As Pontes enPezas o cómo unir a un pueblo a través del arte urbano

As Pontes es más que el Springfield gallego. Aunque quienes pasan por allí se quedan con la imagen de las chimeneas de la central térmica y el lago que en su día fue mina, su núcleo atesora algunas de las muestras de arte urbano más indentitarias de Galicia. En concreto, 40 murales de estilos diversos, pero sobre un mismo tema: As Pontes. Bajo el nombre de As Pontes enPezas, este proyecto ha logrado mucho más que recuperar y embellecer las paredes de una villa en depresión económica. Ha conseguido también unir a sus habitantes en torno la creación de un museo al aire libre que habla sobre ellos: su pasado, su presente y su futuro.

As Pontes enPezas es un proyecto socioartístico, explica su coordinador, Ismael Blanco: "El arte nos permite mejorar la percepción de ciertos espacios y de ciertas cosas que no tienen mucho valor social y de esta manera se lo damos". Blanco es también responsable de Deloga, una empresa de sociólogos que presta servicios de consultoría en Políticas Públicas, Desarrollo Territorial y Políticas Sociales.

Deloga es la empresa encargada de dirigir el proyecto promovido por el Concello de As Pontes en 2017. "Surge de la Concellería de Cultura con la intención de recuperar espacios urbanos que estaban un poco deteriorados, como podían ser fachadas de edificios o alguna parada de autobús, que eran emblemáticos del pueblo. Y recuperarlos a través de una intervención artística que permitiese convertirlos en un lienzo para crear un museo al aire libre", explica la concelleira de Organización Interna e Medios Locais, Lorena Tenreiro.

Fue la exconcelleira de Cultura y también artista, Sonia Sueiro, quien sugirió la idea hace ya cuatro años. "Yo al principio me iba más a lo artístico e Ismael me abrió la mente para involucrar más a la gente, para que fuera más participativo. Mezclando un poco de uno y un poco de otro, nació el proyecto como lo que es ahora", cuenta.

Aunque ya no ostenta ningún cargo político, se muestra feliz de que el proyecto se mantenga con vida y agradece el trabajo del actual concelleiro de Cultura, Vicente Roca, por continuar el legado de As Pontes enPezas. Tanto Sonia como Ismael aprovechan la ocasión para agradecer también la colaboración de Xosé Regueira, concejal de Promoción Económica y Turismo de Carballo: "Nos ayudó mucho a la hora de empezar con el proyecto. Antes de empezar nos habíamos fijado en Carballo. Pedimos una reunión con él y nos atendió estupendamente. Nos asesoró muy bien para comenzar con el proyecto".

Objetivo: mejorar las relaciones sociales

El objetivo de mejorar la estética y recuperar espacios se cumplió con creces. Basta con dar un paseo por As Pontes para apreciar auténticas obras de arte en todos los estilos y formatos. Pero se trata de un objetivo secundario, "una consecuencia", explica Ismael Blanco: "Para nosotros lo más innovador del proyecto era dar visibilidad a ciertos colectivos y grupos de personas locales que queríamos que se vieran refelajados. Aprovechar para mejorar la convivencia, la cohesión social y las relaciones sociales a través del arte".

Y, para orgullo de sus fundadores y todas las personas que están detrás de As Pontes enPezas, el objetivo principal también se cumplió. "Gracias a este proyecto se conoció mucha gente", celebra Ismael. El sociólogo otorga especial importancia a las intervenciones colectivas, en las que participan entre 10 y 20 personas: "De repente tienes una meta común: sacar un mural adelante. Cada mural es un proyecto en sí mismo".

Lorena Tenreiro pone como ejemplo el mural de Oda á muller, ubicado en la avenida de Galicia: "Son mujeres que a priori no tienen absolutamente nada que ver. Culturalmente y por edad (entre 12 y 80 años) están unas muy lejos de otras. Es una mezcla total de formas de ser. Pero las veías y era como si fueran una familia de toda la vida, que se conocían, se ayudaban, se contaban sus cosas... Para mí es uno de los murales que ha creado un vínculo más fuerte".

Sonia Sueiro vivió esa sensación en primera persona. Participó en la creación de unas alfombras florales para las fiestas del Carmen. "Estás haciendo algo artístico para el pueblo, con la gente del pueblo y con mucha gente que a lo mejor no hubieras hablado si no has estado en esa situación. Es una manera de conocer a tus propios vecinos e interactuar con ellos. Me parece que establece unos lazos sociales muy enriquecedores. Dan igual la edad y la ideología", cuenta. Debido a su pasado en política, sabe bien lo difícil que es que todo un pueblo se ponga de acuerdo en algo, pero reconoce que con enPezas "es muy raro que alguien diga algo negativo".

Incluso quienes no participan activamente en la creación de murales viven el proyecto con el mismo interés y pasión. Ismael, Lorena y Sonia coinciden al señalar el ambiente que se genera cuando se pinta una nueva obra. Poco importa si los autores con vecinos del pueblo o alguno de los reconocidos artistas que llegan para dejar su huella en forma de homenaje al municipio. Se ha convertido en todo un evento.

El fotógrafo Xurxo Guitián, uno de los artistas que participó en el proyecto, lo corrobora mediante su experiencia. Los dos murales que creó fueron en formato mosaico, con fotos de la población As Pontes. Además de destacar la alta participación, que superaba el millar de voluntarios para posar en las obras, subraya el "ambiente festivo".

El momento más emocionante para él se dio cuando preparaba el mural de Xaquín das Herbas, un personaje muy querido en el pueblo que, según la memoria colectiva, vivía al margen de la sociedad y se alimentaba a base de hierbas, raíces e insectos: "Cando viña a xente a facerse as fotografías, contaban as súas historias con Xaquín das Herbas".

Sobre Xaquín das Herbas hay también otro mural que fue creado de forma colectiva por Pili Carballeira, la profesora de pintura que enseñó a pintar a "medio pueblo", y sus alumnas. Cuenta que "la gente estaba muy contenta" cuando lo pintaron porque fueron los propios vecinos quienes lo pidieron. "Aunque un mural fuera individual, la gente se para a mirarlo, a hablar con los artistas... A mí eso me encanta. Yo deseaba que pararan a hablar". Sus alumnas se sienten orgullosas de su obra, comenta.

La identidad de As Pontes

Si algo define este proyecto y llena de orgullo tanto a los participantes como al resto de vecinos, es que lleva el ADN de As Pontes. Cada pieza es un eslabón más de la identidad del municipio, su población y su historia. "Siempre pedimos a los artistas que los murales sean espejo. La gente se tiene que ver reflejada en la obra", explica Ismael Blanco.

"Todos los murales, menos uno, tienen que ver con algo del pueblo. Te cuentan la historia de algún vecino, de alguna leyenda, de la radio del pueblo... Todos son proyectos particulares del pueblo. No son murales que puedan estar en otro lugar", resume Sonia Sueiro. Reconoce que gracias a las obras mucha gente ha conocido esas historias que solo pervivían en la memoria colectiva de la población.

El enfoque temático fue bien recibido por los artistas profesionales: "Para ellos también es un reto: que esa obra encaje en lo que no se ve, en la idiosincrasia del lugar". Los muros de As Pontes cuentan ahora con firmas de la talla del muralista Yoseba MP, el viñetista Luis Davila (el de As Pontes fue su primer mural), la internacionalmente reconocida Lula Goce y un largo etcétera de autores "principalmente gallegos", expone el coordinador del proyecto.

Ismael Blanco pone como ejemplo la experiencia con Yoseba, el creador de esas supermujeres rurales que hay en los muros de muchos municipios gallegos. Ya sea vendiendo grelos, recogiendo uvas o vigilando un faro, siempre son representadas como superheroínas. Cuando contactaron con él, el artista propuso tomar a cualquiera de las superabuelas que habitan Galicia (que no son pocas) como modelo.

Desde enPEZAS pusieron como requisito que la modelo fuera del pueblo. "Todo tiene que ser de As Pontes. No por un localismo mal entendido, sino porque es una oportunidad de que la comunidad se vea representada. Y el tamaño importa. La dimensión de los murales hace que a cosas que a veces parecen insignificantes se les de un valor mayor", explica.

El resultado es un enorme mural que, bajo el nombre de Lady Halcón, representa a una de las personas más queridas de As Pontes. Se trata de Carmen 'da depuradora', una mujer de más de 95 años que bien podría tener veinte menos por la energía que dicen que transmite. Casi todos los vecinos coinciden en señalar esta obra como una de las más emblemáticas. "Y es por ella", explica Lorena Tenreiro.

Otro de los murales que más calado ha tenido en la población representa a Toribio, un afamado bandolero que, pese a no ser natural de As Pontes, fue apresando en el municipio y se convirtió en una leyenda. Lorena Tenreiro destaca la importancia de la ubicación, en un conjunto de casas sindicales donde convertir una fachada en una obra de arte es todo un símbolo.

Gracias este proyecto se ha cumplido también un hito en lo que a historia se refiere. La única imagen que existe de García Rodríguez, el señor feudal que aún aparece en el topónimo de este municipio (As Pontes de García Rodríguez), es uno de los murales que forman parte de este puzle identitario. Como no se sabe cómo era realmente, utilizaron a un modelo local que, además, es historiador. "Podíamos coger la cara de cualquiera, pero tenía que ser alguien que sepa quién fue García Rodríguez. Para nosotros es importante quién sale representado", explica el coordinador de enPEZAS.

Antonio Franco, vecino de As Pontes y presidente de la Asociación de Amigos da Madeira, corrobora que el objetivo se ha cumplido y la población se siente identificada con los murales: "Toda unha serie de temas que eran moi recurrentes e moi referentes de aquí se plasmaron perfetamente en todas esas obras. Para min foron moi acertados os temas que escolleron para plasmar o que era e o que é o entono de As Pontes".

Pasado, presente y futuro de As Pontes

La Asociación de Amigos da Madeira participó también de forma activa en el proyecto. En concreto a través de un mural sobre la tornería, una de las artesanías más identitarias de As Pontes. Diego Cerereijo fue el artista encargado de materializar en una única pieza el pasado, presente y futuro de este oficio.

"As Pontes foi sempre terra de artesáns", explica Antonio Franco. Y de entre todos oficios que destacaron en este campo, la tornería ocupa un lugar especial. Dos de las figuras más relevantes de la tornería gallega eran naturales de As Pontes: Lolo Castro, quien mantuvo viva la tornería tradicional, y Fernando Vélez, que trabajó toda su vida en la innovación de este arte.

"Nos parecía moi significativo utilizar a figura de Lolo Castro, que foi premio de Artesanía de Galicia de 2019, e representa a traxectoria da tornaría tradicional. A outra figura que creíamos indispensable é a de Fernando Vélez, que foi o que iniciou os encontros de torneiros en Xermade, que representan a continuidade da tornaría artesanal", cuenta Antonio Franco.

Ambos personajes están representados en el mural para simbolizar el pasado, el presente y el futuro de la tornería y, en cierto modo, de As Pontes. Antonio Franco destaca también la relevancia de la ubicación de la obra, en el Muíño de Severiano, que perteneció al padre de Lolo Castro.

"Ese mural representa una actividade e unha profesión que non se perdeu e que se quere volver a recuperar e poñer en valor para que teña un futuro", resume Antonio Franco. Desde la Asociación de Amigos da Madeira trabajan para visibilizar y dar valor a la tornería a través de distintos eventos. Su objetivo es que algún pontés pueda vivir de ello como actividad económica. Algo importante para un pueblo que, como sucede en el resto de la comarca, mira con incertidumbre al futuro.

Arte como terapia

Lorena Tenreiro cuenta que este tipo de iniciativas que implican "salir del bucle donde estamos metidos es una bocanada de aire fresco". As Pontes enPEZAS ha conseguido que la población logre, aunque sea por momentos, dejar de pensar en la crisis industrial que define la realidad del municipio. Es como una especie de terapia.

Así lo corrobora Pili Carballeira, que explica que "cuando haces algo con las manos, la cabeza se despeja". Ella lo ha comprobado en sus propias carnes y en sus alumnas de pintura. Es de las que piensan que acercar el arte a todo el mundo ayuda no solo a generar sentimientos y reflexiones acerca de las obras, sino a ocupar la cabeza y su vida en algo positivo.

Otra de las pruebas del poder terapéutico del arte está precisamente en las paredes de As Pontes. Dos asociaciones que trabajan con personas con diversidad funcional participaron de forma activa en el proyecto: A Xanela (Asociación de Discapacitados Activos de As Pontes) y Aspanaes (Asociación de personas con trastorno del espectro autista).

Sonia Sueiro fue precisamente la encargada de materializar el mural de Aspanaes: O banco dos bicos, en formato photocall. Tanto ella como Ismael destacan la buena respuesta y el trabajo de los participantes, que fueron tanto niños del colegio como usuarios del centro residencial. Lo cierto es que ya habían participado en la primera edición del proyecto, pero en ese caso pintaron con tiza, por lo que la obra ya no está visible.

La idea inicial para O banco dos bicos era que los participantes hicieran dibujos que representaras qué es para ellos el amor, Sonia los utilizara para hacer el diseño del photocall y ellos mismos lo pintaran con su ayuda sobre un muro frente a los jardines del Campo da Feira. Pero la pandemia se interpuso, así que finalmente fue la impulsora de este proyecto quien se encargó de plasmar la obra. Los dibujos de los usuarios de Aspanaes están integrados en el diseño. Así que cada vez que alguien se para a mirarlo o sacarse una foto, está viendo un pedazo de cada una de las personas que participaron.

La directora de Aspanaes, Cristina Rodríguez, explica los beneficios de este tipo de actividades para las personas con con trastorno del espectro autistas: "Les aporta experiencias nuevas a nivel de relaciones sociales con personas diferentes a las de su entorno, de expresar emociones a través de la pintura o el dibujo, poner en práctica las habilidades sociales que trabajamos en el centro...".

El hecho de que el tema del mural fuese el amor, también les sirve como ejercicio para trabajar las emociones. "No es que no tengan emociones. Tienen dificultades para reconocerlas y expresarlas. A través del dibujo es una forma para que puedan expresar sus emociones", explica la directora del centro educativo.

Pero el beneficio más relevante de estos trabajos no repercute de forma directa en los participantes, sino en la sociedad. "Hace ver a la sociedad que también están capacitados para hacer todo tipo de actividades. A veces somos nosotros los que limitamos su participación", explica Cristina Rodríguez.

Hace hincapié en el lema elegido para la última edición del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, celebrado el 2 de abril: "Puedo aprender. Puedo trabajar". O banco dos bicos es el claro ejemplo de que las personas con trastornos del espectro autista, "con los apoyos adecuados, pueden participar en la vida comunitaria". La clave está de nuevo en cómo las ve la sociedad, en cambiar el foco: no centrarse en sus debilidades, sino sus fortalezas.

Repercusiones de As Pontes enPEZAS

La concienciación sobre ciertos temas, como el autismo, es solo una de las repercusiones que ha tenido y tiene As Pontes enPezas. Ismael Blanco explica que uno de los efectos que tiene el proyecto sobre los participantes es el empoderamiento: "La mayoría de la gente nunca pintó una pared y ve que, aunque sea poniendo una parte y siendo guiado por alguien, pone su grano de arena en una transformación que ya no es solo ambiental, es humana, es social". Destaca también la importancia de que estos nuevos artistas ponteses han tenido la primera oportunidad en su pueblo, algo que no suele pasar.

As Pontes enPEZAS ha calado en la población hasta tal punto que consideran los murales como un bien patrimonial, pese a que las obras no cuentan con esa figura de protección. "Hay una conciencia de que son obras que dan un valor patrimonial. Realmente no lo tienen, pero simbólicamente sí", cuenta el coordinador del proyecto. Lorena Tenreiro destaca el sentimiento de "orgullo" que se ha generado con este proyecto: "Fomenta mucho el sentimiento de orgullo de pertenecer a un lugar, que en estos momentos viene muy bien además".

Y no es para menos. Además de atraer visitantes que buscan disfrutar del arte urbano, algunas de las obras han alcanzado repercusión internacional. El de Toribio, en concreto, llegó a estar valorado entre los mejores murales del mundo en Street Art Cities. Una plataforma de arte urbano que selecciona 40 grafitis al mes alrededor de todo el planeta. Todo un orgullo.

Aunque el proceso es la parte más importante de As Pontes enPezas, el resultado es digno de ser admirado. Pasear por el casco urbano del municipio es como entrar en el Prado del arte urbano gallego. "Pieza a pieza hemos ido construyendo un museo a cielo abierto", resume Lorena Tenreiro. Ahora que conoces su historia, ¿te animas a visitarlo?