Hace ya un tiempo que estamos aguantando a Donald Trump y a sus exigencias contra Apple, obligándola a que fabrique sus productos en Estados Unidos y no en China. La compañía ya ha dejado claro que eso no es lo que más le conviene, y ahora mismo si bien no están enfrentados en una batalla abierta, Trump no lo tiene fácil con la empresa de Tim Cook. A decir verdad y siendo totalmente justos, Apple tiene sus razones.

Hoy se ha podido saber el motivo de mayor peso para que Apple, empresa estadounidense, decidiera fabricar sus productos en China. La clave está en los tornillos, y es que en Estados Unidos el abastecimiento de estos era insuficiente. Y la primera vez que la firma intentó fabricar en suelo norteamericano no le fue especialmente bien.

Cuando Apple le dio una oportunidad a USA y fracasó

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Tim Cook, CEO de Apple, ya intentó en su día fabricar en suelo norteamericano, concretamente en Austin, Texas. Era el año 2012 y la empresa decidió fabricar su Mac Pro de 3000 dólares en Estados Unidos, siendo este el primer producto de Apple en años fabricado por trabajadores estadounidenses. Estos Mac Pro de primera línea vendrían equipados con una orgullosa serigrafía que rezaría “ensamblado en EE.UU”.

Pero no les fue precisamente bien. El problema principal fue que Apple no tenía suficientes tornillos para la producción,  según 3 personas que trabajaron para el proyecto tal y como cuentan en el Wall Street Journal. Ante esta insuficiencia, obviamente, paralizaron la producción y las pruebas de las nuevas versiones porque un taller de máquinas con 20 empleados en el que confiaba el contratista de fabricación de Apple podía producir un máximo de 1000 tornillos por día. Una cifra claramente insuficiente y más para este tipo de máquinas.

Estos problemas se tradujeron en ventas pospuestas durante meses, lo cuál es básicamente pérdidas en dinero y confianza. Al final Apple se rindió y pidió los tornillos a China, que satisfacieron la demanda con creces. Gracias al potencial de producción en masa de China, Apple confió en estos para ensamblar sus productos.

China, la madre de la producción industrial

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Además de ser un mercado importantísimo para Apple, China supo satisfacer y de sobra el problema del abastecimiento de tornillos. Y ya no sólo abastecimiento; China tiene unas capacidades de escala, infraestructura, costo y demás que casi ningún país puede imitar y esto era la solución para Apple.

Las declaraciones de Tim Cook hablan por sí solas. En 2017 dijo que “la habilidad aquí es simplemente increíble. Hacer productos de Apple requiere máquinas de última generación y mucha gente que sabe cómo administrarlas. En los EE. UU, podría tener una reunión de ingenieros de herramientas y no estoy seguro de que podamos llenar la sala. En China, podrías llenar varios campos de fútbol”.

No obstante, a Cook no le gustan que asocien sus productos a China, y clama que varias de las partes más importantes de sus dispositivos están hechas en Estados Unidos, en parte en respuesta a las presiones de Trump. Apple señala que Corning, en una fábrica en Kentucky, hace muchas pantallas de iPhone y que una compañía en Allen, Texas, hace tecnología láser para el sistema de reconocimiento facial de los iPhones.

Se le añaden muchos más motivos. La mano de obra en ese país es mucho más barata, con ingresos aproximados de unos 2.10 dólares a la hora, aunque Apple asegura que su salario es un poco mayor, de 3.15 dólares la hora. Esto también repercute en el precio, ya que recordemos que el Mac Pro de 2012 era especialmente caro y por mucho que sea Apple, las personas somos mortales.

 

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Incluso con estas condiciones Apple siguió teniendo problemas en Texas. Flextronics, la contratista de Apple en Estados Unidos, empleó a muy pocas personas en los proyectos de esta envergadura que Apple llevaba a cabo, presumiblemente porque sus trabajadores eran más caros. Esto se tradujo en un abastecimiento, de nuevo, de pocos tornillos en comparación a lo que necesitaba Apple.

Apple sigue en problemas por las presiones indiscriminadas de Trump para que esta empresa fabrique en suelo americano. Se estiman presiones financieras por parte del gobierno con amenazas de tarifas a los teléfonos iPhone fabricados en China. De hecho, Trump no se ha cortado un pelo en lanzar “advertencias” para ” comenzar a construir sus malditas computadoras y cosas en este país”. Está por ver qué ocurre, pero ninguno dará su brazo a torcer tan fácilmente.

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