Alfonso Guerra, Alberto Núñez Feijóo, Leonor de Borbón y Mapi León.

Alfonso Guerra, Alberto Núñez Feijóo, Leonor de Borbón y Mapi León. Guillermo Serrano Amat

EL BESTIARIO

Feijóo de calle, Mapi rebelde, Guerra en el Ateneo y Leonor heredera

Alberto Núñez Feijóo, Mapi León, Alfonso Guerra y la princesa Leonor; la autora comenta lo más destacado de la semana a través de sus protagonistas.

24 septiembre, 2023 02:21

Alberto Núñez Feijóo

Alberto Núñez Feijóo.

Alberto Núñez Feijóo. Guillermo Serrano Amat

Es el nombre del día. Y de la semana que viene. Vamos por partes. Cuando el PP convoca, no se anda con rodeos. Elige un lugar emblemático y monta el número en plan baño de masas. Feijóo pudo haber elegido la plaza de Colón, pero se puso chulo y eligió la de Felipe II, que es como elegir entre el Escorial y las carabelas.

La cosa está anunciada para hoy mismo y va de apoyo a su persona, en vísperas del respaldo a su candidatura a la presidencia del Gobierno que pedirá a los diputados del Congreso en la sesión de investidura anunciada para el martes que viene. Desde antes del verano sueña con este momento, pero el sueño ya casi se ha convertido en pesadilla. El formidable poder territorial acumulado por el PP no le sirve para saltar la valla porque le faltan cuatro diputados del Congreso. Y si de aquí al martes no suena la flauta, corre el riesgo de caer en la melancolía de lo que pudo ser y no fue, de sus cuatro mayorías absolutas que fueron (Galicia, se entiende) y no volverán. Desde entonces Feijóo es un hombre serio en su doble naturaleza política y funcionarial.

Hoy la amnistía sobrevolará la plaza de Felipe II como un zepelín a riesgo de incendiarse sobre los manifestantes, pues la polémica está en punto de ignición. En todo caso, precalentamiento de la cita del martes en el Congreso en nombre de la "igualdad", que siempre fue el santo y seña del PSOE y ahora lo usa el PP con la poco fundada esperanza de que los propios socialistas cambien de bando: "Por la España de la igualdad", dicen los de Feijóo, por si se apuntan los descontentos del bando de enfrente. Tanto hoy en la plaza de Felipe II como el martes en el Congreso. Pudiera ser si la votación de la investidura fuera secreta, pero, ay, es pública y por llamamiento. Y, con esas reglas del juego, a ver qué diputado socialista se desmarca. Ni soñarlo.

María del Pilar León

Mapi León.

Mapi León. Guillermo Serrano Amat

Mapi León (Zaragoza, junio 1995), defensa central del Barça, se ha perdido la victoria de contra Suecia porque no le daba la vida para volver al equipo nacional en pleno culebrón por el "piquito" de Rubiales y las desoídas reivindicaciones de las jugadoras. En ese clima, ella y Patri Guijarro se negaron a viajar a Suecia "por falta de ánimo y malestar personal", pero se perdieron el grito que sonó en todo el mundo: "Se acabó". Quién se le iba a decir a María Jiménez que su grito iba a aparecer cosido a la causa feminista del siglo XXI y a un éxito del deporte español.

A un mes de nuestro prodigioso papel en el mundial, el equipo ha demostrado que lo suyo no eran ovarios sino baluartes de una fortaleza infranqueable. No hay quien pare a esta selección. Tiene cuerda para rato.

[Mapi León y Patri Guijarro dejan la concentración de la Selección femenina pero no serán sancionadas]

Yo no entiendo nada de futbol, pero sé que los tíos están enrabietados con el triunfo de las chicas. Del Mundial de Australia sólo me quedé con la copla de los dorados músculos femeninos patinando sobre la hierba con la misma elegancia que exhibía Beckham en los años gloriosos del Real Madrid. La suya era una anatomía comparable a la de Xabi Alonso o Cristiano Ronaldo. Pero, volviendo al tema, me hago cruces del empoderamiento de nuestras jugadoras para hacer la limpieza de machos que venían reclamando en las alturas de la RFEF, empezando por Rubiales, el de las manos en los huevos, y terminado por García Caba, el último en caer. Hicieron oposiciones a que les echaran y lo consiguieron, cuando ya solo se hablaba de proteger a Jenni Hermoso ¿Protegerme a mí?, preguntó hecha una hiena, de brazos en jarras.

Por aquellos días, aterradas las futbolistas ante la confusión reinante, cayeron presas del estupor que habría de durarles hasta la noche en que se celebró la cumbre de Oliva (Valencia, lugar de la concentración previa al partido con Suecia) y se desbloqueó la crisis. Dos de las seleccionadas se apearon en marcha: "Mentalmente no estamos preparadas para seguir", dijeron. Mapi León, conocida como "la adrenalina de España", era una de ellas. Interesante mujer. A ratos rubia y a ratos morena, protegida por unas gafas oscuras y con el cuerpo tatuado como un mapamundi.

Leonor de Borbón

La princesa Leonor.

La princesa Leonor. Guillermo Serrano Amat

Próxima a cumplir la mayoría de edad, (jurará la Constitución cuando toca, el 31 de octubre) Leonor de Borbón ha hecho sus primeros de pinitos de instrucción militar en traje de faena, un mes después de estar dando el callo en la Academia de Zaragoza. Los ejercicios culminaron con la entrega de sables, un acto simbólico para lucimiento televisado de la heredera del trono. A ella la vimos en el agua con unos kilos de equipamiento a cuestas. Desde el sillón de Zarzuela, la imagen de aquel pesado uniforme debió de contagiarle a la Reina sus buenos sudores.

No fue fácil identificar a la princesa Leonor en aquella formación de damas cadete cuyos rostros se parecían tanto entre sí. Eran como un desfile de modelos en el que todas las maniquíes van igual peinadas, igual vestidas, igual maquilladas, etcétera. A la heredera pudimos distinguirla por la trenza (mojada) que arrastraba en el agua.

Las damas cadete estaban levemente maquilladas, y si no lo estaban, lo parecían. La incorporación de Leonor favorecía al conjunto de la formación por razones obvias. El paso por el telediario exigía pasar por peluquería y recogerse bien el pelo bajo la boina. Cuando apareció recibiendo la boina grande que la acreditaba como miembro de la Academia vimos su imagen más favorecedora. Parecía una portada de Vogue.

Cuentan sus superiores que Leonor se ha adaptado tan bien a la vida militar, que le salen amigas hasta debajo de las piedras y que con todas se abraza. Pero la instrucción pesa lo suyo. A la princesa de Asturias se la ha visto practicando el tiro con un fusil de asalto el reglamentario de las Fuerzas Armadas. También se ha echado al cuerpo jornadas de adiestramiento corriendo a paso ligero, recitando los versos de Calderón y aguantando durante horas el peso del casco o lanzándose de espaldas a la piscina como si fuera un fardo. La persona que la lanzaba era otra. Ella se dejaba y nadaba sin soltar un fusil. El oficio de heredera tiene estas exigencias de guion. Para bien, pues Leonor está llamada a ostentar el mando supremo de las Fuerzas Armadas y más vale que empiece desde abajo.

Alfonso Guerra

Alfonso Guerra.

Alfonso Guerra. Guillermo Serrano Amat

El ex vicepresidente del Gobierno triunfó en el Ateneo de Madrid el miércoles pasado. Lleno hasta la bandera. Allí donde Emilia Pardo Bazán y Benito Pérez Galdós se dijeron lo que no tenían que haberse dicho, Alfonso Guerra presentó el libro Espinas y rosas (La Esfera de los Libros) con el refuerzo de Felipe González. Tras muchos años de distanciamiento, confirmaron la reconciliación. En parte, gracias a Pedro Sánchez, el "desleal" (pedrada de ida y vuelta entre los dos bandos del PSOE), por aquello de que los enemigos de mis enemigos con mis amigos.

Guerra sigue siendo un hombre de gustos musicales y enamorado del teatro, que iba para perito mercantil pero la vida lo puso en Filosofía y Letras. Y ahora lo ha puesto frente a quienes les han seguido en el uso y disfrute del poder. En su discurso del Ateneo dijo que la pregonada amnistía a los líderes del proces sería un error gravísimo que el PSOE pagará caro.

[El PSOE se revuelve contra la "deslealtad" de González y Guerra pero no les sancionará]

Y al día siguiente arremetió en la tele contra la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Yolanda Díaz, defensora de la amnistía: "A esta señora se le ocurren las ideas entre peluquería y peluquería". Se lo podía haber ahorrado, pero así fue Carmen Calvo se ahorró tener que responder al asunto de fondo (amnistía sí o amnistía no). Lo fácil era poner de vuelta a y media a Guerra por ocuparse del pelo de una mujer y no de sus neuronas. "Guerra tiene que hacérselo mirar", concluyó. Pista para los artistas de Moncloa, que de esa manera se quedaron en el machismo del ex todopoderoso número dos y eludieron el inesperado acercamiento de Sánchez al prófugo de Waterloo.

Sánchez o Don Giovanni.

Sánchez da un grave paso hacia el desastre

Anterior
El alcalde de Vigo, Abel Caballero, durante el encendido de las luces de Navidad el año pasado.

'Carpe the diem, people'

Siguiente