Guillermo Fernández Vara es presidente de Extremadura y secretario de política territorial del PSOE.

Guillermo Fernández Vara es presidente de Extremadura y secretario de política territorial del PSOE. Blanco Fotógrafos

Opinión HABLANDO SOBRE ESPAÑA

Guillermo Fernández Vara: "El ciudadano no va a cambiar su voto por una bajada de impuestos"

"Creo en la patria común, por eso creo en la armonización fiscal" / "Sánchez y yo creemos en España. El Gobierno no ha cedido nada que tenga que ver con la unidad" / "Me considero amigo de Feijóo, pero decir que todo lo que hace el Gobierno está mal le resta credibilidad".

23 octubre, 2022 02:53
Fernando Garea Daniel Ramírez

Hay tres banderas detrás de la silla en la que está a punto de sentarse Guillermo Fernández Vara: la de Extremadura, la de España y la de Europa. Han sido delicadamente colocadas por su equipo de protocolo. En torno a ellas, precisamente, va a girar esta entrevista. La primera, por ejemplo, debido al tren que conecta esta Comunidad con Madrid. La segunda, a causa de la política fiscal y territorial. Y la tercera, por la crisis económica que atenaza al continente.

Sus adversarios dicen que Vara ha cambiado, que ya nada tiene que ver con aquel barón en contra de las alianzas con los nacionalistas. Él, que no rehúye la hemeroteca, acepta el órdago y dirá que no ha habido tal metamorfosis. Si el Gobierno pacta con Bildu o ERC, "es porque el PP no ha querido permitir un gobierno en solitario de Sánchez".

"Nosotros sí hicimos ese gesto y nos partimos por dentro", dice varias veces en relación a aquella maniobra de 2016. España estaba bloqueada y al borde de unas terceras elecciones. Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, no quería abstenerse para que gobernara Rajoy. Pero casi todos sus compañeros lo dejaron solo: gobernó Rajoy y a él acabaron descabalgándolo de Ferraz.

Entrevista a Guillermo Fernández Vara

Por aquel entonces, el presidente de Extremadura era adversario de Sánchez. Hoy se alza como uno de sus principales valedores. Hasta el punto de ser quien rebate a García Page cuando éste ataca a Moncloa. Vara encarna el secretariado de política autonómica de Ferraz.

Es mediodía en Mérida. No hay rastro del otoño. El termómetro, cerca de los treinta grados. La sede del gobierno es un edificio medieval, la conventual santiaguista. En el patio, una suerte de claustro, hay tres árboles enormes. Vara cuenta a EL ESPAÑOL que en el vértice vacío del cuadrado debería haber otro, pero que no prospera por la forma en que el sol impacta cada día en ese lugar. Se lo explicó un general de la Guardia Civil.

A este médico forense no le hace falta el cuarto árbol. Gobierna con mayoría absoluta. Pero ese hueco es como el resultado de la mayoría de encuestas para autonómicas y generales: el candidato que gane tendrá que buscar otro árbol fuera de su patio para completar el puzle.

Este mismo sábado el PSOE de Extremadura ha hecho pública una encuesta de Celeste-Tel que señala que los socialistas revalidarían la victoria electoral con el 45,2% de los votos, que puede traducirse, en función de la Ley D´Hondt, en 31-33 diputados en las Asamblea de Extremadura.

La mayoría absoluta en Extremadura la dan 33 diputados, es decir, Vara está en el borde para lograr repetirla y no depender de Unidas Podemos. El segundo puesto sería para el PP, con el 33,5% de los votos y una horquilla de diputados entre 23 y 25; Vox tendría el 7,8% de los votos y 5 diputados y Unidas Por Extremadura el 6,6% de los votos y 4 diputados.

Llevaba Fernández Vara un tiempo largo sin hablar de todas estas cosas: los cambios de parecer que se le achacan, el devenir del Ejecutivo central, las subidas y bajadas de impuestos... Sobre esto último, se declara fervientemente a favor de una recentralización: "Soy un español que cree en la patria común e indivisible. ¿Cómo vamos a estar robándonos las empresas y los ciudadanos unos presidentes autonómicos a otros? ¿Qué nos vamos a decir a la cara cuando nos veamos?".

–Pero, presidente, ¿se puede creer en la "España común e indivisible" y pactar al mismo tiempo con los nacionalistas?

La grabadora empieza a rodar.

Hemos venido en un tren desde Madrid que ha tardado cuatro horas y media (el trayecto a Mérida en coche es de una hora menos): el baño no funcionaba, no se cerraba la puerta. Había que hacerlo todo en semipúblico. ¿A esto se refería con el “desprecio a Extremadura que hay que meterse por el culo”?

Nosotros siempre hemos tenido la sensación de que se trataba a Extremadura de manera discriminatoria en lo que se refiere al tren. Así era desde que el mundo es mundo. En los últimos años, las cosas se han empezado a tomar en serio.

Si uno observa la inversión histórica en el tren de Extremadura y luego se centra en los últimos cinco o seis años, verá que todo ha empezado a cambiar. Lo hizo con Íñigo de la Serna [ministro de Fomento del PP] y ese cambio ahora es pleno. Se han invertido 1.500 millones de euros.

Pero la desigualdad permanece.

La deuda no estará saldada hasta que tengamos un tren que nos coloque en parámetros de igualdad con el resto de España. No obstante, nosotros elegimos un modelo mixto mercancías-pasajeros. Y nuestros principales centros logísticos ya están conectados con el resto del país: los fabricantes extremeños pueden llevar su material a cualquier punto de la península ibérica. Eso es lo que te cambia la vida. Llegar una hora antes a los sitios te la hace más cómoda, pero no te la cambia.

El Gobierno celebró como "AVE en Extremadura" un tren sin electrificar y con tramos de obra aún sin terminar. Tuvieron que rectificar en menos de veinticuatro horas. ¿Qué pensó cuando ocurrió aquello?

El tren ya va sobre plataforma AVE y alcanza casi hasta 200 kilómetros por hora. Yo he sido el primero en defender los intereses de Extremadura, pero es absolutamente innegable que hay casi doscientos kilómetros de plataforma hechos y terminados. El error, yendo a lo que ustedes me preguntan, fue haber querido demostrar demasiado. Los extremeños no queremos más engaños. Aunque, ya les digo: el mayor engaño era no hacer nada. Ahora se hace.

"He elegido el camino de no bajar impuestos por una cuestión de principios y coherencia"

Hablemos del bolsillo de los extremeños. En una situación como esta, usted, al contrario que otros barones autonómicos socialistas, ha decidido no bajar impuestos y, en cambio, bajar los precios de algunos servicios públicos como la ITV, las licencias de caza y pesca, los comedores escolares o la tarjeta de transportes. ¿Por qué?

El transporte no sólo lo hemos bajado, va a ser gratuito. He elegido ese camino por una cuestión de principios y coherencia. Tiene que ver con mi idea de país. ¿Queremos un país donde cada Comunidad pueda ir por libre o uno donde existen los principios compartidos?

El hecho de que, en plena crisis, algunos digan que la solución es bajar impuestos me parece un mal mensaje. Provengo del mundo sanitario: bajar impuestos ahora es una absoluta irresponsabilidad porque ese sector, por ejemplo, está teniendo muchas dificultades para afrontar los nuevos retos.

¿El futuro es que todos paguemos menos impuestos? ¿Cómo se van a pagar las nuevas terapias o los tratamientos individualizados? El gasto sanitario se está disparando, hay que pagarlo y, mientras, algunos dicen que cuantos menos impuestos paguemos, mejor. No creo que sea bueno que se establezcan diferencias autonómicas. Y menos que se bajen los impuestos a la gente que tiene más posibilidad de poderlos pagar.

El debate sobre política fiscal ha revelado que reducirlo a una cuestión de derechas e izquierdas es absurdo. 

No, no, oigan, es que sí es un tema profundamente ideológico.

Pero Zapatero dijo una vez: “Bajar impuestos es de izquierdas”.

Sí, bajar impuestos es de izquierdas, pero en tiempos de mucho ingreso.

Algunos compañeros suyos, socialistas, sí han bajado impuestos. ¿Eso significa, entonces, que ellos no son de izquierdas? ¿Cómo se lo explica? 

No suelo hablar de mis compañeros, no tengo esa costumbre. No entiendo la política como un asunto de buenos o malos. Pero les digo: cuando nos sentemos en la mesa de la financiación autonómica, ¿cómo van a ir algunos a pedir más financiación cuando han renunciado a ella a través de una presión fiscal inferior? Lo fácil, en estos momentos, es decirle a la gente lo que quiere oír. Eso es lo sencillo.

Fernández Vara, durante un momento de la entrevista celebrada en Mérida.

Fernández Vara, durante un momento de la entrevista celebrada en Mérida. Blanco Fotógrafos

El hecho de no bajar impuestos, al contrario que otros presidentes autonómicos de su partido, ¿cree que le puede perjudicar en las urnas?

No es un problema de urnas. Además, no faltan siete meses para las elecciones. ¡Faltan años! Un mes de los de ahora es un año de los de antes. ¿Alguien piensa que el ciudadano español tiene precio? ¿Alguien piensa que un ciudadano, por cien euros más de nómina, va a cambiar toda su posición política? ¿Alguien piensa que un ciudadano va a poner eso por encima de la calidad de los colegios, de los hospitales y de las residencias de mayores?

Los impuestos son instrumentales, pero ahora algunos los interpretan como un fin, y no como un medio. Hablemos de lo que se hace con el dinero recaudado a través de los impuestos. Yo no los bajo y mando un mensaje: Extremadura es una de las Comunidades que hace más esfuerzo fiscal pese a no ser la que tiene mayor PIB ni mayor renta per cápita. Esta carrera desenfrenada de bajar impuestos me parece una locura.

Explíquese.

Soy un español que cree en la patria común e indivisible. Eso de decir que se bajan los impuestos para meterle el dedo en el ojo a otra Comunidad autónoma y robarle sus ciudadanos o sus inversores… Pero, ¿en qué hemos caído? Unos se quieren quedar con la energía que producen, otros con los ríos, otros con las autopistas. ¿España con qué se queda?

Unos dicen: “Queremos mucho a España, nos encantan su himno y su bandera, pero tú y yo, que estamos a una distancia de cinco kilómetros, nos vamos a pelear”. Me parece un grave error. Soy totalmente partidario de la armonización fiscal. Aquellos que creemos en la patria común e indivisible no podemos estar de acuerdo con esa carrera fiscal. Cuando un presidente autonómico le dice a otro “voy a por tus empresas”… Me parece de lo más grave que se ha dicho en la España reciente. Y miren que se han dicho cosas.

Sin embargo, la deflactación del IRPF, lejos de ser una ayuda a los ricos, puede ser un gran alivio para las clases medias. El Gobierno, al final, así lo ha decidido, pero con una salvedad: sólo afecta a quienes cobran menos de 21.000 euros anuales. ¿Usted considera eso “clase media”? 

La clase media es la gente que puede tener un proyecto de vida y de familia estable. Gente que puede desarrollar una vida digna. Vivir sin lujos, pero con dignidad.

Pero, ¿puede concretar? Diga una cifra. ¿Ganando menos de 21.000 euros al año se es clase media?

La clase media es aquella que puede tener un proyecto de vida razonablemente estable y con futuro. Un trabajo digno y una vivienda a la que no haya que dedicarle más del 30% de los ingresos. Aunque no sólo tiene que ver con los ingresos, sino también con los gastos.

"Claro que es compatible defender la armonización fiscal con defender una España federal"

La Constitución establece esa descentralización en los impuestos. Y después Felipe González decidió estrenar el tramo autonómico del IRPF. Ahora son los socialistas, que apuestan por un modelo federal, quienes hablan de tipos comunes y armonización. ¿Puede explicárnoslo? ¿No es incongruente?

Bueno, no es exactamente así. Felipe inició un camino que luego siguieron otros. Lo más grave no fue ceder un tramo del IRPF a las Comunidades, cosa que hoy, retrospectivamente, yo veo como un error; sino lo que ocurrió con Aznar. 

¿Qué ocurrió?

Aznar dijo: “Quien no acepte la ampliación del tramo autonómico no podrá asumir las competencias en Sanidad”. Vinculó la construcción de la España autonómica a que la gente tragara con ese modelo. La cesión inicial se convirtió en algo mucho más amplio. Y eso fue aceptado por todos porque quien no lo hacía no podía recibir las transferencias como los demás. Fue un error.

Pero la pregunta era: ¿es compatible defender la recentralización fiscal y, al mismo tiempo, una España federal?

Sin duda alguna. Extremadura ejerce su corresponsabilidad fiscal. Uno no paga el IVA por su condición de extremeño, sino por su condición de español. Fui uno de los participantes activos del documento de Granada: todos teníamos muy claro que España no puede trocearse. Una España en trozos no sería una España federal, sino una federación de Españas.

El presidente de Extremadura y los entrevistadores, al concluir la conversación.

El presidente de Extremadura y los entrevistadores, al concluir la conversación. Blanco Fotógrafos

Ya hemos visto un par de careos entre Sánchez y Feijóo. ¿Qué le parece el líder del PP? Lo ha conocido como gestor autonómico en momentos difíciles, en varias conferencias de presidentes. 

Me muevo por la vida con parámetros quizá anticuados, entre ellos la lealtad. Me considero amigo de Alberto desde hace muchos años. Nos conocimos cuando éramos más jóvenes. Tuvimos, en cierto modo, recorridos paralelos.

Dicho esto: liderar una organización exige la presentación de un proyecto real y alternativo. El PP tendría más credibilidad si reconociera la evidencia: hay cosas que se están haciendo bien. Decir que todo está mal le resta verosimilitud a su relato. ¿Qué tendrá Madrid? Quienes llegan allí empiezan a decir cosas que no habrían dicho en la vida.

Moncloa tacha a Feijóo de “insolvente” e “ignorante” con “mala fe”. ¿Así se pueden encadenar mayorías absolutas en una Comunidad autónoma?

En la historia de la Democracia, las tres personas más insultadas han sido González, Zapatero y Sánchez. Ni Aznar ni Rajoy. A ellos no se les han dicho tales barbaridades. Hablo de insultos. Esos que ahora le reconocen a Felipe sus valores le querían matar civilmente en los noventa. Luis María Anson dijo que se puso el Estado al borde del abismo con tal de acabar con Felipe González.

¿Es de recibo que el órgano de gobierno de los jueces no se renueve porque la oposición se niega? ¡Debería ser automático! El PP quiere ganar en los tribunales lo que no ganó en las urnas.

Pero usted sabe lo difícil que es conseguir una mayoría absoluta. ¿De verdad alguien que lo consigue cuatro veces puede ser un “ignorante” y un “insolvente”?

Bueno, alguien que gana las elecciones generales tampoco es todo ese repertorio que se ha dirigido al presidente del Gobierno. Se le han dicho cosas mucho más graves que lo de “insolvente” o “ignorante”. Ya me gustaría a mí también que todo lo que se me ha dicho fuera eso.

"Tengo buena opinión y buena relación con Yolanda Díaz; ha hecho cosas importantes por Extremadura"

¿Y al otro lado de la balanza? ¿Qué piensa de Yolanda Díaz? Su supervivencia es fundamental para que el PSOE gobierne, pero al mismo tiempo es una adversaria directa en las urnas.

Eso lo dirán las urnas. Tengo una buena relación con ella. Ha hecho cosas importantes por Extremadura. Por ejemplo, la subida del Salario Mínimo Interprofesional o la reforma laboral. Tiendo a juzgar a la gente por cómo es con nosotros. Antes he hablado de Íñigo de la Serna, que era del PP. No tuve ningún problema en decirle que fue el primer ministro de Fomento que se preocupó por esta tierra.

Otra de las cuestiones que tendrá mucho protagonismo en el ciclo electoral será la política territorial. ¿Su idea de España es la misma que la de Pedro Sánchez?

Es que la idea de España de Pedro Sánchez y la mía no es nuestra, sino del PSOE. 

Entonces, su idea de España sí es la misma.

Sí, hombre, obviamente. España está todavía por acabar. La Constitución dijo cómo empezaba, pero no cómo acababa. Es un Estado democrático, social y de derecho. También una patria común e indivisible. Eso no deja lugar a dudas. Claro que compartimos ese modelo Sánchez y yo. Y otra cosa: prefiero una Cataluña como la de ahora a la de hace cinco años. Es preferible que se rompa el independentismo a que se rompa España. 

Nos gustaría leerle unas declaraciones suyas de 2016: “Si se pacta con los nacionalistas, probablemente me iría. No puedo sentarme a gobernar en la misma mesa que los que quieren romper España”. ¿Qué ha cambiado? ¿Ya no piensa de esa manera? 

Eso lo dije en la campaña de primarias del PSOE, las cosas hay que contextualizarlas. Tenemos cierta tendencia a no hacerlo. A mí me gustaría que fuera posible gobernar sin depender de los nacionalismos. Nosotros lo intentamos, pero Ciudadanos no quiso. Eso no dejó más alternativa que gobernar con esos apoyos. Lo digo a sensu contrario: ¿en algún momento se ha concedido a esos nacionalistas algo que entre en contradicción con la unidad de España?

Se ha pactado con Bildu la Ley de Memoria Democrática, por ejemplo.

Yo hablaba en su día del concepto de la unidad de España. ¿Ustedes creen que a mí me gusta pactar con Bildu?

Eso es lo que le preguntamos: ¿le gusta? 

Evidentemente, no. Pero, ¿qué hacemos? Si Ciudadanos no quería pactar, ¿tenía el PSOE que renunciar a gobernar España pese a haber ganado las elecciones? El PP lo tenía muy sencillo: haber permitido nuestro gobierno para que no tuviéramos que pactar con los nacionalistas. Eso me habría parecido sensato.

Si no quieren que pactemos con Bildu o ERC, que nos presten sus votos. Pero no lo hacen. La derecha no hace eso ni lo hará. Nosotros nos rompimos por dentro y nos abstuvimos para que en España hubiera un gobierno [se refiere a la abstención del PSOE para que gobernara Rajoy y que supuso la destitución de Sánchez como líder].

"Tengo mayoría absoluta en Extremadura y, aun así, he ofrecido al PP pactar los Presupuestos"

Entonces, si el PP ganara las elecciones, ¿el PSOE tendría que abstenerse y permitir su gobierno en solitario con tal de que no entrara Vox en el Ejecutivo?

¿A un PP que nos ha acusado de lo que nos ha acusado? Han sido cosas muy graves. Nos llaman “gobierno okupa”. Han roto todos los puentes. 

Se lo decíamos porque es el mismo argumento que usted utiliza, pero a la inversa.

Yo, en Extremadura, tengo mayoría absoluta y, aun así, he ofrecido al PP pactar los Presupuestos. Porque veo que ahí fuera la ciudadanía está diciendo: “Estos tiempos no son para estar a la gresca”. A mí me gustaría que este país, para gobernarse, no necesitara a la extrema derecha ni a los nacionalismos.

Fernández Vara gobierna Extremadura con mayoría absoluta.

Fernández Vara gobierna Extremadura con mayoría absoluta. Blanco Fotógrafos

Antes hablaba usted del fin y de los medios para referirse a la política fiscal. En el caso de la gobernanza, entonces, el fin sí justifica los medios. Ustedes, con tal de gobernar España, pactan con Bildu y ERC. ¿Se puede creer en una España “común e indivisible”, como usted decía, y trazar esos pactos?

Si no se renuncia a la patria común e indivisible, ¿por qué no se va a poder? Y añado: ¿cuál es la solución?

Entonces, sí lo cree compatible.

Ya sé que aquí preguntan los entrevistadores, pero dejo una pregunta en el aire: ¿cuál es la solución? Si el PSOE no puede conformar una mayoría porque el PP no hizo con nosotros como nosotros hicimos con ellos, ¿cuál es la alternativa? 

Pero, presidente, ¿entiende que a un ciudadano le suene raro que usted diga que es compatible creer en la “España común e indivisible” y pactar con Bildu y ERC?

No, no. Yo digo: no me gusta pactar con partidos nacionalistas. Otro tema es si los partidos elegidos democráticamente pueden estar en los parlamentos y si se puede tener el mismo discurso que cuando ETA mataba. No es posible. Dicho esto: no me gusta nada que la gobernanza dependa de los independentismos, pero ¿cuál es la alternativa? ¿Estar eternamente en elecciones? 

Y lo más importante: ¿en algún momento el PSOE ha cedido a los independentismos algo que tenga que ver con la unidad de España? ¡No! De hecho, la unidad de España está hoy mucho más salvaguardada de lo que está hace cinco años.

Pero es que, si ponemos el espejo a ese argumento, ustedes tendrían que permitir un gobierno del PP en solitario para que no entrara Vox.

Pero el PP no está en condiciones de exigir eso. No han sido capaces de romperse por dentro como hicimos nosotros para permitir el gobierno de Rajoy. De todos modos, es un error pensar que los resultados de las próximas generales están adjudicados.

¿Prefiere una campaña más en clave autonómica o nacional? Dicho de otra manera: ¿le gustaría que Sánchez tuviese una presencia notoria esos días en Extremadura? 

Las campañas autonómicas tienen que ser sobre temas autonómicos. Las medidas del Gobierno de España y del Gobierno de Extremadura llegan a millones de personas. Los ciudadanos dirán.

Pero, ¿habrá una presencia importante de Pedro Sánchez en Extremadura?

Quien de verdad crea que somos un partido más en la esfera política española no conoce al PSOE ni conoce a España. No somos una coyuntura. Somos el único partido que mantiene la palabra “España” en sus siglas. ¿Alguien piensa de verdad que el PSOE es un lastre? El Partido Socialista es la entrada de España en Europa, las pensiones no contributivas, que la gente que se ama se pueda casar…

La pregunta no es tanto si va a esconder al PSOE, sino si va a esconder al presidente Sánchez.

¿Esconder a quien sube el salario mínimo? ¿A quien impulsa la reforma laboral?

Se cumplen cuarenta años de la primera victoria electoral del PSOE. Aquel partido estaba muy vivo. Había incluso corrientes internas con personalidad jurídica propia. ¿Echa de menos ese debate interno?

Uno tiende a mirar hacia atrás con nostalgia, pero es un error. Aquel PSOE es el mismo de hoy, pero la sociedad es distinta. La España de 1982 no es la misma que la de hoy. Los partidos se van adaptando a los cambios. Felipe se fue y vino Joaquín. Joaquín se fue y vino Zapatero. Luego Alfredo, ahora Pedro… El PSOE va a seguir, no sé si se puede decir lo mismo de los demás partidos.

Entrevista íntegra a Guillermo Fernández Vara