China está a punto de hacer historia, otra vez, en la carrera espacial. El gigante asiático mira expectante hacia Marte, donde la misión Tianwen-1 está a punto de realizar el peligroso aterrizaje, casi un año después del lanzamiento del cohete chino.

Dentro de la cápsula hay un rover marciano, llamado Zhurong, un aparato que se encargará de recorrer el planeta obteniendo datos y fotografías; recientemente, EEUU lo consiguió de nuevo con el Perseverance, un rover que se caracteriza por tener un helicóptero.

Pero no muchos pueden presumir de lo mismo. Aparte de los estadounidenses, sólo los soviéticos y los británicos alcanzaron la superficie de Marte, pero sin buenos resultados; en ambos casos los rovers fallaron al poco de aterrizar, tales son los desafíos a los que se enfrenta la exploración de Marte.

Siete minutos de terror

Los nervios están a flor de piel en el equipo chino, pero aún queda el peor momento de todos: los llamados "Siete minutos de terror", como se han hecho virales en las redes sociales del país. Se refieren al proceso de entrada en la atmósfera marciana, que implica dar una serie de pasos con absoluta precisión; el fallo de un componente terminaría con las piezas del rover formando parte del paisaje de Marte indefinidamente.

Inicialmente, la cápsula que aloja al rover entrará en velocidad supersónica, su escudo aguantando las altas temperaturas y una desaceleración de 7,6 G. Lo difícil empieza entonces, cuando se abran los paracaídas a una velocidad de 1,66 veces la velocidad del sonido.

Proceso de aterrizaje en Marte de la Tianwen-1 Adrián Raya Omicrono

Si todo ha salido bien, la velocidad se reducirá a los 420 km/h, el momento en el que importa la precisión. Una serie de sensores y radares en la parte inferior del aterrizador se encargarán de calcular la distancia al suelo, aplicando los pequeños cohetes para ajustar la dirección.

China llega a Marte

Si todo sale bien, sólo quedará el toque final: que se abran las puertas y el rover Zhurong empiece a explorar el planeta. En concreto, pasará aproximadamente 90 días marcianose, límite aproximado de la misión. La zona a explorar será la llanura Utopia Planitia, que ya tiene cierta historia; fue allí donde la sonda Viking 2 aterrizó en 1976, y donde se podrían haber encontrado los primeros indicios de vida en el planeta.

Maqueta del rover chino Zhurong Pablo de León | Wikimedia Omicrono

Siendo la primera misión de China en Marte, es poco probable que produzca resultados tan impactantes; pero el mero hecho de llegar ya será una hazaña como pocas. Lamentablemente, es poco probable que podamos disfrutarla en directo; el estado no ha anunciado por ahora un streaming en directo, posiblemente por si saliese algo mal. El aterrizaje dará inicio a las 1:11 del sábado, hora de Madrid.

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