La lluvia no apaga la lucha: tres años de resistencia de Ucrania recordados en A Coruña

El Obelisco marca las 19:00 horas de la tarde, la lluvia no para de caer y un centenar de personas se resguardan bajo sus paraguas. Los que se olvidaron el suyo en casa buscan cobijo bajo el de sus compatriotas. Ya se conocen de otras veces. Es la protesta número 155 que realizan desde que Rusia decidió invadir su país natal.

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Tres años de dolor, resistencia y sacrificio, pero también tres años de lucha por la libertad y la soberanía, no solo para Ucrania, sino para toda Europa. Organizada por AGA-Ucrania, la manifestación de este lunes reunió a ucranianos residentes en la ciudad y a coruñeses solidarios con su lucha. El evento, marcó el tercer aniversario de la invasión rusa a Ucrania. 

El himno interpretado por una joven con voz angelical, marcó el inicio de una marcha que dio comienzo en el Obelisco de A Coruña y terminó en María Pita. El resto de manifestantes la siguieron, hasta que las lágrimas se perdieron entre la lluvia para dar paso a un grito de lucha y rabia. A lo largo del recorrido, se corearon consignas exigiendo el fin de la agresión rusa y un futuro de paz justa, no una rendición disfrazada de acuerdo. Con cada paso, los manifestantes reafirmaban su compromiso con Ucrania y con la lucha por la justicia internacional.

Los participantes portaban pancartas, banderas ucranianas y carteles de apoyo a las víctimas del conflicto. El acto también sirvió para rendir homenaje a las vidas perdidas desde el inicio de la invasión y para recordar a aquellos que, día tras día, siguen resistiendo el conflicto en su país. A través de la manifestación, los participantes expresaron la necesidad urgente de que la causa ucraniana no caiga en el olvido y que el respaldo internacional siga firme. Las voces de los manifestantes pidieron que el mundo no deje de escuchar su mensaje y que se mantenga el apoyo a Ucrania en su lucha por la paz.

La protesta, la número 155 de AGA-Ucrania, fue un recordatorio de que, aunque el tiempo pase, el dolor de la invasión rusa sigue vivo en cada uno de los manifestantes. Entre las consignas y los carteles, el llamado a una paz justa resonó con fuerza: una paz que no sea una rendición disfrazada de acuerdo, sino una paz verdadera, que respete la soberanía de Ucrania y el derecho de su pueblo a vivir libremente.