Deportivo 1 - Sestao 1: El Dépor firma el peor partido en casa de la temporada
Tocado y hundido. Así se mostró el Deportivo en el peor encuentro disputado hasta la fecha en Riazor. Un equipo sin fútbol y alma que se paseó por Riazor completando una actuación muy pobre. Aranzube adelantó a los vascos y Balenziaga igualó en la primera mitad. Sin embargo el equipo fue incapaz de buscar y encontrar el camino del gol.
El choque nació con dos equipos ordenados e igualados. Sólo Villares intentaba romper líneas a través de los desmarques y la presión alta. El centrocampista tuvo una buena llegada en un mano a mano que no pudo controlar bien para disparar. Sin embargo a partir de ahí los blanquiazules perdieron el control y el rumbo. Una pérdida en el centro del campo acabó con una contra perfecta que Aranzube finalizaba de manera magistral. El partido se ponía 0-1 y la afición empezaba a desesperarse.
El Dépor logró empatar en la única acción combinativa del choque. Salva Sevilla ponía un gran centro al segundo palo y Balenziaga empataba el partido con un remate forzado que se alojaba en la meta vasca.
El duelo se volvió a igualar y con ese empate se llegaba al descanso. Todos esperaban a un Dépor volcado en la segunda parte, algo que no se dio en ningún momento. Yeremay, muy mermado físicamente, no lograba generar peligro. Idiakez, bastante contrariado en la banda, buscó soluciones en el banquillo. Mella y Hugo Rama ingresaron en el terreno de juego. El joven canterano lo intentó aunque no tuvo suerte. Tampoco había rematador ya que Ochoa volvió a quedarse todo el partido en el banquillo.
A pesar del desgaste copero, el Sestao tenía la sensación de poder hacer daño al Dépor. Los vascos lo intentaron con varias contras peligrosas. La más clara fue una de Cabo que finalizó con un potente disparo que sacaba Germán.
El tramo final ofreció a un Dépor desesperado y a un Idiakez que buscaba soluciones. Cayarga y Valcarce entraron en el campo pero no aportaron nada y el equipo fue incapaz de encerrar a su rival.
Así se llegaba al final de un partido en el que la afición despidió con pitos a un Dépor que sigue rindiendo a un nivel muy bajo. Los herculinos cerrarán el año la semana que viene en su visita al Arenteiro.
