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¿Es cierto que las patatas brotadas son venenosas?

Os contamos si realmente las patatas brotadas y verdes son venenosas, como seguro que habréis escuchado en más de una ocasión.

12 agosto, 2016 11:28

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La gastronomía está lleno de historias, más o menos reales, sobre alimentos que podrían matarnos o, al menos, causarnos una buena intoxicación.

Verduras que sólo pueden comerse cocinadas, frutas cuyas semillas están cargadas de veneno y un largo etcétera que nos hace bastante reticentes a la hora de ingerir ciertos alimentos demonizados.

Éste es el caso de las patatas brotadas o verdes; que, como sabéis, tienen fama de ser muy perjudiciales para nuestra salud, por lo que finalmente acabamos prefiriendo prevenir a curar y las tiramos cuando el más mínimo atisbo de brote comienza a asomar. ¿Pero es realmente necesario ser tan precavidos? ¿Realmente estamos en peligro si comemos patatas en este estado? Hoy os vamos a dar la respuesta, para que podáis disfrutar sin miedo de un alimento tan rico.

¿A qué se deben los brotes y el enverdecimiento?

patatas brotadas

patatas brotadas

Antes de entrar en si son tóxicos o no, primero vamos a ver a qué se deben estos dos fenómenos tan típicos de las patatas.

Aunque el hecho de crecer bajo el suelo hace que muchas personas piensen que las patatas son raíces, en realidad son un tipo de tallos modificados, llamados tubérculos, que crecen en el subsuelo con el fin de proteger a la planta de las bajas temperaturas del invierno.

Por otro lado, para poder sobrevivir durante estos periodos de heladas también tienen la capacidad de producir mediante la fotosíntesis un gran número de nutrientes que en gran parte sirven de alimento a la propia planta, pero también permanecen en el interior del tubérculo una vez extraído para su consumo.

Y es precisamente después de su recogida cuando empiezan los “problemas”. En un inicio, es habitual ver en su piel una especie de manchitas, por las que pasado un tiempo comenzarán a crecer los temidos brotes.

Esto se debe a que dichos puntos no son más que los nudos del tallo, por lo que bajo ciertas condiciones de humedad, calor y luz, la planta empezará a brotar de nuevo.

Es un momento que, lógicamente, puede posponerse guardando las patatas en un lugar fresco, oscuro y seco, pero aún así acaba apareciendo tarde o temprano, acompañado de un curioso enverdecimiento de la piel y el fruto, que se debe al aumento de la clorofila; una sustancia que, como sabéis, es necesaria para que las plantas lleven a cabo la fotosíntesis.

¿Son venenosas las patatas brotadas y verdes?

papa_verde

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La clorofila no es para nada tóxica y, de hecho, posee ciertas propiedades muy beneficiosas para la salud, pero su aumento en el interior de la patata no llega sólo, sino que lo acompaña otra sustancia, llamada solanina, que sí que puede perjudicarnos si la tomamos en gran cantidad.

Esto se debe a que es un alcaloide, producido de forma natural por plantas solanáceas, como la patata, con el fin de defenderse del consumo por parte de animales herbívoros, que además también son repelidos por su sabor amargo.

Por este motivo, cuando comienzan a aparecer los brotes y la piel se torna de color verde, es aconsejable eliminar muy bien la zona afectada o, para curarse en salud, desecharla totalmente.

De todos modos, no debe cundir el pánico; pues, si bien es cierto que la dosis letal de solanina para humanos adultos es de 420 gramos, es prácticamente imposible tomar tal cantidad. En primer lugar, porque su sabor amargo haría que dejásemos de comer antes de llegar hasta ahí y, en segundo lugar, porque gran parte del alcaloide se encuentra situado en la piel, de modo que sólo el hecho de pelarlas eliminaría gran parte del peligro.

El último problema es que una vez que la planta haya empezado a brotar deberá tirar de sus reservas nutritivas, por lo que el aporte nutricional del alimento será mucho más bajo que en condiciones normales. Vamos, que no vale la pena para nada tomarlas en ese momento. No nos aportarán nada y, además, las tomaremos con miedo. Lo que sí podéis hacer es aprovechar la ocasión para sembrarlas y obtener vuestro propio cultivo. Así, en un futuro tendréis patatas nuevas sanas, sabrosas y cultivadas por vosotros mismos. Con la ilusión que eso hace.