La costa gallega es "especialmente sensible" a los tsunamis por sus rías y entrantes
La costa de Galicia, con sus numerosos entrantes, es un entorno "especialmente sensible" a los maremotos o tsunamis, sobre todo cuando existe un estrechamiento en la boca de las rías. Así lo indica el presidente de la Sección de Geología y Química de la Real Academia Gallega de Ciencias, Juan Ramón Vidal Romaní, que explica que la profundidad de penetración del agua en el interior gallego podría aumentar los efectos de un pequeño maremoto.
"La mayor parte de la población de Galicia está próxima, o incluso situada en la misma costa. El riesgo de maremotos o tsunamis en la costa gallega debería de ser tomado mas en serio por el Gobierno estableciendo unas adecuadas alertas a la población, que ahora no existen", considera el catedrático emérito de la Universidade da Coruña (UDC). Vidal Romaní cree que es necesario establecer un protocolo que incluya los métodos de aviso, las señalizaciones, las rutas de huida, y recomendaciones para la población que vive en zonas con mayor densidad de población.
¿Qué podría producir un maremoto en Galicia?
La plataforma continental se encuentra en la costa gallega, debajo del mar, concretamente entre 100 y 120 metros de profundidad. Tanto por el norte, donde el mar Cantábrico baña Galicia, como por el oeste, donde lo hace el océano Atlántico, la plataforma continental está limitada por dos grandes fallas activas que se mueven desde hace millones de años. El desplazamiento de estas placas produce numerosos terremotos tanto en el continente como debajo del mar, y algunos de ellos pueden llevar asociado un fenómeno además del conocido temblor de la tierra: el maremoto.
Los también conocidos como tsunami, palabra que procede de dos términos japoneses que significan "puerto o bahía" y "ola", son desplazamientos de grandes masas de agua que pueden introducirse varios kilómetros en el interior de los continentes. En el caso de Galicia, el fenómeno podría verse intensificado por la presencia de las rías.
"Causan una subida del nivel del mar repentina, de algunos metros, que puede producir grandes daños en el interior de las rías densamente pobladas y edificadas", explica Vidal Romaní. Este riesgo es considerable y podría generar no solo grandes daños económicos sino la pérdida de vidas humanas, sobre todo en épocas en las que a la población habitual de la costa gallega hay que sumarle la presencia de los turistas.
Una "subida repentina" del nivel del mar también podría ser peligrosa debido a la fuerza del agua, capaz de producir movimientos o caídas de grandes bloques rocosos. "La presión intersticial del agua puede mover grandes bloques de miles de kilogramos de peso", explica el catedrático de la UDC, que considera que alguna de estas estructuras desplazadas en las costas pueden haber sido producidos por antiguos maremotos de los que "no existe mas registro que el geológico".
Sumado a los maremotos generados como consecuencia de un terremoto están los grandes temporales, que pueden causar olas que se comporten "de una forma muy similar" a los tsunamis, "sobre todo en las zonas de rías con bocas estrechas", según Vidal Romaní. La población desonoce como actuar en caso de que ocurra algo así, y el catedrático de la UDC considera que el mismo protocolo que el establecido para maremotos debería valer para prevenir a los ciudadanos en este caso. "Normalmente solo se avisa para que no se acerquen a las zonas de acantilado pero no se las previene de los riesgos en el interior de la costa de rías", lamenta Juan Ramón Vidal Romaní.
