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Endoterapia a las palmeras de los Jardines de Méndez Núñez de A Coruña contra el picudo rojo

Se trata de una serie de tratamientos fitosanitarios y ayer mismo se ha talado un gran ejemplar en la plaza Mestre Mateo
Palmeras en Méndez Núñez.
Quincemil
Palmeras en Méndez Núñez.
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A Coruña es una ciudad con un llamativo número de palmeras, algo poco habitual en Galicia, pero en los últimos meses están siendo atacadas por el picudo rojo y varias ya han desaparecido al tener que ser taladas. Las más populares, las que dan a los Jardines de Méndez Núñez de A Coruña su aura especial, están siendo protegidas desde hace semanas de esta plaga mediante la endoterapia, según han confirmado fuentes municipales.

Se trata de una serie de tratamientos fitosanitarios para plantas como las palmeras consistente en la inyección de una sustancia nutricional directamente en el sistema vascular del vegetal. Este tratamiento, según han concretado las mismas fuentes, se aplica "de forma sistemática" en Méndez Núñez y las palmeras "se revisan y se tratan periódicamente".

La última perdida en este sentido ha sido la de un gran ejemplar este martes en la plaza Mestre Mateo, sumándose así a los otros muchos que han sido talados en las últimas semanas. El Ayuntamiento ha tenido que podar diversas palmeras canarias de la ciudad, una especie que se ve afectada por este insecto, un tipo de escarabajo que resulta altamente nocivo para estas plantas, ya que sus larvas se comen a la palmera desde dentro.

Cuando el picudo "se hace con la palmera" se quedan "mustias", y una vez extendida la infección "es muy difícil de tratar", explica Javier Cremades Ugarte, catedrático de Botánica de la Universidade da Coruña. A su vez, a mediados de noviembre también tuvo que talarse una gran palmera situada en el paseo de Riazor, y ese mismo día fueron talados al menos otros dos ejemplares en la avenida del Metrosidero y en la carretera Os Fortes, junto a la sede de Tranvías.

¿Por qué hay tantas palmeras en A Coruña? 

Foto: Quincemil

En A Coruña es posible encontrar palmeras en varias zonas del callejero, destaca el palmeral de los Jardines de Méndez Núñez, que se encuentra incluido en el catálogo de Árbores Senlleiras de Galicia en el que la Xunta recoge "exemplares concretos ou rodais de árbores que polas súas características son consideradas reliquias botánicas obxecto de respecto veciñal e con valor científico, cultural, didáctico, paisaxístico ou ornamental".

La razón de por qué hay tantos ejemplares de esta especie en Galicia se encuentra en las migraciones que tuvieron lugar en el siglo XIX. "Las palmeras llegaron de la mano de las personas que emigraron al continente americano y acabaron regresando", relata Javier Cremades Ugarte, catedrático de Botánica de la Universidade da Coruña.

En el artículo La emigración gallega a América (1880-1930) integración y retorno, el profesor de la Universidad de Vigo, José Ramón Campos, detalla que "la afluencia de gallegos hacia América será masiva a partir de la década de los ochenta del siglo XIX, cuando los nuevos medios de transporte y las cadenas migratorias constituidas anteriormente facilitan una fuerte atracción hacia esas tierras".

En ese sentido, señala que entre 1887 y 1895 la mayoría de migrantes gallegos fueron a Cuba, Argentina y Brasil y, a partir de 1912, Argentina se convertiría en el país que "recibió más de la mitad de la emigración gallega a América".

Posteriormente, "cuando estas personas volvían a Galicia traían consigo plantas típicas de los climas tropicales. También encontramos plataneras y aguacate", relata Cremades. De hecho, asegura que "pese al mal clima que tenemos, ha habido una tendencia a plantar cítricos".

En ese sentido, el catedrático de la UDC detalla que, contrariamente a lo que se pudiera pensar, las palmeras sobreviven bien en Galicia debido a las "temperaturas suaves" que se viven en el litoral.

Además, apunta que las palmeras disponen de una "morfología adaptada al viento" para sobrevivir en lugares donde hay huracanes: "Son elásticas, su tallo es flexible, se comban, pero no les pasa nada", explica, por lo que son capaces de adaptarse a la costa gallega y soportar los fuertes vientos del nordés.

Así, estas palmeras se encuentran repartidas tanto en las propiedades que adquirieron estas personas a su vuelta, como las que se pueden ver en las residencias de la Avenida de La Habana de A Coruña, pero también desperdigadas por otros puntos de la ciudad, siendo algunas de propiedad municipal.

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