26 junio, 2022 02:04

Para entender la historia de Estrella Galicia, es de gran ayuda un corto texto que aparece en las botellas de esa marca, bajo el conocido logo, la estrella de seis puntas y el nombre del producto, que conserva esa tipografía tan reconocible: "La perfección obtenida en la elaboración de esta cerveza es el fruto de una experiencia transmitida a través de los años por cinco generaciones de la familia Rivera".

En otros tiempos yo visitaba un bar en el que cuando alguien pedía una ronda brindábamos recitando de memoria esas líneas. Ese párrafo se mantiene inalterable salvo en el número de las generaciones. Cuando lo leí por primera vez iban por la tercera. Antes aparecía en una contraetiqueta dorada con letras negras, en la espalda de la botella.

Ahora la lleva en el cuello, como un elegante collar. Ahí está resumido todo lo que transmiten las cervezas de Hijos de Rivera: el amor a la tierra, el respeto al legado, la experiencia acumulada, la calidad del producto y la empresa familiar. No habrá muchos casos de empresas familiares que sobrevivan desde 1906 y que se hayan convertido en la primera de su sector en España y en creciente referencia internacional. Pero detrás de la familia feliz se encuentra la llave del secreto.

Imagen de la fábrica antigua de Estrella Galicia.

Imagen de la fábrica antigua de Estrella Galicia. Hijos de Rivera

José María Rivera Corral.

José María Rivera Corral. Wikipedia

En 1906, mismo año en que se fundaban el Deportivo de La Coruña y la Real Academia Galega, retornaba de la inmigración José María Rivera Corral. Había tenido un negocio en Veracruz, La Estrella de Oro, y allí en México, país de enorme tradición cervecera, había aprendido el arte de la elaboración de esta bebida. Para entender que el señor era un visionario hay que ponerse en la Galicia de 1906. Si yo hubiera sido su amigo en esa época y me hubiera contado su idea, le aconsejaría que no, que se olvidara, que en Galicia, tierra de vinos milenarios, no se bebe una cerveza ni por probar a qué sabe, que se va a estampar si se empeña en realizar ese proyecto suicida.

Pero afortunadamente ni yo estaba ni me hubiera hecho caso. Pasaron los años, las décadas, un siglo y otra década y media e Hijos de Rivera cerró 2021 con una facturación de más de 610 millones de euros, inversiones de 67 millones, una plantilla de 1.500 trabajadores y trabajadoras, el 90% de ellos indefinidos y crea más de 30.000 empleos indirectos. Aporta el 0,14% del PIB español y el 1% del gallego. La empresa tiene un capital 100% gallego y en 2021 aportó a la economía española 1.693 millones de euros, porque no se va con sus impuestos a otro lado. Los beneficios fueron de 95 millones después de impuestos.

Empresa y familia

Hay mucho de sentimiento en esta historia. Ignacio Rivera, actual presidente ejecutivo y principal impulsor de los proyectos de la empresa en los últimos años suele decir que la empresa no está al servicio de la familia, sino al revés. Eso es importante. De no ser así, como ocurre en todos los casos, todo hubiera estallado como muy tarde en la tercera generación. La veneración al fundador está por todas partes: en la marca que se ha mantenido inalterable, en el lanzamiento de 1906, año de la fundación; y en otra de sus marcas, HR (Hijos de Rivera).

Ignacio Rivera Cuco.

Ignacio Rivera Cuco. Hijos de Rivera

Aunque en asuntos de gobierno interno la empresa es muy reservada, como es natural, a lo largo de los muchos años que lleva funcionando, ha establecido mecanismos internos para mantener la estabilidad de la empresa familiar. Aquí está el verdadero secreto del éxito. Todas las ramas de Los Rivera están representadas en un Consejo Familiar al que se le presentan los asuntos importantes, buscando siempre la unanimidad.

Y es que Hijos de Rivera no es una empresa de colocación de familiares. A los jóvenes que terminan sus estudios se les ofrece la oportunidad de trabajar un año en la empresa, para que la conozcan desde dentro y adquieran experiencia laboral, y luego la tienen que abandonar para continuar sus carreras en otras empresas ajenas al sector. Todos ellos, naturalmente, heredarán en su día el paquete de acciones que le corresponda, pero tienen pocas oportunidades de ocupar algún día uno de los tres puestos ejecutivos, reservados a un único miembro de cada una de las tres ramas principales de los Rivera.

 A los jóvenes de la familia se les permite estar un año para coger experiencia y luego van a otras empresas

El actual presidente ejecutivo, Ignacio Rivera, entró tras el fallecimiento prematuro de su hermano en un accidente. Y llegó a la presidencia tras la jubilación de un primo. Para que uno sea llamado ha de quedar una de las tres plazas vacantes, que sólo puede ser ocupada por otro miembro de su misma rama familiar, el más capacitado para ocupar uno de los tres puestos de alta dirección. Es decir, que solamente hay tres miembros de la familia trabajando en Hijos de Rivera, excluyendo a los jóvenes que en cada momento estén haciendo su año de prácticas. Esa norma, aceptada por toda la familia, evita potenciales conflictos entre ramas familiares y parece funcionar, pues no se conocen desavenencias ni luchas internas en el transcurso del siglo largo que tiene Hijos de Rivera.

Si tiene usted una empresa familiar y nietos, hágame caso, busque esos mecanismos u otros para que la familia se mantenga unida, al menos en lo que a la empresa se refiere. Los Rivera no sé si se juntan para cenar en Nochebuena, pero en los próximos días tienen junta de accionistas y allí estarán, cumpliendo con la empresa y con la familia, pues todos los socios son hijos de Rivera.

La tierra

Esto también es importante. Los gallegos nos sentimos muy de la familia Rivera. Son como hermanos nuestros. Nos quieren. Llevan el nombre de Galicia por todo el mundo, literalmente escrito en las etiquetas y eso nos hace sentir orgullosos miembros de la familia, también porque hemos ayudado cumpliendo con nuestra parte. Si los gallegos no hubiéramos comprado sus botellas difícilmente iban a convencer a un valenciano de que las bebiera. Cuando un gallego va a Valencia pide una cerveza Estrella, aunque allí tienen la Taula, que no está del todo mal.

Estrella Galicia es la cerveza más vendida en Valencia y en otras nueve comunidades autónomas. La más vendida en España con diferencia. Yo me pasé hace mucho a la 1906, que es una cerveza excepcional. Preferir una 1906 a una Estrella Galicia para algunos es como ponerse un galón en el pecho. Cuando vamos al extranjero y vemos a alguien bebiendo una Estrella Galicia o una 1906, pensamos: "Esto lo hemos hecho nosotros".

En los dos próximos años, Hijos de Rivera abrirá dos nuevas fábricas: una en Brasil y otra más en A Coruña, cómo no los vamos a querer, si lo del pueblo gallego y Estrella Galicia es un amor correspondido que dura más de un siglo. Sus cervezas se hacen con nuestras aguas, con lúpulo plantado en Galicia. Antes se les resistía la comarca de Vigo. Rivalidades entre ciudades. En Vigo entendían que una cerveza coruñesa no era cosa suya. Dice también Ignacio Rivera que no aspiran a fabricar la cerveza más vendida, sino la más querida. Se empeñaron en que Vigo la quisiese y tan bien lo hicieron que el Celta lleva hoy con mucho orgullo su marca en la camiseta.

Dzanan Musa realizando una entrada a canasta en un partido con el Río Breogán

Dzanan Musa realizando una entrada a canasta en un partido con el Río Breogán Europa Press

Hoy, Estrella Galicia patrocina en su tierra a un montón de clubes deportivos, y está presente en la verbena de la aldea y en los grandes festivales de música, en eventos sociales y culturales. Es un mecenas que sólo quiere a cambio que queramos a su cerveza. Es impensable concebir hoy a Galicia sin Estrella.

Orgullosa trayectoria

Mientras la empresa se moderniza y crece cada día, siempre están a vueltas con su pasado. La fábrica antigua es hoy una cervecería. Un periodista coruñés que ha pasado su vida adulta muy cerca del lugar la describe así: "Es un motor cultural y social en A Coruña. Desde el principio han tenido cervecería, y siempre la han mantenido, hoy situada en el emplazamiento original de la fábrica. Se dice que es la cervecería que más cañas vende en España. Es la mejor cerveza porque viene directamente de la nueva fábrica al grifo, sin pasteurizar. Sólo venden agua y cerveza, nada más". El agua es Cabreiroá, una empresa adquirida por Estrella Galicia, por cierto fundada también en 1906, con la que vuelven al origen, pues en el negocio primigenio fundado por José María Rivera Corral, además de cerveza vendía hielo y agua. Que no nos extrañe que un día retomen lo del hielo.

Cervecería abierta en las instalaciones de la primera fábrica de Estrella Galicia.

Cervecería abierta en las instalaciones de la primera fábrica de Estrella Galicia. Imandraproject

Repartidores de cerveza Estrella Galicia.

Repartidores de cerveza Estrella Galicia. Hijos de Rivera

Ese respetuoso amor al pasado es enternecedor y así lo aprecia el cliente. Quién no quisiera ser tataranieto de Rivera Corral. Realza además una trayectoria larga como fabricantes de buenas cervezas, otra cosa que el consumidor valora, como valora el que se mantenga ese carácter de empresa familiar en la que nunca ha habido líos, ni ha buscado inversores, ni ha salido a bolsa. Ahí siguen los Hijos de Rivera haciendo cerveza durante cinco generaciones. Buena parte de ese prestigio familiar se debe a Ignacio Rivera, un gran orador dotado de un enorme magnetismo al que le gusta dar charlas en las que habla tanto del pasado como del futuro, que se presenta alentador. Hoy es un buen modelo de empresario exitoso para muchos jóvenes que quieren ser como él. Yo también quiero, pero no me veo ya.

Investigación

Y volvemos atrás, claro. Uno de los hijos del fundador se fue a Hamburgo para estudiar Ingeniería Industrial y se trajo a la vuelta también uno de los primeros títulos de maestro cervecero que llegaron a territorio español. Tenían claro que querían hacer la mejor cerveza y para eso tenían que saber de cervezas más que nadie. Y desde entonces no dejaron de innovar ni de crecer. Atravesaron dos guerras mundiales, una civil y hasta una época muy corta en la que tuvieron problemas por la imposibilidad de conseguir cebada y ahí siguen.

Durante la pandemia, sin embargo, mantuvieron a todo el personal e incluso incrementaron la plantilla y no pararon los proyectos de sus dos nuevas fábricas. Siguieron lanzando productos, trabajando en márketing, en nuevos diseños de botellas y de etiquetas y ampliaron la llamada familia 1906, que es un conjunto de cervezas de gran calidad asociadas a esa marca.

Un hijo del fundador fue a Hamburgo y se trajo uno de los primeros títulos de maestro cervecero en España

Eso pueden hacerlo porque la empresa siempre ha estado atenta a la evolución de los mercados y de los procesos de producción, siempre en la vanguardia tecnológica y con grandes maestros cerveceros trabajando en nuevas recetas y nuevas líneas de productos. La innovación es una de sus señas de identidad, tanto que a veces sacan ediciones especiales, como una que hicieron no hace mucho con sabor a pimiento de Padrón que sabe exactamente a cerveza y a pimiento de Padrón.

La conquista del mundo

No fue fácil. Llegar a toda España costó años de mucho trabajo. Se dice que mucho ayudaron los gallegos, sobre todo estudiantes que iban por toda la península pidiendo Estrella y eso hizo que muchos hosteleros de ciudades universitarias empezaran a pedirla. Pero aunque con esa ayuda, hubo una estrategia bien calculada. Sobre la brutal expansión de los últimos años, muchos que estudien el caso dirán que fue arriesgada. No lo creo. Creo que estaba todo perfectamente estudiado. Entrar en mercados de gran tradición cervecera como el británico no se hace a lo loco. Entrar en Latinoamérica, donde hay marcas muy arraigadas, no sale de casualidad, como una línea de bingo. Hay mucho trabajo bien hecho detrás.

Hay cifras esclarecedoras. Hoy, Hijos de Rivera tiene 31 empresas en 8 países. Sus productos se venden en 60 países por todo el mundo. La implantación de las marcas de la corporación por el mundo adelante no es una moda. Es una estrategia. Todas estas cifras se dispararán con la puesta en marcha de las dos nuevas fábricas, que ampliarán notablemente la capacidad de producción y distribución.

Según un analista conocedor de la empresa, "en unos años Hijos de Rivera será la segunda empresa gallega después de Inditex, la tercera si contamos a la fábrica de Citroën, que no es exactamente una empresa gallega. Su crecimiento será brutal porque han hecho las cosas muy bien y tienen una estrategia muy clara". Lo cierto es que en los años de pandemia crecieron en todos los indicadores, y mucho. Lo previsible es que el crecimiento sea exponencial cuando pasen de una fábrica a tres casi a la vez y de la noche a la mañana.

Carlos Sáinz, junto a su padre, Antonio, ingeniero que construyó la fábrica de Estrella Galicia.

Carlos Sáinz, junto a su padre, Antonio, ingeniero que construyó la fábrica de Estrella Galicia. Twitter

El abuelo de Carlos Sainz

Como toda empresa potente que busca una proyección universal, Hijos de Rivera ha entrado en el patrocinio de la Fórmula 1. Lo que no sospecha usted es que hasta en eso son fieles a todos sus principios y la entrada de Carlos Sainz Jr. en la máxima competición automovilística mundial es ahora copatrocinada por Estrella Galicia. Qué le voy a contar que le sorprenda a estas alturas: si Hijos de Rivera querían entrar en la Fórmula 1 le sobraban opciones, algunas mucho más baratas.

Es verdad que Ferrari no es cualquier cosa, pero también es cierto que hay detrás, cómo no, una antigua historia familiar. Resulta que el abuelo del piloto, Antonio, fue el ingeniero que diseñó la fábrica de Estrella Galicia en A Grela en 1972. Ni siquiera lo cuentan, yo lo sé por el periodista antes citado, que no mencionado, que vive cerca de la fábrica y lleva toda la vida cubriendo las noticias que genera la corporación Hijos de Rivera.

La fábrica de Estrella Galicia en A Grela.

La fábrica de Estrella Galicia en A Grela.

El caso es que entrar en la Fórmula 1 es una estrategia publicitaria, pero hacerlo a través de Carlos Sainz es una cuestión familiar. El abuelo del piloto fue amigo de la familia y si Carlos Sainz Jr. se dedicara al curling lo patrocinarían igualmente y buscarían a otro piloto para promocionarse en la Fórmula 1. La fidelidad es la máxima: son fieles a sus clientes, son fieles a su tierra, a su historia, a su tradición, a la excelencia, al futuro, a la innovación, al crecimiento, a la expansión. Y siguen siendo la misma empresa familiar que fundó en 1906 un gallego de vuelta de la emigración y que se deslomó, como sus herederos, para crear una empresa con características únicas.

Mensaje de la familia en el cuello de la botella.

Mensaje de la familia en el cuello de la botella.

El mensaje

Toda la trayectoria de Estrella Galicia y de Hijos de Rivera yo la resumo en un mensaje excepcional. El que han mantenido desde su fundación. Se trata de llegar a un nuevo mercado y con toda la humildad, decir algo como esto: "Somos una familia de cerveceros del Noroeste de la península Ibérica. Sabemos lo que hacemos. Venimos a enseñaros unos productos en los que llevamos trabajando desde hace mucho tiempo, más de un siglo largo y estamos convencidos de que os van a gustar. También tenemos que deciros que os queremos y pediros que nos queráis". Me quedaría con estas frases si no hubiera otras mucho mejores, que las hay: "La perfección obtenida en la elaboración de esta cerveza es el fruto de una experiencia transmitida a través de los años por cinco generaciones de la familia Rivera". Y ya.