chips silicio agua 1

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Tecnología

Chips de silicio que se autodestruyen disolviéndose en el agua

Un nuevo estudio ha desarrollado chips de silicio que se autodestruyen solo sumergiéndolos en agua, con muchas aplicaciones médicas.

16 enero, 2015 11:13

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La idea de dispositivos electrónicos que puedan disolverse no es nueva, pero un nuevo desarrollo promete mejor que nunca hacerlo realidad. ¿Llegará el día en el que podamos deshacernos de nuestro móvil tirándolo a la bañera? Será posible con chips de silicio que se autodestruyen.

A esta idea se le llama “electrónica transitoria”, y no es la primera vez que hemos hablado de ella; en 2013 os hablamos de un estudio similar de chips capaces de disolverse en el agua, pero este nuevo estudio conjunto de la Universidad de Illinois y de la Universidad Tufts va mas allá. Para empezar, estos chips son de silicio, y no de magnesio como los anteriores; eso significa que son mas eficientes para conducir la electricidad y mas aptos para ser incluidos en dispositivos eléctricos.

Chips de silicio que se autodestruyen para usos médicos

chips silicio agua 2

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Aunque ya se sabía que el silicio podía disolverse en agua, el tiempo que necesita para ello es demasiado largo como para resultar útil; en vez de esperar los investigadores decidieron explorar las características de compuestos derivados del silicio. Aquí es donde entra el dióxido de silicio y el wolframio, también conocido como tungsteno. Los investigadores crearon transistores y osciladores en anillo en base a estos materiales y comprobaron cuánto tardaban en disolverse completamente en agua.

En situaciones biocompatibles, es decir, semejantes a las de un cuerpo humano (37ºC y 7.4 pH) los componentes de wolframio tardaban una semana en disolverse, mientras que los de dióxido de silicio tardaban entre tres meses y tres años. Suena a mucho, pero esos son los plazos de tiempo mas útiles para aplicaciones médicas; además el ritmo de disolución puede controlarse aspectos como el grosor del material, o incluso el método usado para dejar el dióxido de silicio en el sustrato.

Por tanto este estudio abre la puerta a chips mas complicados creados en dióxido de silicio que permitan mas posibilidades; por ejemplo, para crear sensores que monitoricen nuestros órganos como el corazón, los pulmones o el hígado.