Tecnología

La infidelidad por Internet, ¿lo tenemos claro?

29 octubre, 2014 20:16

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Seguro que muchos no os hubierais imaginado jamás estar hablando de estas cosas, lo cierto es que la tecnología ha evolucionado de tal manera que podríamos decir que llevamos dos vidas, la real y la virtual. Las reglas de la vida real están más claras y tienen unos protocolos sociales conocidos. Pero ¿y las de Internet? Con nuevas posibilidades que se abren cada día es difícil saber cuándo uno está cruzando una raya o está haciendo algo incorrecto dado que las normas morales que rigen estos ámbitos son inexistentes hasta que el ámbito aparece. Internet ha cambiado la forma de comunicación humana, dándonos nuevas posibilidades como hablar con completos extraños o que estos conozcan aspectos de nuestra vida privada, algo antes impensable.

Y como todos dependemos de las tecnologías (¿A quién no le ha dado un mini infarto al ver que se había dejado el móvil en casa?) deberíamos plantearnos si tenemos claros los límites y las consecuencias de lo que hacemos. Hoy me refiero a un ámbito concreto, el ámbito de las relaciones de pareja, las relaciones sentimentales, que se han adaptado muy rápido a estos sistemas (¿Tal vez demasiado?).

¿Por qué la gente no era tan infiel antes? Pues en parte por el riesgo y todas las conductas que se tenían que llevar a cabo y que al final atacaban a la conciencia. Ocultar cartas de amor, quedar en lugares desconocidos, llamar desde cabinas públicas, esconder recibos de la tarjeta de crédito, mentir sobre donde estaba uno… y siempre con contacto físico en persona. Al final si tenías un poco de conciencia te sabía mal hacer todo eso a espaldas de tu pareja. Hoy en día… Tú tienes tus contraseñas y lo que hagas por internet es fácil de ocultar y nadie tiene porque enterarse, ¿El problema?, tal vez es demasiado fácil, eso hace que se salten filtros, tal vez es demasiado rápido, una conversación inocente por internet rápidamente puede pasar a algo más sin que te des cuenta, luego la borras y listo… Si fuera en persona temerías que alguien te viera, que volvieras a encontrarte a esa persona, ¿por internet? Pues no. Además como por Internet no hay contacto físico directo… Pues la excusa está servida.

La posibilidad de intimidad por internet crece cada día, surgen nuevas aplicaciones, nuevas redes sociales, nuevas formas de intimar con otras personas, haciéndolo mucho más fácil de lo que era antes. ¿Están surgiendo estás tecnologías mucho más rápido de lo que podemos adaptar a ellas nuestra moralidad? Probablemente…

Los datos muestran que si bien la infidelidad siempre ha existido, las cifras van en aumento con el crecimiento de las nuevas tecnologías... Antes solo el que era un poco… “ejem”… era infiel, ahora cualquiera puede serlo sin que le suponga mayor problema.

El problema del anonimato-opuesto

Es extraño, la principal ventaja de internet es que puedes hablar con extraños, gente con la que nunca te cruzarás por la calle, gente que no conoces ni vive cerca de ti, gente que no tiene porqué saber la verdad de ti, esto incita a muchas cosas y anula inhibiciones… Pero a la inversa… ¡Desde que existe internet ya nadie es desconocido! Todo el mundo tiene una huella digital, un rastro, con múltiples perfiles, con direcciones IP que rastrear, con cuentas de correo, con perfiles y fotos a la vista del que guste… En realidad es ambas cosas a la vez, en Internet no te conoce nadie y a la vez te conocen todos. ¿Cómo actuar en un entorno así? Pues no es raro afirmar que muchos actúan bastante mal y luego pagan las consecuencias.

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La investigación

Por surrealista que parezca se ha tenido que hacer investigacion al respecto. Y ¿Qué encuentran los estudios? Que la infidelidad es infidelidad, sea en el entorno que sea (real o virtual).

DEFINIENDO LA INFIDELIDAD POR INTERNET: En un artículo publicado en la revista “Computers in human behaviour” se entrevistó a 920 parejas casadas y se les preguntó que consideraban aceptable que hiciera un marido o una esposa casada por internet y que no. Surgieron cuatro conductas principales que mayoritariamente se consideraron incorrectas:

  • Revelar detalles personales sobre uno mismo o sobre el matrimonio de uno.
  • Coquetear.
  • Conductas de “cibersexo”
  • Enamorarse.

Sorprendentemente corresponden con las mismas reglas que se rigen en el mundo real y además parecen ser la progresión natural en la evolución de una infidelidad.

Otro estudio revelo que un sorprendente 22% de las parejas acababan divorciándose o separándose por motivos directamente relacionados con internet. (Revista “sexual adiction and compulsivity”).

De hecho existe hasta una página en la que la gente puede narrar anónimamente como Facebook está destrozando sus relaciones (facebookcheating.com). El hecho de que existan páginas como estas ha permitido analizar los contenidos de las mismas y buscar factores en común en las historias ahí narradas. Investigadores del programa de terapia marital y familiar de Texas decidieron identificar las señales de “alarma” que eran comunes a varias historias. Las señales de que la pareja estaba cometiendo una infidelidad fueron:

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  • Cambios en la conducta. Igual que en la infidelidad de toda la vida lo primero son los cambios de conducta. Cambios del tipo: Estar con el móvil más tiempo que antes, llevarse el portátil a la cama, pasar más horas que antes o estar hasta más tarde en Internet.
  • La conducta sospechosa o secreta es la más obvia, el punto de inflexión. Te oculta quien le escribe, ha cambiado su contraseña, nunca deja el móvil en la mesa, se va a “trabajar” en el ordenador a otra habitación cuando antes no lo hacía, no mira quien le escribe si están contigo (para que no le preguntes quién es), sin embargo se van directos al móvil en cuanto te alejas, etc… Los hay que incluso habían borrado a su pareja del Facebook para que no pudiera ver lo que hacían. También nos encontramos con el típico cierre de pantalla en cuento entras en la habitación.

¿Es igual de malo ser infiel por Internet que en la vida real?

Pues es curioso que son los únicamente los infieles quienes afirman que no, mientras que la parte afectada se siente igual de traicionada que en una situación real y lo considera igual de malo.

Si las relaciones implican acuerdos de exclusividad, intimidad, confianza y sinceridad, ¿Por qué no iban a aplicarse esas reglas a la conducta que exhibimos por Internet? Además las señales que delatan una infidelidad por Internet son muy similares a las de la vida real, de hecho, el proceso suele ser muy similar, como siempre Internet copia los actos que suceden en persona. Atentar contra la exclusividad y la confianza con la pareja por Internet sí es infidelidad solo que en otro ámbito.

Casi un cuarto de las infidelidades por Internet acaban en divorcio o separación lo cual de por si puede indicarnos que bien no está y que se hace daño a la otra persona (igual que en cualquier tipo de infidelidad), eso sin hablar de los porcentajes de personas que no son conscientes de que les están siendo infieles o las que deciden luchar para recuperar la relación con el siguiente deterioro emocional.

El impacto en la relación es el mismo en ambos casos, la confianza se rompe y se causa el mismo dolor a la otra persona. Por mucho que tu físicamente no estuvieras ahí tocando a esa persona, el intercambio íntimo y  sexual lo tuviste igual y esa no es excusa.

Internet como plataforma para la infidelidad:

Quizá este ámbito surgió primero, es decir, primero debimos darnos cuenta de que se podía engañar a otra persona a través de Internet para que luego surgiera el uso de Internet como forma de ser celosos y controlar a la pareja (aspecto que veremos en el siguiente punto). Si bien para todos puede quedar medianamente claro todo lo anterior, hay conductas que están muy borrosas, por ejemplo, ¿poner un piropo en la foto de otra persona diciéndole lo guapa que está?, ¿Tener una conversación por chat con un ex?, ¿Enviarle una foto picante a alguien aunque no vaya a más?, si os fijáis probablemente son cosas que la mayoría no consideramos nocivas (no en exceso), pero, ¿y si lo extrapolamos fuera de internet?: ¿Le dirías piropos a una chica en persona?, ¿le darías una foto tuya insinuante (en mano) a otra persona que no fuera tu pareja?, ¿Quedarías con tu ex a espaldas de tu pareja? En realidad la única diferencia es que Internet nos encubre y elimina el factor “en persona y cara a cara”, el resto es igual. Pues si bien probablemente ninguna pareja se rompería por estas conductas si que sembrarían una semillita… Porqué como decía antes es muy fácil que de un comentario positivo en una foto se pase a un chat, de un chat a un intercambio de fotos intimas y de ahí a comentarios sexuales. Algunos de ahí pueden pasar a la webcam… Y lo que empezó como algo inocente (o no) se descontrola. Ojo, si uno tiene claro el límite el problema desaparece porque cuando se cruza una línea la persona no sigue con el juego, lo que ocurre es que frecuentemente no lo tenemos claro y todo se vuelve un… “por una vez no pasa nada”…

Más complicado es aún saber si por ejemplo en otras situaciones ficticias, por ejemplo si tengo un “personaje” (creado en base a mi) y ese personaje tiene sexo con otra persona en (pongamos por ejemplo) los Sims o cualquier otro juego de vidas paralelas, ¿Eso es infidelidad? Diría que este es un caso muy diferente, pero ¿Alguien ha pensado como afecta eso a una pareja?

Internet como plataforma para los celos:

Así como se pudo ligar por internet se pudo usar este para espiar y controlar a la pareja. Realmente mucha gente ha acabado desquiciada por ello. Revisando constantemente quien ha escrito a la pareja, a quien le ha puesto un me gusta, a qué hora fue su última conexión en WhatsApp, que nuevas amistades ha agregado, por qué no me ha contestado si me sale que ha visto la conversación, me dijo que estaba en tal sitio pero un amigo ha colgado una foto en tal otro sitio… Esto sin entrar ya a cotillear robando contraseñas o esperando a que se vaya al baño sin cerrar la pestaña. Yo creo que casi el mismo número de relaciones que se rompen por Infidelidades se deben romper por celos patológicos. Uno no puede basar su vida en controlar y espiar las 24h a otra persona. Si no confías en ella pues tal vez no deberías estar con ella o tal vez tengas un problema que trabajar.

Igualmente es idealista pensar que si somos infieles por internet nadie lo sabrá, a veces es más fácil de lo que pensamos y las pruebas no se borran… Internet sirve para ser Infiel pero también para descubrirlo, es un arma de doble filo.

Cómo no caer en las redes:

  • Desactiva los registros de: ultima hora conectado, localización, etc… No para que no sepan de ti, sino para que tú tampoco sepas de los demás (acabas dependiendo de ello como prueba de veracidad y sinceramente el sistema falla más que acierta). No seas esclava de estos datos, créeme se vive mejor.
  • No quieras saber las contraseñas de tu pareja, por mucho que se ofrezca a dártelas. Es una tentación muy grande que te puedes ahorrar.
  • No crees perfiles conjuntos. Cada uno tiene que mantener algo de independencia, en eso se basa la confianza, no podemos absorber toda la vida de esa persona.
  • Habla con tu pareja si lo crees necesario de que limites creéis son adecuados y acordáis ambos respetar. Por ejemplo con el común: ¿Pongo o no pongo que estoy en una relación?
  • Recuerda: Si alguien decide serte infiel, es una decisión que ha tomado esa persona. Intentar evitarlo no tiene sentido ni tampoco obsesionarse al respecto. Puede pasarle a cualquiera y puede que nunca lo sepas, sí, pero hay que vivir con ello. Como hemos dicho las relaciones se basan en la confianza, si estás con alguien en el que no confías el problema va más allá de la infidelidad o estaba antes de ella.
  • Procura comparar lo que haces por internet con la vida real. ¿Haría esto en la vida real? Si la respuesta es no, tampoco lo hagas por internet.
  • Procura ponerte en el otro lado: ¿Si yo supiera que mi pareja hace esto, me parecería bien? Si la respuesta es no, no lo hagas.
  • Es algo que tienes que ocultar o sobre lo que mentir, entonces puede que también eso indique que no está bien.
  • Nunca reveles datos de terceras personas sin su consentimiento, ni hables de temas excesivamente personales sin pensarlo dos veces. Si decides cruzar un límite crúzalo solo, deja a los demás fuera. Pero recuerda, en internet, toda información puede ser usada en tu contra.
  • Piensa que con quien te relacionas por Internet puede ser una persona casada, con hijos o en pareja, o incluso una persona totalmente diferente a quien tú crees. ¿Hasta qué punto quieres contribuir a una mala acción aún sin ser tú el malo?

Fuente: Psychology Today.

Imagen: Flickr, Flickr.