A pesar de que el ser humano se está cargando poco a poco todo el planeta, incluyendo flora y fauna, hay espacio para la esperanza.

Si bien recientemente os explicamos como hemos acabado con el 10% de los ecosistemas en 25 años, y con el 58% de los animales en 40 años, por suerte siguen existiendo algunos grandes proyectos que buscan la conservación animal. Ese es el caso de la reserva marina más grande del mundo, la cual se situará en la Antártida.

Según el acuerdo de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA), compuesta por 24 países, esta reserva marina tendrá un total de 1,55 millones de kilómetros cuadrados en el Mar de Ross, una superficie equivalente a 6 veces el Reino Unido.

Las nuevas reglas de la reserva marina más grande del mundo

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De hecho, no falta demasiado para que veamos activa la nueva reserva marina más grande del mundo, pues se espera que ya en 2017 se frenen las actividades perjudiciales como la pesca en esta zona con el objetivo de proteger la vida silvestre (incluyendo la protección del pingüino adelia y el pingüino emperador del mar Antártico).

Alrededor del 72% del área protegida quedará libre de toda pesca, mientras que otras zonas permitirán alguna recolección de krill y peces para la investigación científica exclusivamente. Todo ello es una gran noticia, teniendo en cuenta que desde 1970 la población animal de agua dulce ha disminuido hasta un 81%.

Ya el año pasado el nadador Lewis Pugh, de origen británico, completó a nado una serie alrededor de las aguas heladas del mar de Ross para pedir la creación de esta nueva reserva marina por el hecho de ser uno de los últimos ecosistemas marinos mejor conservados del mundo, hogar de pingüinos, focas de Weddell, bacalao antártico y orcas.

La nueva reserva marina más grande del mundo es solo el principio

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El acuerdo, elaborado por Nueva Zelanda y los EE.UU. y hecho realidad tras la firma de Rusia, con la participación de Reino Unido y la UE, es solo el comienzo según defiende Rod Downie, director del programa de caridad de la fauna polar de la WWF.

De momento el acuerdo tendrá una vigencia de 35 años, pero se buscará que el acuerdo sea algo permanente para poder preservar el bienestar de ballenas, pingüinos, focas y otras miles de especies que habitan la zona. Se seguirán preservando las oportunidades de investigación en el lugar, pero de forma muy controlada.

Incluso Greenpace, de boca de John Hocevar, ha dado su visto bueno a esta victoria. Como no podría ser de otra manera, ha aprovechado para hacer un llamamiento a la comunidad internacional para crear más lugares de protección de forma permanente, tanto en el Océano Antártico como en todo el planeta. La reserva marina más grande del mundo solo es el comienzo.