Los vuelos suborbitales prometen ser uno de los medios de transporte de un futuro cada vez más cercano. Serían capaces de unir cualquier punto del planeta en tiempo récord, adelantando incluso a los aviones, los reyes del tiempo en la actualidad. Por ejemplo, podrían unir cualquier ciudad de España con cualquier zona de la Tierra que nos podamos imaginar en menos de una hora.

Por el momento, tan solo se trata de una tecnología experimental que se encuadra dentro de los planes de grandes compañías como SpaceX, que ya anunció sus planes de unir grandes urbes del mundo en pocos minutos. Pero no solo el gigante de Elon Musk está trabajando en ello.

China, que acaba de lanzar el primer módulo de su Estación Espacial, también quiere participar aportando su particular visión 'fijándose' en los diseños que ya se encuentran en fase de pruebas. Lo último, el más que sospechoso parecido de su nave suborbital con la Starship de SpaceX.

La copia china

El pasado fin de semana, el país asiático celebró su sexto Día Nacional del Espacio en la ciudad de Nanjing. Como parte del show televisivo, se emitió un vídeo promocional en el que se pueden ver un par de conceptos de naves espaciales dedidacas a realizar trayectos suborbitales.

Nave espacial china CALT Omicrono

Una de esas naves, la que despega verticalmente, es muy similar al diseño de las Starship de SpaceX. Según se puede apreciar en el vídeo, resubido a YouTube por ArsTechnica, esta nave se encuadraría dentro de las categorizadas como Vertical Take Off Vertical Landing (VTVL o de despegue y aterrizaje vertical). Una mecánica que algunas compañías privadas ya llevan tiempo utilizando.

La similitud a la nave estadounidense la podemos notar en el color metálico del exterior e incluso en el diseño del propio cohete. Tanto en las primeras etapas del cohete como en la propia nave, con las características aletas que servirán a la nave para girar sobre sí misma y colocarse en la vertical unos minutos antes de aterrizar. De la nave no se sabe mucho más, la información acerca de este nuevo proyecto no ha trascendido y parece que el anuncio es más una declaración de intenciones que algo en firme en proceso de desarrollo. Aunque con China nunca se sabe.

El diseño de la nave ha corrido a cargo de la Academia China de Tecnología de Lanzamiento que también ha publicado un segundo concepto dentro del mismo vídeo promocional. En este último caso, se trata de un avión de ala en delta que cuenta con un sistema de lanzamiento un tanto particular: utilizando una catapulta. Similar a las que podemos encontrar en los buques portaaviones y que lanzaría a la nave para realizar vuelos suborbitales. Igual que su hermana en formato cohete.

Nave espacial china CALT Omicrono

El objetivo último de China es el de crear un sistema de transportes punto a punto dentro de la Tierra para el año 2035 inaugurando las líneas con vuelos de carga. Para los de pasajeros, si se cumplen los planes anunciados en 2017, habría que esperar 10 años más siendo el primer vuelo inaugural en 2045.

SpaceX anunció su intención de realizar viajes intraplanetarios en septiembre de 2017 empleando la nave Starship. Actualmente se encuentra en fase de pruebas con una cadencia de lanzamientos muy buena que les permite mejorar. Cuando se ponga en marcha este tipo de vuelos suborbitales, la compañía estadounidense será capaz de conectar la ciudad de Nueva York con Shanghái en solo 39 minutos o Londres y Hong Kong en 34.

Nave espacial china

Carrera espacial

Uno de los últimos logros espaciales de China tuvo su pistoletazo de salida el pasado día 23 del mes de noviembre. La misión Chang'e-5 consistió en realizar un viaje de ida y vuelta a la Luna para traer muestras.

Del despegue se encargó el cohete Long March-5 desarrollado y fabricado en el propio país y tuvo una escasa duración de 23 días. Justo el tiempo que la plataforma de perforación lunar tardó en ir hasta el satélite, recoger unas cuantas muestras y regresar a tierra firme.

El objetivo es conocer más sobre la Luna, principalmente aspectos geológicos sobre su formación. Un punto de partida que puede resolver algunos problemas relacionados con la intención de establecer una colonia humana permanente allí.

Más cercano en el tiempo tenemos la llegada de la sonda Tianwen-1 a la órbita de Marte. El lanzamiento, de nuevo desde China, se produjo en julio del 2020 y este pequeño satélite no llegó hasta el 10 de febrero de este año. Su misión se encuadra dentro de la búsqueda de vestigios de vida en el planeta rojo, una muy similar a la que está realizando el rover Perseverance de la NASA desde la superficie.

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