Una representación de un satélite Swarm, a los que pertenece Alpha.

Una representación de un satélite Swarm, a los que pertenece Alpha. ESA Omicrono

Tecnología

La prodigiosa maniobra de un satélite para evitar el inesperado choque de la basura espacial

Con sólo ocho horas de anticipación, el satélite Alpha logró esquivar una pequeña pieza de basura espacial con la que iba a impactar.

15 julio, 2022 14:31

En el espacio hay una variedad de satélites que cuentan con diferentes funciones, como Guardian 1, fabricado en España y que vigila incendios forestales o la constelación Swarm que la Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó en 2013 con el objetivo de descubrir los misterios del campo geomagnético de la Tierra. Nueve años después, uno de estos últimos satélites ha sido noticia debido a la impresionante maniobra que ha tenido que ejecutar en poco tiempo para evitar basura espacial.

[Galaxias chocando y exoplanetas al detalle: el James Webb revela un cosmos desconocido]

La constelación Swarm está compuesta por tres satélites: A, B y C, que son conocidos popularmente como Alpha, Bravo y Charlie. El primero de ellos ha sido el que ha tenido que realizar recientemente una maniobra para apartarse del camino de una misteriosa pieza de basura espacial que se detectó apenas unas pocas horas antes de que sucediera una posible colisión, como ha explicado la ESA en un comunicado oficial.

Un suceso que ocurrió el pasado 30 de junio, cuando los controladores de misión de la Agencia Espacial Europea detectaron con sólo 8 horas de antelación una pequeña pieza de basura espacial -aquellos objetos artificiales creados por el humano que están en el espacio y no son de utilidad- en una posible trayectoria hacia Alpha, por lo que el riesgo de un impacto era elevado

¿Cómo era la maniobra?

A las 16:00 horas CEST, los controladores de la misión se percataron de la existencia de una pieza de basura espacial que se dirigía a toda velocidad hacia el satélite Alpha. El pronóstico realizado demostró la existencia de una colisión potencial tan sólo ocho horas después, poco después de la medianoche; dejando un margen de maniobra muy corto, ya que en el espacio la gestión de objetos lleva su tiempo.

El riesgo de impacto con la pieza de basura espacial era lo suficientemente alto como para que Alpha tuviera que quitarse de en medio lo más rápido posible, ya que una colisión de este tipo puede causar daños graves en el satélite; mientras que los trozos de basura más grandes pueden hasta destruirlos creando así una gran cantidad de nuevos desechos.

Una representación de la constelación de satélites Swarm.

Una representación de la constelación de satélites Swarm. ESA Omicrono

Para lograr esquivar la basura espacial, el equipo de controladores planeó en apenas cuatro horas una maniobra que, por lo general, requiere mucha planificación. El control de tierra movió el satélite fuera de camino y lo colocó en una órbita nueva en la que no hubiese riesgo de colisionar con nada. Después, recalcularon cómo volver a colocarlo en su órbita usando la menor cantidad de combustible y sin perder muchos datos científicos. 

"La Oficina de Desechos Espaciales de la ESA analiza los datos de la Red de Vigilancia Espacial de Estados Unidos y emite la advertencia de una posible colisión a los equipos de Control de Vuelo y Dinámica de Vuelo de la ESA, generalmente más de 24 horas antes de que la pieza de escombros se acerque más al satélite", apunta la ESA. Ellos contaron con apenas ocho horas.

[Cinco claves para entender el James Webb: el prodigio de la ingeniería que revela los misterios del cosmos]

Alpha y Charlie tuvieron que ejecutar 25 maniobras durante un periodo de 10 semanas para alcanzar una órbita más alta "para escapar de la ira del Sol"; cuya alta actividad aumenta la densidad de la atmósfera superior de la Tierra haciendo que el aire sea más espeso y que las naves espaciales usen más combustible para permanecer en sus órbitas espaciales.

Una vez realizada la acción evasiva, Alpha no estaba en peligro, pero la ESA tuvo que retrasar una maniobra que estaba prevista para tan sólo unas horas después de la posible colisión.

Un problema mayor

La Agencia Espacial Europea asegura que en caso de no haber realizado esta maniobra el satélite Alpha se habría desviado hacia Charlie y las órbitas de ambos se habrían cruzado dejando a la misión Swarm completamente "bizca". Es decir, hubiese limitado su capacidad para hacer las investigaciones científicas hasta que otras maniobras realinearan a ambos satélites.

Los controladores de la ESA planificaron y llevaron a cabo la acción evasiva en apenas cuatro horas, y luego replanificaron y ejecutaron la otra maniobra para colocar a Alpha de nuevo en su órbita en 24 horas. Toda una hazaña. Un satélite que actualmente está a salvo de una colisión con la basura espacial y que ya ha completado su ascenso a cielos más seguros junto a Charlie.

También te puede interesar...