Dentro de los rasgos de personalidad hay algunos que consideramos inflexibles, lo eres o no lo eres. Frecuentemente la creatividad es uno de ellos. Asociamos la creatividad con la inteligencia y es cierto que la inteligencia favorece la creatividad, pero sin embargo no la garantiza, y sin duda, es algo que podemos entrenar. Así hay gente que considera la inteligencia necesaria pero no suficiente para la creatividad. Por lo general se acepta la idea de un umbral, es necesario un umbral mínimo de inteligencia para poder desarrollar cierto nivel de creatividad, sin embargo, una vez alcanzado ese umbral, el resto depende mucho más de la persona. Y esto es lo que vamos a ver hoy, como potenciar la creatividad.

¿Qué es la creatividad?

Sería sinónimo de pensamiento divergente, pensamiento creativo, inventiva o pensamiento original. Se entiende como la capacidad de imaginar, inventar, crear nuevas cosas (ideas o conceptos) o nuevas asociaciones entre conceptos ya existentes. Permite solucionar problemas y obtener ideas ingeniosas para enfrentarse a ellos. La originalidad y la adaptabilidad están en la base de todo pensamiento creativo.

Aun hoy en día se desconoce con certeza la base neurológica que posibilita o configura la creatividad, aunque se sabe es un proceso complejo que implica muchas áreas diferentes, más allá de la tradicional visión de que se desarrollaba en el hemisferio derecho (el considerado emocional y creativo versus el izquierdo racional y analítico).

Como vemos ser creativos es una herramienta muy útil en la vida diaria, puede sacarnos de muchos problemas y ofrecernos grandes ventajas.

Hay personas en las que la creatividad es un rasgo fijo, sin embargo la creatividad también puede cambiar según el contexto y la situación, y como no, puede entrenarse. Normalmente las personas creativas suelen evitar situaciones de rutina o donde reinan los hábitos, ya que estos son enemigos de la creatividad. Hay estudios que contemplan que las personas creativas pueden tener personalidades más complejas y difíciles de entender dado el amplio rango de factores que convergen para dar lugar a esa creatividad, una complejidad que en otras personalidades puede no aparecer y que se compone de experiencias pasadas, rasgos de personalidad, conductas e influencias sociales.

¿Cómo potenciarla?

• Sueña despierto: dejar la mente fluir es una forma de incubar un pensamiento creativo, de abrirle las puertas. Si le ponemos frenos al pensamiento la creatividad nunca puede hacer acto de presencia. Deja fluir tus pensamientos. Esta actividad permite conexiones espontaneas entre ideas.
• Obsérvalo todo. Sé curioso. La información que absorbas de tu entorno se transformará en nuevas ideas, contempla el amplio abanico de posibilidades que se teje a tu alrededor. El agente que observa somos nosotros, “yo”, y este es el actor que utilizará esa información para modificar lo que le rodea.
•  Trabaja las horas que te van bien a ti. Hay gente que trabaja mejor pronto por la mañana, otros bien entrada la noche. Utiliza las horas de máximo potencial, explota tus recursos. Organiza tu día alrededor de tus horas de máxima actividad, y no a la inversa. Que los convencionalismos sociales no sean barrera para sacar el máximo provecho a tus mejores horas. Eso sí, ajústate de manera sana y razonable, compensando las horas de sueño, etc… (el dormir es importante para ser creativo).
• Dedica tiempo a estar solo. Para estar abierto a la creatividad debes tener la capacidad de utilizar de forma constructiva la soledad. Antes de ser creativo uno debe perder el miedo a estar solo. En ocasiones la mente no está totalmente relajada y libre para soñar hasta que estamos solos y libres de distracciones. Debes entrar en contacto con tu discurso interior.
• Aprende a transformar los obstáculos en tu vida. A veces el dolor, el sufrimiento y las dificultades son los catalizadores de grandes obras de arte. Hay gente que es capaz de utilizar momentos de gran sufrimiento como impulsores de cambios y crecimiento creativo. Las dificultades hacen que valoremos más otras cosas, que sepamos apreciar mejor lo que nos rodea y agilizan la mente. A veces la mente no entra en marcha hasta que no le queda más remedio, pero ese es un momento tan bueno como otro cualquiera para iniciar una construcción creativa que impulse un mejor bienestar. Es el combustible que nos permitirá obtener una visión diferente y más profunda de la realidad. No es hasta que nuestro “lugar seguro” desaparece que perdemos el miedo a lo nuevo y lo desconocido.
• Busca activamente nuevas experiencias. Ábrete a nuevos estados mentales, nuevas experiencias, nuevas sensaciones. La apertura a nuevas experiencias se considera el mejor predictor de la creatividad. Esto abarca la búsqueda de sensaciones, la curiosidad intelectual, la apertura a las nuevas emociones, la apertura a la fantasía… Si lo juntamos todo tenemos un impulso de exploración cognitiva y conductual del mundo (interior y exterior).
• Crece con los errores y fallos. El éxito creativo se basa en la resiliencia (la capacidad para conservar la integridad ante los daños que nos causa el exterior, en este caso ante los fallos). Muchas veces la creatividad consiste en ir intentando cosas hasta que una funciona, y eso implica ser fuerte y no rendirse. Forma parte de esto el aprender a no tomarte las cosas como algo personal. La gente creativa comete errores, los buenos de verdad, muchos más.
• Haz las grandes preguntas, sin temer la respuesta. Mantén curiosidad por la vida, pregúntate el porqué y el cómo las cosas son como son. Elige examinar lo que envuelve a la vida, interésate por los grandes misterios del universo y lo que constituye tu mundo.
• Observa a los demás. Sé curioso sobre la vida de los demás, puedes obtener muchas ideas de lo que observas a tu alrededor. Observa la naturaleza humana, su esencia.
• Arriésgate. La creatividad es crear algo de la nada y ello conlleva un riesgo. Implica hacer público lo imaginado por nuestra mente. No es algo que vaya a ser fácil para los tímidos o a los que les preocupe su reputación. Es un riesgo elevado exponerse con ideas innovadoras, pero merece la pena.
• Enfoca la vida como una oportunidad de autoexpresión. Como una forma de arte. La expresión creativa conlleva en su mayor parte autoexpresión, una expresión de los propios deseos, necesidades e ideas. Una expresión de ser únicos.
• Sigue tus pasiones verdaderas. Las personas creativas suelen seguir una motivación intrínseca, que proviene de dentro de ellos y no es dependiente de factores exteriores como el dinero o la aprobación de los demás. Motívate por cosas que desafíen tu capacidad, empuja tus límites. Aprende a obtener la motivación de la sensación de logro al aplicar tus capacidades para resolver problemas. Busca dentro de ti los motivos que puedes tener para hacer algo y no te fijes en los que están fuera de ti. Eso de por sí aumentará tu motivación intrínseca. Se el juez de tus propias acciones.
• Sal de tu mente. Explora otras formas de pensamiento diferentes a la tuya, tantea otras perspectivas. Mantén distancia psicológica hacia el problema (como si le pasara a otro o intenta pensar qué pensaría otra persona en esa situación).
• Pierde la noción del tiempo. Entra en un estado de “flow”. Estar “en la zona”, perder noción del tiempo mientras uno está inmerso en una actividad, permite al cerebro abarcar esa actividad de una manera más profunda sin dejar entrar otros estados irrelevantes. Es un estado de concentración óptimo y que no requiere esfuerzo. Entramos en este estado al realizar tareas que nos gustan y que requieren cierto nivel de concentración (pero no muy muy excesivo). Para conseguir este estado se tiene que tener un mínimo de habilidad en la tarea a realizar de lo contrario la dificultad impedirá entrar en el “flow” o la “onda”.
• Rodéate de belleza. La sensibilidad a la belleza se asocia con la creatividad. Elige objetos que estimulen la tuya.
• Conecta los puntos. Ve las posibilidades donde otros no las ven. Desarrolla la capacidad para conectar los puntos cuando otros nunca lo creen posible. Creatividad es conectar cosas creando nuevas.
• Remueve las cosas. Evita lo monótono y mundano. Busca diversidad de experiencias.
• Saca tiempo para practicar mindfullness. Fomenta la claridad y la concentración en tu mente utilizando por ejemplo estas técnicas. La meditación puede potenciar el poder de tu mente e inducir un estado muy beneficioso que propicia la creatividad, combatiendo otros estados como la ansiedad o la ira que lo bloquean. El mindfulness mejora la memoria, la concentración, mejora el estado emocional, reduce el estrés y fomenta la claridad emocional, ¡así es mucho más fácil dar la bienvenida a las ideas creativas!

Estas 18 cosas son las que hacen los sujetos creativos, si las haces, ¡enhorabuena! Probablemente eres una persona muy creativa, si no es así, no dudes en ir implementándolas, tu mente irá abriéndose progresivamente a la nueva experiencia, está claro que si no es tu forma de ser igual no vas a acabar haciéndolo todo, como les es natural a los más creativos, pero quien sabe, quizás abriéndote a una par de los consejos consigas una visión nueva que permita fluyan ideas innovadoras por tu mente. La mente es como una caja llena de sorpresas, ¡pero a veces hace falta la llave correcta para abrirla!

¿Qué cosas pueden bloquear la creatividad?

Por lo general la baja confianza en uno mismo, la poca motivación, el enfoque superficial de los objetivos o la excesiva especialización en un área se consideran enemigos de la creatividad. Así mismo lo serían un racionalismo extremo, una baja capacidad de escucha, un espíritu poco crítico u observador, la monotonía, el miedo a lo desconocido y los prejuicios.

Fuente: Creatividad con arte, Significados, Huffingtonpost,

Imagen: Flickr.