La Teresiña: Una tienda coruñesa de muebles únicos en la que sentirse en casa de la abuela

Desde hace dos años y medio La Teresiña ha instaurado un nuevo concepto en A Coruña en cuanto al mundo de los muebles, ya que este negocio vende piezas únicas vintage y permite alquilar mobiliario que posteriormente se pone a la venta una vez finalice su uso. Todo ello enmarcado dentro de un entorno cálido y acogedor, como la casa de una abuela de la que nunca te quieres marchar, tal y como cuenta la responsable, Alba Díaz, que con el nombre de su proyecto ha querido honrar a su abuela "que espera que dure muchos años más".

Esta aventura de Díaz, que también está al frente de Frida Kiwi como organizadora de bodas "poco convencionales", comenzó hace apenas dos meses en una nueva localización (Marqués de Pontejos, 10), donde se ha convertido en una tienda, aunque recientemente esté viviendo un parón inesperado debido a las severas restricciones impuestas por el avance del coronavirus. El negocio empezó en un bajo donde la coruñesa almacenaba las piezas que se utilizaban para eventos y luego se vendían y con el avance del tiempo y el cambio constante de mobiliario, comenta que surgió la necesidad de crear "una tienda al uso".

Antes de Marqués de Pontejos, La Teresiña estuvo en el barrio coruñés de la Falperra, en un pequeño local donde atendieron a los clientes con cita previa durante los meses más duros de la pandemia. Era un espacio multitarea y allí se realizaron talleres, catas o presentaciones de libros, un concepto que se ha trasladado a la tienda actual. "La esencia del espacio que perseguía era la de casa de mi abuela, es decir, que todo el mundo que pasase por allí no se quisiese ir nunca", afirma Díaz, a lo que añade que parece que ha funcionado la idea porque muchas personas les visitan semanalmente para ver las novedades de los productos y "porque están a gusto", reconoce.

Venta y alquiler de muebles

En La Teresiña trabajan tanto con particulares que llegan con una idea concreta de lo que necesitan para su evento y que alquilan las piezas, como para empresas que necesitan los muebles para realizar shootings o incluso para rodajes de series de televisión. "Trabajamos con muebles que no se pueden encontrar en ningún otro sitio", cuenta Díaz, sobre lo que matiza que tienen proveedores por toda Europa e incluso muchas veces ella misma realiza el diseño de un mueble en cuestión para que un carpintero lo ejecute.

"Disponemos de piezas vintage que encajan perfectamente con una línea moderna y lo que nos gusta que tenemos diferentes perfiles de clientes. Algunos vienen a por su pieza exclusiva para su casa blanca y otros rápidamente hacen una composición con varios elementos que encuentran en nuestra tienda y se llevan un salón completo", dice. El concepto de la tienda, según cuenta su responsable, surgió también debido a que vieron "una carencia importante en cuanto a mobiliario en A Coruña ya que casi no había tiendas donde comprar productos únicos".

"En la ciudad hay mucha gente con un gusto muy trabajado y una estética que le da valor a lo que hacemos. El otro día vendimos un mostrador de los años 40 y el cliente estaba emocionado porque nadie más iba a tener elemento", destaca Díaz, que aclara que el negocio dispone de buena relación calidad-precio con piezas como esta de hace más de 80 años que se vendió por aproximadamente 680 euros.

"Quiero que todas las piezas se vayan a una buena casa"

Díaz es una apasionada de su trabajo, tanto de organizadora de bodas como en la tienda, pero reconoce que "debe trabajar el desapego" porque "sufre" cada vez que se vende un mueble. "Cada vez que se vende algo único me da pena porque todas las piezas tienen historia y vienen cada una de un país con su trayectoria vital. Tiene que afectarme menos pero aún me cuesta, dado que deseo que todas las piezas se vayan a una buena casa", aclara.

Entre la oferta disponible en La Teresiña, su dueña lo tiene claro y elige como su pieza favorita un expositor de anillos que mezcla sus dos pasiones: las bodas y el mobiliario vintage y único. "Es un expositor de los años 50 en el que se exponían los anillos de pedida, va girando y tiene luz, es increíble", apunta. En la tienda no solo se limitan a vender o alquilar muebles, sino que llevan a cabo exitosos talleres (suelen agotarse las plazas rápidamente) de escritura creativa, bordado o macramé, que actualmente han sido aplazados pero que Díaz espera que puedan volver "muy pronto".

"Cuando más vendemos es de 18:00 a 21:00 horas, por lo que no tiene mucho sentido abrir ahora mismo. Aún así confiamos en que la tienda va a ir bien y hemos notado buena aceptación, estamos tranquilos", concluye con optimismo.