se decantó por una tienda de artesanía. "Quería apostar por un modelo similar ao que hai en Alemaña, no que cada persoa paga un aluguer por un estante no que poñer os seus produtos. Ese foi o concepto ao principio, antes da pandemia, e funcionou", explica Otero.

El estallido de la pandemia, sin embargo, truncó los plantes de la responsable de Cajón de Sastre y la obligó a cambiar de modelo de venta. El cierre del local fue un golpe duro para un negocio que no cuenta con venta online más allá de los encargos que recibe su propietaria a través de redes sociales como Facebook o Instagram.

La tienda tiene numerosos productos elaborados en Galicia. Otero, que forma parte de la asociación A Transversal, busca artesanos que crean piezas diferentes para ofrecer una gama variada. Así, los clientes pueden elegir desde bisutería hasta bolsos, cuadros o cerámica en este pequeño espacio. ¿Los más vendidos? Es difícil de determinar, ya que los clientes que entran en Cajón de Sastre tienen preferencias muy diversas. Los artesanos, además, personalizan sus obras al gusto del consumidor, como las bolsas de tela que crea una joven de Cambre, que puede plasmar el diseño elegido en un neceser o cualquier otra pieza.

El trabajo de Miriam Otero

Miriam Otero no solo comercializa las propuestas de otros artesanos, sino que ella misma crea sus propios productos. Unos de los más llamativos son los cuadros en 3D con luz que elabora recortando con un cúter pequeño trozos de cartulina y superponiéndolos en una imagen que puede representar cualquier paisaje o propuesta. El macramé es otro de los puntos fuertes de esta coruñesa, que aprendió de forma autodidacta a crear sus propios tejidos con nudos decorativos.

Los libros customizados y decorativos, sin embargo, son uno de los mayores atractivos de este pequeño local. Otero, que hace unos meses instaló una balda para el intercambio de obras en la pared exterior de su local, aprovecha aquellos volúmenes a los que les faltan hojas, que carecen de tapa o que tiene repetidos para crear auténticas obras de arte desde 2015.

La segunda vida de los libros se refleja en cada una de las imágenes que crea la responsable de Cajón de Sastre doblando una por una sus páginas. "Fago unha plantilla", indica Otero sobre el secreto de saber dónde recortar y doblar cada hoja. Los clientes pueden encargarle el dibujo o las palabras que quieran reflejar y ella siempre les da un diseño inicial para adaptarlo y lograr que el resultado sea exactamente lo que busca cada persona.

Amy Winehouse, la palabra "Riquiña", la expresión "Malo será" o un libro reconvertido en reloj son algunos de los ejemplares que Otero tiene como muestra en su tienda. La responsable del local, además, hace retratos siguiendo este método. "Pídolles tres fotos de cara, sen moitas sombras, e de calidade. Fago unha silueta e eles deciden cal queren, porque non é o mesmo ver unha foto en color que en branco e negro", explica la artesana.

"Non todas as cousas poden ir en cada libro, vai por páxinas. Un libro con catro letras entra en 350 páxinas, pero a palabra Riquiña non se pode poñer nun libro de 400 páxinas porque non se vai ler", explica la responsable de Cajón de Sastre. Y es que cada letra necesita más o menos espacio según el tamaño con el que quiera representarse: de las seis de una "i" hasta las 50 páginas que necesitan algunas consonantes para tomar forma. Los libros además, pueden ser en 3D o planos, convirtiéndose en un regalo único hecho a mano por una coruñesa que ha apostado fuerte por el trabajo artesanal propio y de los demás.

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