Después de negar la mayor durante meses, finalmente Microsoft se ha dado por vencida y venderá una versión de Xbox One sin Kinect a un precio menor, 399 dólares. La inclusión del sistema de reconocimiento fue polémica por muchas razones, entre ellas la posibilidad de que fuese usada para espiar a los usuarios, aunque la mayor queja vino de que su inclusión y su uso obligatorio aumentaba el precio del paquete básico de la consola sin un gran beneficio para el jugador.

Una apuesta sin recompensa

Kinect ha sido un producto que Microsoft ha querido meter por la fuerza en el salón sin mucho éxito. La versión inicial para Xbox 360 no consiguió cumplir las expectativas iniciales y pronto se convirtió en una curiosidad mas. Con Xbox One, Microsoft decidió hacer su uso obligatorio; la idea era que los desarrolladores se atreviesen a lanzar mas juegos diseñados para el sistema con la seguridad de que todos los jugadores podrían disfrutarlos. La apuesta fue tan alta que Microsoft estuvo dispuesta a salir al mercado en desventaja respecto a una Playstation 4 unos 100 € mas barata.

xbox one ps4

Sin embargo a la hora de la verdad el porcentaje de juegos para Kinect en Xbox One no es mayor que en 360, y los usuarios no parecen estar mas interesados en el sistema que cuando era opcional. Por eso Microsoft ahora asegura que ha “escuchado” a los usuarios y por eso lanzará una nueva versión de Xbox One sin Kinect por 399 dólares (que podemos esperar que sean 399 € en Europa).

Con esto Xbox One se pone en igualdad con Playstation 4, por lo que ya no hay excusa posible: a partir de ahora si Microsoft no ve una mejoría en ventas significará que el problema de la consola es endémico. La nueva Xbox One sin Kinect llegará a todos los mercados donde ya se vende la consola el próximo 9 de Junio. Además, a partir de ahora para usar los servicios de vídeo en streaming como Netflix o Youtube no será necesario pagar la cuota de Xbox Live.

Fuente | Xbox