Gracias a la miniaturización de la tecnología, se está pudiendo llevar a cabo avances en la medicina con los que soñábamos hace décadas: dispositivos portátiles capaces de monitorizar nuestra condición física. Hoy en día detalles como el electrocardiograma del Apple Watch demuestran que con el desarrollo suficiente podemos monitorizar el corazón, realizar seguimiento médico y demás con tecnología mucho más llevable.

Ahora, unos científicos surcoreanos han llevado la tecnología para el monitoreo cardíaco a un nuevo nivel con un anillo embebido con Inteligencia Artificial, sentando las bases para un futuro en el que podamos llevar wearables para poder vigilar más de cerca la condición de nuestro corazón.

El anillo con Inteligencia Artificial para monitorizar nuestro corazón

corazon

La investigación realizada ha comparado electrocardiogramas simultáneos y fotopletismógrafos basados en sensores ópticos tomados a 119 pacientes con fibrilación auricular, la arritmia cardíaca más frecuente. Se usó una red neuronal entrenada con datos de fotopletismografía, y demostró tener una precisión del 99.3 por ciento en el diagnóstico de la fibrilación y una precisión del 95.9 por ciento en el diagnóstico de un ritmo sinusal. Estos números aumentaron hasta el 100 por cien y el 98.3 por ciento, respectivamente.

El profesor asistente de cardiología del Hospital Nacional de Seúl, Eue-Keun Choi, explica: “El rendimiento diagnóstico es comparable al de los oxímetros de pulso convencionales de grado médico. Nos gustaría evaluar el algoritmo de aprendizaje profundo con un dispositivo en forma de anillo anillo recientemente desarrollado en la actividad diaria. Esto proporcionará la viabilidad para la detección de la fibrilación auricular en una población de alto riesgo. Además, esperamos que el dispositivo de anillo se pueda usar para la detección de la fibrilación en un ensayo clínico debido a su no invasividad “.

El principal escollo a la hora de desarrollar este anillo y cualquier tipo de wearable para monitorizar el corazón ha sido siempre la batería. En espacios tan reducidos meter una batería que supliera las necesidades del dispositivo desembocaba en versiones toscas y enormes de estos. Al reducir al mínimo posible el espacio dedicado para los componentes como l batería, la conexión inalámbrica y el hardware para la monitorización cardíaca, hay más margen de acción.

El factor de forma del anillo permitiría al usuario poder llevar el dispositivo en cualquier lugar y así, en caso de afección cardíaca, poder tener asistencia inmediata sin tener que llevar un costoso equipo médico. Por supuesto esto es el futuro y debemos seguir valiéndonos de la sanidad profesional para nuestros problemas, y tener en cuenta a estos dispositivos, entre ellos el Apple Watch, como complementos de seguridad.

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