17 de noviembre de 1999. Terra se estrenaba en bolsa con una subida del 213%. Era la constatación 'a la española' de que Internet había llegado a nuestras vidas y lo había hecho para quedarse. Cientos de compañías surgieron en aquellos años al calor del negocio digital con el objetivo de interconectar el mundo y ganar dinero. Ahí estaban la propia Terra, pero también Yahoo, Lycos o Amazon dando sus primeros pasos. 

Un fenómeno global al que nadie veía límites y que llevó a los inversores a una alocada carrera por sumarse a la ola de tecnología. Basta mirar al Nasdaq para entenderlo: llegó a superar los 5.000 puntos, niveles nunca antes conocidos. Una burbuja que sólo crecía y parecía no tener freno. 

Fondos de inversión, grandes inversores, pequeños ahorradores... Todos querían formar parte de la fiesta hasta que, un buen día, de la noche a la mañana, la cosa cambió radicalmente. A finales de ese mismo año el selectivo tecnológico había perdido casi la mitad de su valor y se situaba en los 2.500 enteros. Por el camino se perdieron miles de millones de euros. 

Ahí estaba Invertia. Recién nacida, con poco más de un año tras haber visto la luz a finales de 1999, el portal contaba al minuto el pinchazo de la burbuja de las puntocom. Eso es la punta de lanza. Porque hubo muchas más historias que Invertia contó en sus primeros años de andadura. 

"Grandes batallas como las que se dieron por la ampliación de capital de KPN, la entrada de un grupo de minoritarios en el Consejo de Dinamia o la creación de Jazztel fueron sólo algunos de los temas más sonados que consolidaron los primeros años", según explica Belge, uno de los miembros más destacados del foro de Invertia en su post La Historia de Invertia.

Un complejo camino que sirvió también para que el producto se afianzara, con una máxima: "Ofrecer información útil al lector a la hora de tomar decisiones", como relata en el podcast el fundador de Invertia, Rafael Casado. Todo ello junto a una amplia oferta de cotizaciones de bolsa que se mantiene todavía en la Invertia actual. 

Un espíritu que está más vivo que nunca pese a que han pasado veintidós años desde su arranque. Era el 24 de febrero de 2020 cuando Invertia se convertía en el periódico económico de EL ESPAÑOL. Una jornada que marcaba el comienzo de la crisis económica de la Covid-19. Si días antes el Ibex 35 marcaba los 10.000 puntos, ese día el selectivo se dejaba un 3% y perdía esa cota. Fue una jornada negra para los mercados internacionales. 

Desde entonces Invertia ha contado minuto a minuto la evolución de los mercados. Se ha adentrado en los efectos que la pandemia está provocando en la economía, y a través del Observatorio de la Sanidad ha sido capaz de contar a sus lectores las últimas noticias en los avances de las vacunas contra la Covid-19. 

Si el ahora nos preocupa, el mañana también. De ahí que Invertia se interese por abordar cómo será el sector de la medicina en el futuro gracias a su Observatorio de la Sanidad; por cómo nos moveremos, algo que analizamos en el Observatorio de la Movilidad y sobre cuál es el futuro de la vivienda, a lo que se presta especial atención en el Observatorio de la Vivienda. 

Nuevos contenidos y nuevos formatos que acompañan a la información de bolsa, la macroeconomía y las noticias empresariales. Vídeos, podcast y también opinión con todos los puntos de vista y las ideologías posibles. ¿Su máximo exponente? La dupla Daniel Lacalle - Miguel Sebastián. Dos economistas que están en las antípodas ideológicamente hablando, pero que concentran sus opiniones en nuestras páginas. 

Lo hacen, como explican en el podcast que acompaña a este artículo. De hecho, Miguel Sebastián reconoce que "estamos en un país muy polarizado, y un medio que se plantea romper esa polarización para dar cabida a gente de distinto espectro ideológico es atractivo".