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El arte del 'sticker bomb' en Santiago de Compostela

Cientos de adhesivos adornan las señales de tráfico o los muros, forman parte de la estética urbana y tienen su origen en los Estados Unidos. Analizamos las 5 temáticas más repetidas
Imagen: Ana Gayoso

Seguro que si les decimos que el sticker bombing plaga los muros y paredes de nuestras ciudades algunos de ustedes no sabrán a qué demonios nos estamos refiriendo. El sticker boom o sticker bombing no es ni más ni menos que el noble arte de llenar una superficie con pegatinas hasta hacerla casi invisible por saturación.

Si uno camina atento por las calles de cualquier lugar descubrirá que, como el amor, el sticker boom, está en todas partes.

Pero… ¿Se trata de una disciplina artística? ¿Cuáles son las pegatinas más vistas en Compostela? ¿Forman parte de la fisonomía del urbanismo de nuestra ciudad? Hoy en Quincemil paseamos por Santiago fijándonos en los adhesivos que habitan la ciudad.

Imagen: Ana Gayoso

Si bien hoy en día vemos como las imágenes se viralizan y llegan a nuestros ojos, fundamentalmente a base de compartirlas en redes, no podemos olvidar que sigue existiendo algo especial y nostálgico en eso de alcanzar la fama a base de adhesivo. Y no lo decimos nosotros, basta con echar un ojo a los portales de las casas en donde los cerrajeros o fontaneros se publicitan a base de pegamento, en las tuberías, bancos y otros elementos urbanos como las farolas en las que encontramos desde dibujos, palabras, firmas o publicidad del tipo que sea repitiéndose a lo ancho y largo del patrimonio urbanístico.

Esta tendencia se extendió en Estados Unidos a principios de los años 80 con especial apogeo entre las subculturas del Skate y el Punk que comenzaron a crear imágenes que se convertirían en iconos sociales y marcas.

Sin entrar en la normativa que imponga cada ayuntamiento sobre la fijación de adhesivos o carteles en la vía pública, nosotros nos hemos puesto en el papel de meros paseadores que observan y hemos hecho un repaso de las temáticas y pegatinas que más acogen nuestras piedras.

1. Presumiendo de ternera gallega y otros símbolos

Imagen: Ana Gayoso

La primera que nos ha llamado la atención ha sido este diseño de algo tan gallego que nadie podría asociar a otra comunidad. El símbolo de esta ternera gallega con esa frase tan nuestra “outra vaca no millo” aparece por diferentes fachadas dejando sello.

También hemos observado que en varias bajantes de edificios o en diferentes señales se encuentran pegatinas que recuerdan a mujeres vestidas con el traje tradicional gallego, imagen icónica.

2. Reivindicaciones, libertad y sentimientos populares 

Varias pegatinas con lemas reivindicando la libertad en las calles (recordemos que existe un debate sobre el exceso de cámaras de vigilancia) se pueden ver en señales de tráfico o en las bajantes de los edificios y esto es habitual tanto en la zona vieja como en la zona nueva picheleira. Por supuesto la exitosa campaña Contra la Violencia de Género bajo el lema Compostela en negro también sigue estando muy presente entre los stickers que capturamos con nuestra atención.

Imagen: Ana Gayoso

3. Amor, cuidado y respeto por los “bichiños”

Una pegatina que nos recuerda que debemos de cuidar a los animales o lo que es lo mismo “coida dos bichiños” y que con una tierna silueta de un gato rápido nos hace pensar que tiene mucho que ver con respetar a la fauna callejera que también tiene derecho a pasear por nuestra ciudad

4. Negocios destacados

Imagen: Ana Gayoso

Sin lugar a dudas, en el pódium de los negocios que se publicitan, los estudios de tatuaje se llevan la palma. Si levantan un poco la vista estamos seguros de que al menos verán 2 o 3 pegatinas de esta temática en cualquier pared bien decorada que se precie, palabra.

5. Uso de la retranca gallega

Imagen: Ana Gayoso

Las hay que apuestan por llamar la atención con colores llamativos y con…todo. No hay más que fijarse en un anuncio en el cual lejos de lo que ustedes puedan llegar a pensar se trata de alguien que quiere vender un vehículo. Otros optan por palabras cuya sonoridad llama la atención como “BRUXISMO”, un adhesivo que se repite por todo el casco vello.

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