Con una escala atómica, han conseguido crear las que serían consideradas las bombillas más delgadas hasta la fecha utilizando filamentos de grafeno.

No deja de sorprendernos, el grafeno es el material casi milagroso que podemos aplicar a prácticamente todo con un resultado genial aunque todavía no tiene un uso comercial – y tampoco se le espera a corto plazo -.

Tras verlo en multitud de escenarios como antenas, pilas, coches y hasta en la seda de arañas, ahora los investigadores e ingenieros de la Universidad de Columbia, en colaboración con la Universidad Nacional de Seúl, han creado chips diminutos que emiten luz, gracias al grafeno.

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Montando filamentos de grafeno sobre sustrato de silicio y tras pasar corriente por ellos, alcanzaron una temperatura de 2.500 grados celsius, emitiendo así una intensa luz apreciable a simple vista pese a que el chip en sí casi no se pueda ver por su tamaño.

No es la primera vez que vemos una aplicación del grafeno sobre bombillas. Hace unos meses ya conocimos como el material de moda era utilizado por la Universidad de Manchester para crear luces LED un 10% más eficientes cubriendo los filamentos con grafeno, conduciendo mejor la electricidad y además mejorando la disipación de calor.

En el caso actual, dado el tamaño atómico de los filamentos y la intensa luz que emiten, se habla de la bombilla más delgada del mundo. Obviamente, esto sigue sin acercar al grafeno al mundo real, al consumo final, pero sí se tiene muchas expectativas en su aplicación en circuitos fotónicos.