La presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso en la Feria del Libro de Madrid.

La presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso en la Feria del Libro de Madrid. comunidad.madrid

LA TRIBUNA

Ayuso recupera la lectura de los clásicos

Es una gran noticia que la Comunidad de Madrid rescate para el programa curricular de Bachillerato la lectura de 'La Celestina', 'El Lazarillo de Tormes' y 'El Quijote', obras cumbre de la literatura universal y clave en la formación de cualquier español.

19 mayo, 2022 03:23

Al fin, una excelente noticia. La Comunidad de Madrid, de la mano de Isabel Díaz Ayuso, líder de la oposición al sanchismo (al de Pedro Sánchez, no al de Sancho Panza) y mayor quebradero de cabeza del Gobierno amigo de la ignorancia, ha recuperado para el bachillerato la lectura obligada de tres de las cuatro grandes aportaciones de la literatura española a la universal, que en orden cronológico son La Celestina, El Lazarillo de Tormes y El Quijote.

La cuarta la dejo para unas líneas más abajo.

'El Quijote' según Gustave Doré.

'El Quijote' según Gustave Doré.

Bienvenida sea una iniciativa que tanto va a engrandecer la sensibilidad de los estudiantes. Guardarán mayoritariamente un recuerdo imborrable y una lección múltiple de su paso por las clases de literatura. El borrador del decreto detalla el contenido inequívoco para los estudiantes de entre 16 y 18 años.

Es una excelente decisión que la Comunidad de Madrid señale las tres obras como pilares en la formación de los madrileños, un canon literario de altísimo nivel y amplísimo horizonte. Tres obras que identifican a personajes que han pasado a la historia como símbolos de la vida y sus asuntos.

La enorme dignidad de estas tres grandes obras sorprende a cualquier lector. Es difícil seguir siendo la misma persona una vez leídas. Sus enseñanzas son inmensas en cinco disciplinas: lengua, literatura, historia, filosofía y ética.

Dos de los autores se esconden en el anonimato. Del de La Celestina sabemos que dice llamarse Fernando de Rojas, nombre tan elegante como vacío.

Del autor del Lazarillo de Tormes, inventor de la novela moderna, ni siquiera tenemos el nombre.

Y de Miguel de Cervantes sabemos mucho más. Incluso, que es el genio de los genios, una autoridad entre los lectores y creador de dos personajes de talla universal, don Quijote y Sancho, hoy más famosos que su autor.

"Cervantes elevó a la lengua española a la categoría de las pocas que obtienen reconocimiento universal"

La personalidad de una vieja casamentera que domina las artes de la elocuencia, de la brujería y de los poderes ocultos, unida a las de dos personajes enamorados de elaborado perfil que afinan los principios del amor apasionado y sus tensiones es el asunto de La Celestina. Y lo mejor, sin duda, es la manera de abordarlos y ofrecerlos. Los encuentros y amores, en ese orden, que Celestina propicia a cambio de sus legítimos honorarios, claro, son un ejemplo que bien podría utilizar en sus libros de psicología la especialista estadounidense Helen Fisher y cualquier investigador del amor apasionado.

Tampoco conocemos al autor de El Lazarillo de Tormes, un escritor de inteligencia excepcional que se pone en la piel de un pícaro que se abre camino en una sociedad insolidaria y miserable. La novelita simula una larga carta escrita por Lázaro en respuesta a otra desconocida en la que alguien que recibe el tratamiento de “vuestra merced” le pide que cuente la verdad acerca de un asunto escabroso con el que el narrador parece estar relacionado.

EL escritor José Zorrilla.

EL escritor José Zorrilla.

El motivo no recibe aclaración hasta el final porque quiere dar “entera noticia de su persona” y no limitarse al caso concreto. Sólo después de una apresurada secuencia de episodios descubrimos, en el último, que preguntaba por la reputación del protagonista, mancillada por el dudoso comportamiento de su mujer con el arcipreste de San Salvador.

El texto está escrito con lengua impecable, prosa rápida, nervio y una sabiduría capaz de crear una galería de personajes colmados de gracia y apostura.

Cervantes sí quiso ser famoso, y se afanó para serlo, y lo consiguió. Pero murió sin saber que lo había conseguido. No logró el reconocimiento de sus contemporáneos, que lo llamaron Miguel y no don Francisco o don Luis, como a Quevedo y a Góngora, pero que nadie se atreva a llamar a su personaje Quijote a secas sin el don que lo inmortaliza.

El sustantivo aparece hoy en el léxico de las principales lenguas del mundo, y muchas más, con el significado de persona quimérica que defiende causas justas, busca soluciones en la adversidad, protege a los necesitados y defiende a los oprimidos. Lo encontramos en inglés, quixote; en francés, quichotte; en polaco, donkiszot; en ruso, Кихот (kikhot); en turco, kişot; y en cualquier lengua integrada en la cultura universal.

Cuando ya no esperaba nada de la vida, el exsoldado, cautivo y recaudador de impuestos fracasado escribió una de las mejores obras literarias de todos los tiempos y de todas las literaturas. Con ella elevó a la lengua española a la categoría de las pocas que obtienen reconocimiento universal.

"La Comunidad de Madrid recupera cuatro grandes fuentes de cultura, lengua y pensamiento, muy posiblemente relegadas y olvidadas para siempre en otras autonomías"

Hoy los lectores de todo el mundo conocen a don Quijote más que a Cervantes, y a veces hasta olvidan que su libro de caballerías está por encima del bien y del mal, que supo entrar en el fondo del alma, que fue capaz de agradar al tonto y al listo, al pobre y al rico, al cristiano y al pagano, al de un lado y al de otro.

Eso sólo lo han conseguido con indiscutible acierto dos escritores universales, Cervantes y Shakespeare.

Nuestra cuarta aportación a la literatura universal es el Don Juan. El creador, Tirso de Molina. Los continuadores, dramaturgos y novelistas españoles, franceses, italianos, ingleses y rusos, y el vallisoletano José Zorrilla, autor de la mitificación del personaje al concederle un perfil de enamorado.

El tratamiento es de una habilidad extraordinaria.

Pero no está de moda hablar del donjuanismo, estigmatizado por el feminismo y silenciado por los demás para no exacerbar, ni siquiera con una mirada cultural, los principios que protegen a la mujer humillada.

Cuatro contribuciones de la literatura española a la universal, cuatro grandes fuentes de cultura, lengua y pensamiento rescatadas en la Comunidad de Madrid y muy posiblemente relegadas y olvidadas para siempre en otras autonomías. ¡Qué pena!

Estudiar literatura no está de moda. No diré como el poeta que cualquier tiempo pasado fue mejor para no caer en el tópico. Pero tengo la certeza de que algo estamos haciendo mal.

*** Rafael del Moral es sociolingüista y autor del Diccionario Espasa de las lenguas del mundoBreve historia de las lenguasHistoria de las lenguas hispánicas Las batallas de la eñe.

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