Knops es como se llama este gadget que nos permite aislarnos del mundo. Es como un tapón pero con control.

¿Nunca has pensado que sería genial pulsar un botón y dejar de oír? En más de una ocasión lo más probable es que hayas deseado (o necesitado) poner en off tu oído para poder estudiar (o trabajar) con calma. Puede que en breve sea probable, pues Richard (junto con otros colaboradores), un Design Engineering que ha trabajado para la NASA y para IKEA ha desarrollado un dispositivo wearable que nos permite dejar de oír cuando queramos.

Por desgracia no es un aparato de escucha selectiva (que potencia escuchar todo aquello que viene de una dirección), sino que cuando queremos dejar de oír algo simplemente podemos bajar el volumen.

No funciona con baterías. Ni si quiera con ningún tipo de energía. Es como un auricular, pero con la peculiaridad de que gracias a un botón tipo acelerómetro podemos bloquear el acceso a cualquier ruido aislándonos del mundo e impidiendo que cualquier sonido llegue a nuestro tímpano. Pero no todo es blanco o negro: también nos permite bajar el volumen para no oír las cosas tan altas.

Está financiado por Kickstarter y ha triplicado lo esperado

Sobre el papel funciona muy bien, pero aún tenemos que comprobar si realmente es capaz de aislar todo el sonido o si por el contrario tan solo es capaz de reducirlo un poco (se estima que se podrá reducir todo los ruidos hasta los 10 dB, que es el nivel al que oímos las pisadas, por ejemplo).

El proyecto, que está anunciado en Kickstarter, fue financiado por completo en tan solo 24 horas. Al principio pretendían llegar a recaudar 30 000 dólares, pero a día de hoy, a falta de 17 días para que cierre el proyecto, ya van recaudados más de 80 000.

Lo más probable es que finalmente acaben superando los 100 000 dólares para cuando finalice el tiempo establecido, que es el 4 de mayo. El creador ya ha explicado que gracias a todas las personas que han apoyado el producto (casi 800) serán capaces de bajar el precio final.

Para quien haya participado en el proyecto y haya colaborado económicamente a cambio de una unidad, la recibirá en noviembre de este mismo año, o al menos eso indica la teoría.