plagas de medusas

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Las medusas nos están invadiendo, esta es la razón

Os contamos a qué se deben las plagas de medusas y por qué, aunque intentemos acabar con ellas, es prácticamente imposible.

18 julio, 2016 11:08

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Las plagas de medusas son uno de los mayores incordios del verano.

Pero no sólo por las picaduras leves que nos pueden fastidiar una tarde de playa y poco más, sino también por otras muchas razones que las han convertido en un animal realmente temido, que puede arruinar un gran número de sectores laborales, desde la pesca hasta el turismo.

Y lo peor de todo es que son prácticamente indestructibles, por lo que la plaga se hace cada vez más y más grande, mientras que nosotros asistimos atónitos sin saber qué hacer para detenerlas. ¿Pero por qué son tan perjudiciales? ¿Por qué no conocíamos estas plagas hasta hace poco? ¿Se puede hacer realmente algo para acabar con ellas? La respuesta a éstas y otras preguntas se encuentra en este post; así que, si queréis conocerla, preparaos para la inmersión.

Los peligros menos conocidos de las plagas de medusas

medusas-avispas-de-mar

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Más de uno de nosotros tiene por ahí la cicatriz de alguna medusa con la que se topó en algún momento de su vida. Otros no estamos marcados, pero recordamos con dolor alguna picadura pasada, mientras que otros no han vivido para contarlo.

Esto último nos puede parecer exagerado a la mayoría de nosotros, pero si tenemos algún lector australiano posiblemente estará asintiendo pensando en especies como la medusa irukandki o la avispa de mar (en la imagen superior), ambas típicas de sus costas y conocidas por la gravedad de sus picaduras.

De hecho, esta última está considerada como  la criatura más venenosa del planeta y ha sido responsable de más de 5.000 muertes desde mediados de los años 50.

Tiene sesenta tentáculos de unos ochenta centímetros de longitud, todos ellos cubiertos de ventosas rebosantes de un veneno que en pocos minutos puede causar el colapso nervioso y la muerte de sus infelices víctimas.

Ésta es razón suficiente para temerlas, pero la cosa no queda ahí, ya que la invasión de estos animales ha dado lugar al cierre de playas, con las consecuencias negativas que ello conlleva para el turismo, y también ha afectado al sector de la pesca, no sólo por disminuir la población de peces, sino también por el efecto en la pesca de arrastre, donde actúan obstruyendo y expandiendo las redes, e incluso volcando barcos pequeños en caso de acumularse muchos ejemplares de gran tamaño.

Además, también se han dado casos de medusas que obstruían tuberías en plantas de producción de energía, por lo que son muchos los sectores afectados por ellas.

¿Por qué se originan estas plagas de medusas?

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Las medusas tienen una facilidad increíble para propagarse por los océanos, llegando incluso a encontrarse ejemplares de las especies australianas que mencioné antes en lugares tan alejados como las costas de Gales.

Esto se debe a varias causas, como la presencia de pocos depredadores, que por norma general incluyen especies como la tortuga marina, el salmón o el albatros, pero que no se dan cuando colonizan nuevos ecosistemas.

Además, su forma de reproducirse las hace prácticamente indestructibles, pues  se propagan a través de pólipos, que consisten en pequeño paquetitos cargados de mini clones, que se quedan adheridos a las rocas a la espera del momento óptimo para salir al exterior. Pero la cosa no queda ahí, ya que cuando mueren liberan células capaces de unirse entre sí para formar nuevos pólipos, renaciendo de sus cenizas al más puro estilo del ave Fénix.

Sea como sea, las medusas han estado siempre ahí, pero parece que las plagas son cada vez más grandes. ¿Por qué ahora? ¿Quién tiene la culpa? Pues la tenemos nosotros, ¿verdad que no os extraña?

La mano del hombre está propiciando la invasión de diferentes formas, pero no sólo a través del aumento de temperatura de las aguas, como todos creemos. Por ejemplo, la pesca masiva del salmón está terminando con uno de los pocos depredadores capaces de hacerles cara, por lo que siguen nadando a sus anchas, sin nadie que luche contra ellas. Además, el vertido de pesticidas y otros productos tóxicos al océano está dando lugar a las conocidas como zonas muertas, en las que se produce una disminución drástica de los niveles de oxígeno que afecta a la mayoría de especies, pero no a las medusas, que necesitan muy poco de este gas para sobrevivir, por lo que siguen aumentando su población, sin la presencia de competidores.

Por último, y aunque pueda parecer una tontería, les estamos creando incubadoras y cunitas para sus bebés, ya que los pólipos buscan superficies duras a las que adherirse y hoy en día no disponen sólo de rocas o conchas marinas, sino que también tienen muelles, restos de naufragios, turbinas, botellas de plástico, cajas y toda la porquería que se os ocurra.

Por lo tanto, ¿tenemos derecho a quejarnos? Bueno, derecho sí, pero mientras lo hacéis no olvidéis que tenemos una gran parte de culpa. Como siempre.

Vía: Quartz