Puede parece que hayamos llegado a un punto en el que las baterías de ion-litio ya han encontrado su límite, y que no tenemos mas remedio que buscar otros materiales y métodos para almacenar y usar energía eléctrica. En un principio parecía que el silicio podía ser el elemento que diese nueva vida a las baterías, y su uso como ánodo en una batería ion-litio permitiría un almacenamiento de 4.000 mAh por gramo, mientras el grafito usado hasta ahora apenas permitía 372 mAh por gramo.

Nuevo método de fabricación que abre puertas

Sin embargo con el tiempo se ha descubierto que el silicio se deteriora demasiado después de una pequeña cantidad de cargas y descargas, lo que obliga a encontrar otro material… ¿o no? El método que plantea un equipo de la Universidad de California en Riverside permite seguir usando silicio para mejorar el almacenamiento de las baterías: nanoestructuras de carbono.

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Los investigadores han ideado estructuras cónicas en tres dimensiones a base de nanotubos de carbono, a los que va unido el silicio que es el que realmente hace de ánodo en la reacción. La estructura evita que el silicio se rompa y deteriore con el tiempo, y así obtenemos sus beneficios aunque no en una medida tan alta, permitiendo el almacenamiento de “solo” 1954 mAh por gramo, pero  está compensado por el dato de que es posible recargarse en apenas 10 minutos.

Fuente | UCR Today | IEEE Spectrum