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El robo que conmocionó A Coruña: Un ladrón, dos obras de Rubens y un museo en crisis

La historia del robo en A Coruña de las dos tablas que Pedro Pablo Rubens regaló al rey Felipe IV

El martes 22 de agosto de 1911, el personal del Museo del Louvre descubría que la Monna Lisa había desaparecido. El lunes no habían abierto y las obras solían moverse para ser fotografiadas, por lo que, en un primer momento, aquel hueco vacío no les había llamado la atención. Al día siguiente, la noticia de que el cuadro había sido robado ocupó las portadas de todos los diarios del planeta. El escándalo hizo que la Gioconda adquiriera de golpe una popularidad universal y comenzó a aparecer en noticieros cinematográficos, cajas de chocolate, postales, vallas y hasta dio lugar a películas sobre el robo. En 1913 ya se había perdido toda esperanza de encontrar el cuadro, sin embargo, a finales de noviembre, un antiguo trabajador del Louvre, el italiano Vincenzo Peruggia, fue detenido y confesó: él la había robado. Tan solo quería devolver el cuadro a Italia, su verdadero hogar, pues creía que formaba parte de las obras que Napoleón se había llevado a Francia. Antes de volver al Louvre, la obra se expuso en Florencia, Roma y Milán, hasta que el 4 de enero de 1914 regresó a París, convertida en uno de los mayores iconos populares de todos los tiempos. En Galicia también tuvimos un robo de película, que involucró a varios países, la Interpol, embajadas, consulados, juicios, el FBI… y todo debido a dos pequeñas tablas de Rubens que alguien robó de un desprotegido y pequeño museo de A Coruña.

La Gioconda expuesta en el Louvre. https://www.louvre.fr 

En 1636, el rey español Felipe IV, encarga a Pedro Pablo Rubens una serie de obras sobre temas mitológicos. Antes de realizar los cuadros definitivos, Rubens pintaba bocetos en óleo sobre tabla, que enviaba a sus clientes y, con su aprobación, eran utilizados para realizar la obra definitiva en sus talleres.

Felipe IV pintado por Velázquez. https://es.wikipedia.org

Se cree que hizo unos 63 de estos esbozos a lo largo de toda su carrera, entre ellos dos que envió al rey español en 1638 para servir de decoración en la Torre de la Parada, el palacete de caza que estaba construyendo en las afueras de Madrid, en el Monte del Pardo. Se trataba de las obras “Psique” y “Dédalo y el Minotauro”.

Se desconoce qué ocurrió con las pinturas definitivas, pero los bocetos, con el tiempo, fueron cambiando de manos hasta llegar a Elvira de Arévalo y Gener, una coruñesa que residía en Madrid. Tras su fallecimiento, Elvira había dejado escrito en su testamento que las tablas fueran donadas al futuro museo de arte de A Coruña pero, como todavía no estaba constituido, se guardaron en la biblioteca del Consulado.

Retrato de Pedro Pablo Rubens. https://es.wikipedia.org

La creación oficial del museo, sin un emplazamiento fijo en aquellos años, fue en 1922, y gracias a la acción de destacadas figuras de la ciudad, se fue formando su colección con la adquisición de los primeros cuadros y esculturas. Finalmente, en 1938, se cede parte del edificio de la Casa Real del Consulado para albergar la colección del Museo de Belas Artes, que abriría sus puertas al público por primera vez en 1947.

Casa do Consulado. https://es.wikipedia.org

A principios de la década de 1980, el museo no pasaba por su mejor momento. Su presupuesto era reducido, carecía del personal necesario, no contaba con un director, ya que estaba vinculado a la Academia de Bellas Artes Nuestra Señora del Rosario que en ese momento estaba sin presidente al haber fallecido, sus medidas de seguridad eran escasas…

Por eso, el 16 de septiembre de 1985, un ladrón nacido en A Coruña, pero residente en Estocolmo, decidió que iba a robar las dos tablas de Rubens, conocedor de su incalculable valor y de que, gracias a su pequeño tamaño, eran fáciles de ocultar y transportar. La mañana de ese día, desenganchó las tablas con unos alicates y se marchó con ellas sin que nadie se percatase de lo ocurrido hasta el día siguiente, cuando dos limpiadoras alertaron de que algo horrible había ocurrido en el museo. En una de las salas habían desaparecido dos cuadros: “Psique” y “Dédalo y el Minotauro”.

Psique. https://museobelasartescoruna.xunta.gal 

La noticia del robo no se dio a conocer públicamente hasta casi un mes después, para facilitar las investigaciones de la policía que, tan solo tres meses más tarde, localizaba una de las tablas, “Dédalo y el Minotauro”, gracias a la colaboración de la Interpol, que había notificado el robo en todo el mercado internacional.

Dédalo y el Minotauro. https://museobelasartescoruna.xunta.gal 

En enero de 1986, una conservadora del Museo Nacional de Estocolmo iba a tasar una pequeña pieza que le habían llevado, pero esta experta en pintura la identificó: era uno de los Rubens coruñeses robados, lo que llevó a la Interpol a recuperar el cuadro en Nueva York. En 1987, la justicia sueca condenó a dos años de prisión a su poseedor y ordenó la devolución del cuadro a España, pero un recurso de la defensa logró la absolución y que el cuadro se mantuviese en poder del delincuente.

Este recurso determinaba que el cuadro recuperado y el reclamado por el museo coruñés no era el mismo, ya que había una diferencia menor de un centímetro entre las medidas de la descripción aportada y las del cuadro real, lo que, sumado a varios fallos en la traducción del informe pericial del Museo del Prado, sirvió para anular la sentencia y que el acusado fuese puesto en libertad sin cargos.

Afortunadamente, un recurso presentado por el fiscal general del estado sueco desembocó en septiembre de 1988 en una sentencia definitiva del tribunal supremo que confirmaba la prisión para el delincuente y la devolución de la obra. El 10 de octubre de ese mismo año, el director del Museo Nacional de Estocolmo, entregaba “Dédalo y el Minotauro” a su homólogo del Museo de Bellas Artes de A Coruña.

Museo Nacional de Estocolmo. https://es.wikipedia.org

Pero todavía faltaba la otra de las tablas, “Psique”, que tardó casi seis años en recuperarse, el 7 de mayo de 1991, en Miami, tras una ardua investigación. Durante la misma, una mujer y tres hombres pretendían vender esta obra por tres millones y medio de dólares, pero el comprador con el que iban a cerrar la venta era realmente un agente de policía de Florida, que hizo que cayeran en la trampa.

“Psique” fue devuelta en 1992 a España, volviendo a A Coruña poco después.

El robo de estas dos obras, conmocionó a la ciudad y al país, dejando en evidencia la falta de seguridad de este museo y provocando grandes cambios en la institución, que pasó a ser de titularidad estatal y trasladada, en 1995, a un nuevo edificio que sería galardonado con el Premio Nacional de Arquitectura.

Edificio actual del Museo de Belas Artes de A Coruña. https://es.wikipedia.org

Por cierto, respecto al robo de la Monna Lisa, podríamos caer en la tentación de suponer que causó tal sensación porque era la pintura más famosa del mundo, tal y como es considerada hoy en día, pero no fue así, entonces no lo era. Lo que realmente la catapultó a la fama fue el mismo robo, que la transformó en una celebridad, convirtiéndose en el primer delito contra la propiedad en recibir la atención de los medios de todo el mundo.

Simplemente, no había llegado su momento.

Iván Fernández Amil. Historias de la Historia.

Referencias:

  • es.wikipedia.org
  • lavozdegalicia.es
  • elpais.com
  • museobelasartescoruna.xunta.gal
  • laopinioncoruna.es
  • cnpjefb.blogspot.com
  • dbe.rah.es
  • mcnbiografias.com
  • cultura.gal
Iván Fernández Amil
Iván Fernández Amil
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Ingeniero Industrial que trabaja como Jefe de Compras, escritor, storyteller y conferenciante. Iván además colabora en varios diarios, en radio y distintos podcasts, y utiliza su habilidad como Storyteller para ayudar a las empresas a vender más empleando el poder de las historias. Es seguido por decenas de miles de personas en la red profesional LinkedIn, donde fue galardonado como Top Inspira y es considerado un referente en habla hispana. En los diarios Quincemil y Treintayseis publica todos los domingos artículos dedicados a divulgar, recordar y reivindicar a las empresas, lugares y personajes que han cambiado Galicia y el mundo.
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