La resolución 4K aún no está lo extendida que debería; tanto en la calidad de las pantallas que usamos diariamente, como especialmente en el contenido. De poco sirve comprar un televisor 4K si la mayor parte del contenido está en 1080p, o incluso menos.

Pese a eso, la industria sigue avanzando de manera inexorable, y con buenos motivos; debemos recordar que exactamente lo mismo ha ocurrido cada vez que se ha producido un salto de calidad como este. No podemos simplemente esperar a que haya más emisiones en 4K o más consolas de videojuegos capaces de renderizar a esa resolución.

LG presenta el primer televisor 8K

En ese contexto hay que comprender el anuncio de hoy de LG: el primer televisor 8K del mundo, un logro que probablemente será repetido a lo largo del IFA 2018 en el que se ha organizado la presentación. Las necesitemos o no, las 8K ya están aquí, y esperamos más noticias al respecto en los próximos días y semanas.

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Pero por el momento, es LG la que se ha adelantado a todo el mundo, con el primer televisor comercial que llega a esa resolución. Y no ha sido nada sencillo, porque el salto de 4K a 8K no es tan simple como multiplicar por dos la cantidad de píxeles; en vez de eso, el nuevo televisor tiene cuatro veces la cantidad de píxeles de un televisor 4K normal.

La resolución nativa del panel es de 7680 x 4320 píxeles, lo que da más de 33 millones de píxeles que mostrar al mismo tiempo. Es por eso que el salto debería ser notable, incluso si estamos acostumbrados a paneles 4K.

Ahora bien, ¿merece la pena el salto? Para LG, lo que merece la pena es apostar ya por esta tecnología, antes de que sea tarde. Afirman que, aunque el mercado 8K ahora mismo es mínimo, se espera que crezca hasta las 5 millones de unidades en apenas cuatro años.