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Tecnología

Dos monos paralíticos vuelven a andar gracias a implantes en su cerebro

Os hablamos de un implante cerebral que recientemente ha devuelto la capacidad de andar a dos monos paralíticos a causa de una lesión de la médula espinal.

10 noviembre, 2016 09:55

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Las lesiones en la médula espinal son una de las consecuencias más graves que puede acarrear un accidente, pues a menudo conllevan la pérdida de parte de la movilidad del cuerpo o de la capacidad completa de caminar.

Esto provoca un terrible y drástico cambio en la vida de las personas que lo sufren, por lo que los científicos llevan mucho tiempo tratando de buscar un método para solventar el problema, devolviendo la movilidad a quiénes la han perdido de esta forma.

Con más o menos éxito, han sido muchos los estudios que han abordado este tema, pero ninguno se ha acercado tanto al objetivo final como el que os vamos a contar hoy. Y es que se trata de un implante cerebral que se comunica con la médula, enviándole las señales que quedan bloqueadas de otro modo después de la lesión. No es la primera vez que se hace algo similar en animales, pero sí que se trata de un experimento pionero en primates y, como comprenderéis, eso significa que su extrapolación a humanos puede estar muy cerca.

¡Levántate y anda! El implante que devolvió la movilidad a dos monos paralíticos

El estudio del que os hablamos hoy ha sido llevado a cabo por científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, el Hospital Universitario de Lausana, la Universidad de Burdeos y la empresa Motac Neuroscience y se ha publicado recientemente en Nature; ¿pero en qué consiste?

Básicamente, se basa en el desarrollo de un dispositivo, bautizado como interfaz neuroprotésico-cerebro espinal; que, como su propio nombre indica, es una especie de prótesis que se encarga de conectar el cerebro y la médula espinal, propiciando que el primero mande a la segunda las señales que quedaron bloqueadas tras la lesión.

El dispositivo es una prótesis que se encarga de conectar el cerebro y la médula espinal, propiciando que el primero mande a la segunda las señales que quedaron bloqueadas tras la lesión.

Para comprobar su efecto, los investigadores introdujeron el implante en los cerebros de dos monos rhesus a los que previamente se les había lesionado una zona concreta de la médula que impedía totalmente la movilidad de la pierna derecha.

Poco después, como cabía esperar, ambos podían mover la pierna y, aunque no se tuvo en cuenta que pudiesen mantener el equilibrio o evitar obstáculos, se cree que éste es un gran primer paso (nunca mejor dicho) para el desarrollo de implantes muy eficaces extrapolables a los seres humanos.

¿Cómo funciona exactamente el implante que devolvió la movilidad a estos monos paralíticos?

El primer paso llevado a cabo por este dispositivo consiste en la interpretación de la actividad generada por la corteza motora del cerebro; que, al no estar dañada, sigue enviando las señales de movilidad de un modo normal.

A continuación, esta actividad se transmite a una serie de electrodos que se colocan justo debajo de la zona dañada de la médula espinal. Por otro lado, existe un ordenador que decodifica la señal y la transforma en movimientos; que a su vez serán impulsados por un estímulo eléctrico de pocos voltios que actúa directamente sobre los músculos de la pierna, haciendo que ésta se extienda o se flexione según la señal enviada.

Como resultado, se obtuvieron dos monos paralíticos que recobraron la capacidad de andar y un equipo de investigadores muy ilusionados con unos resultados que en un futuro podrían suponer la cura de aquellas personas que dejaron de caminar por una lesión de la médula espinal.