Microsoft no se rinde: también quieren controlar el hardware en el que la gente utiliza Windows, no dejar esa labor en las manos de los fabricantes. Para ello atacan el mercado de la mano de su gama Surface, tenemos presentada en sociedad el último dispositivo de la saga, y en Omicrono nos hemos hecho con una para probarla con todo detalle.

Hay veces en las que una tablet puede funcionar perfectamente para lo que quieres hacer, pero hay veces en la que necesitas ese empujón extra que te puede dar un portátil con su teclado y sus mejores especificaciones. Microsoft lleva mucho tiempo tratando de encontrar ese equilibrio entre potencia y versatilidad con sus tablets Surface y las fundas-teclado que las caracterizan, ¿pero lo habrán conseguido con la última Surface que presentaron? Para comprobarlo nos hemos hecho con una unidad, y os contamos nuestras impresiones y la experiencia que hemos tenido con ella.

Microsoft Surface 3, hoja técnica y especificaciones

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En esta Surface 3 no nos encontraremos piezas tan potentes como sí nos podíamos encontrar en las Surface Pro: en esta Surface 3 han apostado por un procesador Intel Atom (aunque de la última hornada de Braswell, los sucesores de Bay Trail), 4GB de memoria RAM acompañados de 128GB de memoria interna en su configuración más potente… nada de procesadores Intel Core i5 o i7, más potentes pero con un impacto mucho mayor en el conjunto del sistema. En cualquier caso, estas son sus especificaciones:

• Pantalla multitáctil (10 toques) ClearType FullHD Plus (1920×1280) de 10.8 pulgadas, relación 3:2 y stylus
• Procesador Intel Atom x7-Z8700 de cuatro núcleos, 1.6GHz hasta 2.4GHz con Intel Burst
• 2GB de RAM con 64GB de almacenamiento | 4GB de RAM con 128GB de almacenamiento
• Cámara trasera de 8MP con autofocus, cámara frontal de 3.5MP, micrófono y altavoces frontales estéreo Dolby integrados
• Puerto USB 3.0 completo, mini DisplayPort, microSD, puerto de carga microUSB, jack de 3.5mm y puerto de funda
• Sensor de luz ambiental, proximidad, acelerómetro, giroscopio y magnetómetro
• Conectividad WiFi 802.11 a/b/g/n/ac y Bluetooth 4.0
• Windows 8.1 con suscripción de 1 año a Office 365 Personal + 1TB en OneDrive
• 267 x 187 x 8.7 mm, 622 gramos

Diseño: todo un acierto en movilidad

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Si hay que destacar algo de la Surface 3, el factor que escogería es su movilidad: el poder llevármelo a todas partes sin preocuparme de cosas como el peso o las dimensiones, y sabiendo que la funda que incorpora va a funcionar como teclado físico a la vez que protegerá la pantalla. Además, la pestaña de aluminio que lo caracteriza y sus tres posiciones también son acertadas, y hace muy cómodo el llevárselo a cualquier lado.

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En la parte frontal nos encontraremos con esa gran pantalla que casi alcanza las 10 pulgadas, acompañada de una webcam y sensores en la parte superior, y el botón de Windows en la parte derecha (aunque la orientación de la pantalla se pondrá según detecte el acelerómetro). Arriba tenemos los botones de volumen y encendido de un tamaño generoso, abajo el conector para la funda-teclado, y a mano derecha todos los conectores con los que viene esta Surface. Sólo nos queda poner nuestros ojos en la parte trasera, lugar donde está la cámara que nos falta y la placa que hace las veces de peana.

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Respecto la archiconocida funda-teclado, accesorio que se vende por separado pero que forma parte de la filosofía de Surface, es una pieza que se integra perfectamente con la Surface 3: imanes y un conector que dejan fija la posición de teclado retroiluminado. Las teclas no funcionan cuando detecta que el teclado no está en posición de escritura, aunque es algo raro sujetar la Surface y estar pulsando teclas en la parte trasera, y sirve como funda para la pantalla (con el bonus de que la pantalla se apaga cuando colocamos la funda sobre ella) cuando no estemos usando nuestra tablet.

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No es una tablet enfocada a utilizar con una sola mano: tendremos que usar siempre ambas manos, o apoyar la Surface 3 en alguna superficie como una mesa o nuestras piernas. Quitando eso, es una tablet bastante portable y fina para lo que es, y es una muy buena opción para todos aquellos que no estén dispuestos a cargar todo el día con un portátil en la mochila. Además, las líneas rectas y el acabado metálico de todo el conjunto le da un toque de distinción muy apreciable, tanto a la vista como al tacto.

Prestaciones: limitadas pero competentes

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Como os hemos comentado al principio, esta Surface 3 no se ha ido a los componentes más potentes: utiliza un Intel Atom de última hornada que promete rendimiento sin la presencia de ventiladores. Lo cierto es que los Atom se han ganado una fama negativa en sus inicios, dado que los productos que los llevaban están mejor en el olvido, pero Intel ha sabido hacer evolucionar a la gama para hacer olvidar esas experiencias negativas.

Este Intel Atom del que hablamos promete eso mismo: un impacto en la batería y en sensación térmica menor, sin sacrificar tanto rendimiento como hacían los otros Atom, y lo cierto es que lo consigue, dado que conseguimos un rendimiento fluido en los menús y programas de Windows 8.1 que utilizamos todos los días.

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Navegadores, notas a mano alzada, aplicaciones en formato Metro, programas de Office, documentos de todo tipo… no se le atraganta ninguna función básica que podamos requerir de una tablet con Windows. Por otra parte, Microsoft afirma que la tablet cuenta con 10 horas de batería, y me lo creo cuando me ha durado en las manos todo un día de trabajo y estudio (con pausas) sin muchos problemas. Aunque, como ya os podéis imaginar, las pruebas de duración de batería son susceptibles a las condiciones en las que estemos. También me gustaría destacar el alcance de las antenas WiFi equipadas, y la luminosidad de la cámara delantera, dos de los aspectos que me han sorprendido para bien en un uso diario.

Respecto a tareas más exigentes, y como es lógico al contar con una tarjeta gráfica integrada, no podemos pedir demasiado. Los programas de fotografía de Adobe (Lightroom y Photoshop) funcionan sin problemas, mientras que juegos de recursos contenidos como Portal 2 (gráficos en alto) y Civilization: Beyond Earth (gráficos en bajo, modo táctil) funcionan sin ningún problema. En estos casos la duración de la batería se resiente, y las temperaturas suben notablemente al tacto en la parte superior de la tablet. Midiendo los sensores, lo máximo que ha alcanzado el procesador ha sido entre 70 y 80ºC con picos máximos de 81-85ºC, una temperatura aceptable teniendo en cuenta que no tenemos ventiladores y este Intel Atom puede seguir hasta los 90ºC sin ningún riesgo para el funcionamiento.

Lápiz para Surface, el compañero ideal

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Uno de los accesorios imprescindibles para sacar todo el provecho de la Surface es el stylus: un lápiz táctil compatible con la pantalla de la Surface 3, que incluye dos botones en el cuerpo (multifunción) y un botón de color en la parte superior (que funciona como acceso directo a OneNote). El stylus funciona en todo el sistema con rapidez y precisión, tiene una pila en su interior para que funcionen aspectos como la detección sin pulsar la pantalla, y está hecho con el mismo material que la carcasa de la Surface.

He apreciado mucho este stylus por dos cosas. La primera es que reconoce la presión que aplicamos sobre la pantalla: hará trazos más finos o gruesos dependiendo de la presión con la que usemos el stylus sobre la pantalla, algo que apreciarán mucho aquellos que dibujan o toman notas a mano alzada.

El otro detalle es que, cuando la tablet detecta que el stylus está sobre la pantalla, la pantalla tactil se bloquea y sólo permite utilizar gestos con nuestras pulsaciones, algo que permite apoyar la palma de la mano sobre la pantalla sin miedo a que pinte algo que no sea el lápiz: podemos hacer descansar nuestra mano sobre la pantalla sin miedo a rayajos en nuestra nota.

En resumen, son pequeños detalles que, aunque no colocan a la Surface 3 como rival de muchas alternativas de stylus y tablets profesionales para dibujar, sí se aprecian y hacen que utilizar el stylus sea mucho más que usar el típico puntero para pantallas táctiles que podemos comprar para una tablet convencional. También existen otros accesorios, como un dock de escritorio, pero no hemos hemos podido probarlo junto a esta Surface 3.

De Windows 8.1 a Windows 10 (Technical Preview)

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Es algo que no podíamos dejar pasar, aprovechando la conferencia que Microsoft hizo hace no mucho: probar cómo se comporta la Surface 3 con el reluciente Windows 10 que Microsoft deja probar a los usuarios más avanzados. Nuestra Surface 3 va perfecta y fluida con el Windows 8.1 preinstalado, ¿pero se comportará igual de bien al intentar instalar Windows 10?

La respuesta, por desgracia y después de una instalación larga, es negativa: el concepto y las líneas de diseño son estupendas y le dan un buen lavado de cara a Windows, pero el rendimiento y la fluidez dejan muchísimo que desear con la Build 10074. Es extraño, teniendo en cuenta que esa misma Build funciona de maravilla en varios de los portátiles con los que trabajo habitualmente, y probablemente se debe al utilizar hardware tan nuevo y específico, pero revela que Windows 10 necesita un buen trabajo de optimización con la Surface 3. Esperemos que Microsoft lo haga con buen pie, y podamos disfrutar de una buena experiencia cuando la versión final alcance las tiendas.

Actualización: Microsoft ha confirmado (como también nos habéis apuntado en los comentarios) que no existen drivers para los componentes de esta Surface 3, y desaconseja por completo el uso de esta Technical Preview en la Surface 3 hasta nuevo aviso. Esto explica con los problemas de rendimiento que comentábamos en comparación a Windows 8.1, y hace razonable el esperar al lanzamiento de la versión RTM para comprobar cómo funciona Windows 10 en la Surface 3.

Conclusiones: una gran Surface conlleva un gran precio

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Mentiría si dijera que la Surface 3 no me ha gustado: es un dispositivo ideal para todos aquellos que necesitan un grado más de movilidad. Tiene sus pegas como cualquier otro dispositivo, y detalles que podrían mejorar, como colocar más puertos de conexión en los laterales y hacerle un poco más potente para los usuarios que necesiten algo más de fuerza bruta. No es el dispositivo que buscas si necesitas potencia sobre todo lo demás, o juegos que llevarte a cualquier parte, pero es capaz de cumplir con las necesidades de la mayoría de usuarios, y podría llegar a sustituir los ordenadores de muchos usuarios sin ningún problema.

Lo único que podría criticar del conjunto llegados a este punto es el precio: 599€ es excesivo para una tablet, más sabiendo que tenemos que comprar el resto de componentes del ecosistema por separado para poder transformarlo en el ordenador completo que Microsoft quiere vendernos con el concepto de Surface. Si estás interesado sobre precios y disponibilidad, hablamos de ello con detalle con motivo de su lanzamiento en España:

Surface 3 ya disponible en España por 599 €