000 concept, la nueva línea de Anamingo que transforma colchas vintage en prendas exclusivas

Ana María Vázquez y Fran Basteiro se conocieron estudiando diseño de moda, su conexión fue tal que desde entonces no se han separado. Juntos emprendieron su proyecto Anamingo, una marca de moda sostenible que apuesta por la fusión entre las técnicas contemporáneas y la artesanía.

Tras abrirse un hueco en el mundo de la moda y como respuesta a su reinvención nace 000 Concept, una línea que aboga por la sostenibilidad y el upcycling ofreciendo prendas únicas cargadas de nostalgia. ¿Su material? Colchas y mantelería vintage compradas en plataformas de segunda mano.

Vuestra aventura en el mundo de la moda empezó hace tres años emprendiendo con una propuesta de ensueño, bajo un prisma romántico, llamada Anamingo. ¿Cómo surge la idea de crear 000?

000 es un concepto innovador integrado en la marca que nace con los mismos valores que Anamingo, pero con un objetivo claro y diferenciador. Uno de nuestros principios fundamentales es la sostenibilidad, y esta línea nace llevando esa premisa a la máxima potencia. En 000 nos encontramos con pequeños lanzamientos de prendas únicas, de las cuales sólo existe una unidad producida, lo que las hace irrepetibles. Son realizadas a partir de colchas y mantelería de segunda mano con arraigo e historia.

Al ser piezas exclusivas, cada prenda sale con su numeración correspondiente. Por ello, en el primer lanzamiento de 000 diseñamos cuatro bombers producidas a partir de colchas vintage nombradas 001, 002, 003 y 004. De cada colcha sale una prenda, lo que hace que para nosotros sean como piezas de coleccionista. Al final pensamos que no existe nada más sostenible que utilizar recursos existentes, ni nada más valioso que crear una pieza única.

El rasgo más distintivo de 000 concept es el upcycling de colchas compradas en plataformas de segunda mano. ¿Qué criterio usáis para seleccionarlas sin perder vuestra estética?

Dentro de nuestro universo creativo el enfoque principal se centra en romantizar historias. Algo que nos transporta siempre a un imaginario que se acaba plasmando en la paleta cromática, en los tejidos y en los volúmenes de las prendas.

Este tipo de colchas vintage, nos ofrecen tejidos de una calidad muy alta, normalmente 100% seda. La calidad del tejido y la identidad estética de la marca son nuestros filtros principales en la búsqueda. Nuestras prendas son la fusión entre una producción tradicionalmente artesanal, en talleres de Galicia, junto con metodologías y técnicas contemporáneas que ya son insignia de la marca.

En la actualidad la prenda estrella de vuestra nueva línea es la bomber. ¿Está en vuestros planes de futuro seguir con la estrategia de producto único o ampliaréis vuestra oferta de prendas?

La verdad estamos muy agradecidos por la gran acogida que ha tenido el primer lanzamiento 001-004 que recoge las cuatro bombers. Pero ya estamos trabajando en el siguiente lanzamiento 005-00… que saldrá al mercado con la misma esencia, pero con otro tipo de prenda.

Como comentábamos al principio, Anamingo se nutre del romanticismo y el mundo naif. ¿Estás referencias también forman parte de la inspiración de 000 o se inspira en otro universo creativo?

000 nace bajo el paraguas de Anamingo y aunque su estrategia parte de unas premisas muy claras y diferenciadas, la filosofía, los valores y la identidad de marca son comunes. El universo creativo es el mismo en ambas líneas y eso se transmite en el resultado de cada una de nuestras prendas.

El manifiesto de Anamingo aboga por la sostenibilidad, la ética y el genderless. ¿Los conserváis en vuestra nueva línea?

Además de nuestro universo creativo, queremos aportar algo más a la industria textil. Es por ello que los valores sólidos de la marca son la sostenibilidad, la diversidad, la ética laboral y la innovación. Sin perder esta perspectiva en todo lo que hacemos, hemos ido creciendo y consolidando la marca. Todas nuestras prendas son sin género, creemos que desde la moda tenemos un papel comunicador en este aspecto. En nuestro caso, el proceso es muy natural porque cuando diseñamos lo hacemos como quien crea un espacio o un objeto, sin una referencia de género detrás.

Como comentábamos, el tejido que utilizamos en cada lanzamiento de 000 proviene de colchas o mantelería vintage, tejidos existentes de una alta calidad con una historia detrás. Esta decisión sigue la estela de las colecciones de Anamingo, donde la sostenibilidad está muy presente, ya que la mayor parte del tejido utilizado en ellas proviene de la sobreproducción de la industria textil.

Nuestra visión hacia la sostenibilidad no se centra exclusivamente en los tipos de tejido. Apostamos por una producción km0 en Galicia, fomentamos un consumo más consciente, creamos prendas con una calidad y durabilidad que te acompañarán toda la vida. Y por supuesto, también colaboramos con artesanos que cuentan con valores sólidos y una apuesta real y efectiva en cada proyecto.

Cómo creativos de Anamingo y por ende de 000 concept, ¿qué las hace diferentes pese a estar creadas por Ana y Fran?

000 es algo más dentro de Anamingo, forma parte de la marca. Es por ello que ambas comparten identidad, imaginario y estética, pero 000 tiene una estrategia muy definida: aportar prendas exclusivas. Fundamentalmente la diferencia reside en el concepto y en la estrategia.

Por su parte, Anamingo aporta nuestra perspectiva al mercado y al mundo de la moda. Hacemos una colección anual a través de nuestro imaginario creativo y de unos valores sólidos en cada colección. Hemos consolidado la identidad de la marca y nos ha llevado a colaborar con otros talentos emergentes, a estar en circuitos de moda como Madrid Fashion Week y a construir una comunidad de clientes fieles a la marca.

Estamos muy agradecidos de todo lo vivido hasta la fecha. Pero queda mucho recorrido, contamos con un inconformismo continuo que nos lleva a la innovación constante. Nuestra misión es trabajar por ofrecer una calidad superior y unos procesos más sostenibles en cada una de las fases, con la convicción de que la moda responsable se hace realidad desde el concepto.