Tecnología

El arte del origami hecho robot, belleza y tecnología juntas

Estos robots están basados en el arte del origami, lo cuál les da diversas formas y usos que los hacen tremendamente ingeniosos y útiles.

30 noviembre, 2018 20:03

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La tecnología que rodea a los robots y su condición ha sido usada desde su concepción para proyectos de gran envergadura y que tuvieran que ver con temas médicos, industriales o científicos. La robótica también puede tener sus asuntos con el arte, aunque no es lo usual y en muchas ocasiones la cultura trata a la tecnología como algo oscuro y lejano. Pero ¿qué ocurriría si mezcláramos los robots con, por ejemplo, el arte del origami?

El equipo de Reconfigurable Robotics Lab (RRL) con Jamie Paik al mando está investigando acerca de la unión de estos dos mundos para crear robots diminutos que puedan ser clave para los momentos más delicados de una situación que requiera de estos aparatos. Estos robots origami o robogamis ya están en desarrollo y prometen muchísimo.

“Robogamis”, los robots que se adaptan a las situaciones gracias al origami

Imagen: RRL

Como su propio nombre indica, estos robots tienen un diseño específico para la situación que les requiera y para ello el equipo de investigadores de la RRL han ideado estas líneas de aspecto gracias al origami, el arte japonés de crear formas con papel.

Aunque el mismo RRL admite que no han sido pioneros en estas pesquisas. Afirman que los primeros en introducir este modelo fueron investigadores del MIT de Boston, los cuáles idearon un algoritmo que garantizaba que se puede crear cualquier objeto en 3 dimensiones usando una estructura basada en el arte del origami. Paik y su equipo han querido hacerlo posible.

El arte del origami hecho robot, belleza y tecnología juntas

Imagen: RRL

La composición de estos robots es modular, y está basada en módulos finos pero con una gran dureza. En la misma estructura hay acopladas más partes que permiten al robot realizar movimientos exactos, como moverse o saltar. Además están equipados con sensores inteligentes para interactuar tanto con el entorno como con nosotros mismos. En palabras de Jamie Paik a El País: “Lo que nos interesa es el concepto que hay detrás, de que se pueda empezar de un solo trozo de papel para construir la figura de un avión o un coche”. Es decir, “crear en un mundo en 2D robots 3D”. En el vídeo que os dejamos a continuación podemos ver este ejemplo en movimiento.

La fabricación de estos robots conlleva beneficios. Por ejemplo, estas capas se pueden fabricar de forma masiva sin un coste demasiado elevado y al haber sido fabricados estos robots en una estructura de 3 dimensiones no necesita un reensamblaje manual por parte de un técnico. Es decir, el robot se adapta a nosotros y no nosotros a él.

Imagen: RRL

Al ser robots tan especiales, no están pensados para las tareas más usuales en las que podemos ver otros robots de mayor envergadura. Su capacidad de adaptación y su flexibilidad en las situaciones más cotidianas los hacen buenos candidatos para suplir aquellas necesidades más específicas que requieren de múltiples funciones en un mismo aparato. Algunos ejemplos son operaciones de búsqueda y rescate o exploración espacial. Esta última función ayudaría a paliar el coste de enviar robots muy caros a un espacio en el que se perderán en la mayoría de ocasiones.

Algunos prototipos que maneja el RRL hablan de unas versiones de robogamis más enfocadas a las tareas del día a día. Por ejemplo, han ideado un joystick para controlar acciones en realidad virtual. Usándolo es completamente plano, pero al esta construido en la estructura de las 3 dimensiones puede convertirse en un objeto 3D, según explica Paik. Por otra parte incluso se han ideado prototipos enfocados al ámbito médico, como un robot especializado en paliar problemas lumbares aportando rigidez a la espalda.

Queda por ver en qué más ámbitos se aprovecharán estos robots, pero dada la versatilidad de la que presumen y sus múltiples funciones en diferentes destinos, pueden aportar muchísimo no sólo al mundo de la robótica actual, sino a incentivar el uso de conocimientos ajenos a la tecnología para poder hacer avanzar sus secretos más escondidos.

Foto de portada: RRL.