Una nueva revolución industrial está en marcha. Si ya se atisban las ventajas que pueden ofrecer la inteligencia artificial y los robots humanoides (y las desventajas, en forma de pérdida de empleos), una de las tecnologías que ya están cambiando el panorama es la impresión 3D, aplicada a sectores tan distintos como la construcción o la medicina. Así lo demuestran las revolucionarias casas de hormigón impreso en 3D que cuestan menos que un coche y se construyen en menos de 48 horas o la posibilidad de fabricar implantes dentro del cuerpo.

La fabricación aditiva con materiales como el metal es uno de los campos que más están avanzando en los últimos años. Y, en ese ámbito, la multinacional española Meltio, con sede en Linares (Jaén), está liderando esta nueva generación de dispositivos con todo tipo de aplicaciones, incluida la militar. De hecho, la Armada de EEUU ya ha incorporado su tecnología a uno de sus buques, pero desde la empresa no se contentan con eso y siguen añadiendo productos a su catálogo. El último es Meltio M600, "una impresora 3D concebida para introducir la fabricación aditiva metálica en el mundo de la producción industrial fuera de los nichos de mercado", según han anunciado en un comunicado de prensa.

Este nuevo sistema está diseñado para aumentar la productividad y reducir los costes de fabricación, ofreciendo la posibilidad de imprimir cualquier pieza de metal de forma rápida y barata con una interacción mínima del operario. Lo que se busca es una producción prácticamente autónoma con aplicaciones en sectores tan diversos como el de la automoción, el aeroespacial, la Defensa, la minería, el petróleo o el gas, entre otros.

Cómo funciona

La Meltio M600 utiliza alambre de soldadura como materia prima, a diferencia de las impresoras 3D basadas en polvo, que son las más habituales. Este material es mucho más barato y seguro de manejar, ya que no contamina las máquinas CNC (Control Numérico Computarizado, muy preciso y eficaz) y eso permite integrarlas más fácilmente en las cadenas de producción.

La gran novedad que aporta esta nueva máquina es que es la primera de su clase que incorpora un cabezal de deposición de láser azul. Eso "aumenta la velocidad de impresión al tiempo que reduce el consumo de energía gracias a la mayor absorción de la luz de longitud de onda corta en comparación con la mayoría de los láseres industriales que emiten luz cercana al infrarrojo", afirma Lukas Hoppe, Director de I+D de Meltio.

"Esta ventaja se multiplica en el caso de materiales reflectantes como las aleaciones de cobre y aluminio, en los que los láseres de infrarrojos cercanos producen resultados insatisfactorios", añade Hoppe. "Combinando esto con el espacio de trabajo totalmente inerte, el M600 puede procesar una amplia gama de materiales de forma eficiente, a la vez que produce piezas con propiedades excepcionales".

Según la compañía con sede en Jaén, sus ingenieros también han conseguido mejorar la distribución de la energía y el guiado de los hilos. Eso implica que el cabezal de deposición está previamente alineado y no es ajustable, lo que garantiza una producción uniforme y bajas necesidades de mantenimiento. El otro gran añadido de este cabezal es que "está cargado de soluciones de sensores nuevas y mejoradas para supervisar el proceso de impresión", lo que la hace más fiable.

Cabezal para imprimir cemento en 3D

El sistema incorpora además una sonda táctil de 3 ejes y admite varios tipos de soluciones de sujeción de piezas, por lo que también se puede usar para añadir características o reparar piezas ya existentes, en vez de imprimirlas por completo. Así, la M600 aporta valor reduciendo el desperdicio de material y los plazos de entrega, además de permitir una mayor flexibilidad de fabricación.

Como mejor ejemplo de las ventajas que ofrece esta nueva impresora de metal en 3D, Meltio menciona el caso de éxito de Cementos La Cruz, una multinacional cementera española con sede en Abanilla (Murcia). Esta empresa ha usado la M600 para fabricar una nueva boquilla de acero inoxidable para fabricar piezas de cemento en 3D con gran precisión, optimizando la calidad de las capas y su deposición.

El cabezal impreso con la Meltio M600 Meltio Omicrono

La M600, en desarrollo desde 2019, se une así al porfolio de soluciones de Meltio, junto a la impresora 3D Meltio M450, y sus 'adaptadores' a un brazo robótico o a una fresadora con máquina CNC. Los suyos son modelos más pequeños y asequibles que los de la competencia, ayudando a solucionar todo tipo de problemas en las cadenas logísticas.

Gracias a esta innovadora tecnología, fabricantes de sectores tan dispares como el sanitario, el militar o el aeroespacial tienen mayor capacidad de producción, ya que pueden fabricar y reparar piezas localmente, "sin tener que depender de proveedores lejanos ni de recibir piezas metálicas en países o zonas con problemas de interrupción en sus cadenas de suministro", aseguró a EL ESPAÑOL-Omicrono Ángel Llavero, consejero delegado de Meltio.