La esperanza de vida promedia hoy en día es de 78.5 años, pero no todos vivimos exactamente eso, esto se debe a las diferencias individuales. Estas diferencias parten en parte de la genética y en parte del ambiente, más concretamente y como consecuencia de la interacción entre ambos hoy hablaremos de la personalidad. La personalidad se entiende coloquialmente como la forma de ser de cada uno. Es bien sabido que modificando ciertos hábitos como el ejercicio, la dieta, etc… podemos alargar nuestra esperanza de vida, pues bien, ahora se sabe que la forma de ser de cada uno también influye, para bien y para mal, pero también sabemos que la forma de ser no es completamente amovible y es en cierta manera modificable.

¿Qué es la personalidad?

Desde un punto de vista más científico la personalidad se entiende como el constructo psicológico que define los patrones de actitudes, pensamientos, sentimientos y repertorio conductual de una persona con cierta persistencia y estabilidad a lo largo de su vida. De modo que poseemos de cierta predictibilidad en diferentes situaciones según esas características. Es importante fijarnos en el hecho de que nos habla de que es estable pero no dice permanente ni inmodificable, luego podemos aplicarnos el cuento e ir modificando ligeramente esos rasgos que no nos gusten, tal vez no desaparezcan pues de todas formas son parte de quienes somos y uno nunca debe sentir desagrado hacia quien se es pero bueno siempre hay algún rasgo que nos crea problemillas y que podemos limar.

Hay que pensar que si uno es feliz siendo por ejemplo cabezota pues muy bien porque esa felicidad es la importante y no de donde venga, así que tampoco estoy diciendo que intentemos ser quien no somos.

¿Cuáles son los rasgos asociados a la longevidad?

Los estudios han encontrado seis rasgos en concreto:

1. La facilidad para reír → El tener una actitud positiva hacia la vida se asocia con mayor longevidad. Concretamente este estudio se publicó en la revista “Aging” y fue llevado a cabo por investigadores del Albert Einstein College of Medicine. ¡Así que a reírse de los problemas!, la risoterapia es una buena forma de entrenar esta habilidad (entre otros de sus beneficios).
2. Ser feliz → Un estudio publicado en la revista “proceedings of the National Academy of Sciences” encontró que la gente que manifestaba ser feliz presentaba un 35% menos de probabilidad de fallecer a los 5 años. El efecto se mantiene incluso en las personas con enfermedades crónicas. Así que ya sabes, si estás haciendo algo que no te hace feliz plantéate si realmente te vale la pena.
3. Ser optimista → El mismo estudio antes mencionado de la revista “Aging” encontró que el ser optimista puede añadir años más a tu vida. Uno puede elegir fijarse siempre en lo negativo o centrarse en lo positivo, la realidad es la que es, pero sin duda ver el vaso medio lleno nos conviene mucho más. No podemos cambiar algunas cosas que nos van a ocurrir pero si como nos enfrentamos a ellas.
4. Ser concienzudo → Las personas que son persistentes, ahorradoras, orientadas a los detalles y responsables viven más años. Así lo publicó Howard S. Friedman junto con Leslie R. Martin en su libro “The longevity project” publicado en 2012 y basado en la investigación sobre el tema realizada en los últimos 80 años sobre longevidad. Las personas prudentes tienen más probabilidad de cuidar mejor de sí mismos y evitar riesgos innecesarios, así mismo es más probable que desarrollen relaciones más sanas con los demás. Aunque aún no se sabe muy bien como, se cree que este rasgo de personalidad está asociado a una predisposición biológica a determinados niveles fisiológicos de neurotransmisores, como por ejemplo la serotonina en el cerebro. Lógico dado que la serotonina se asocia a su rasgo opuesto, la impulsividad. Esto puede ser un parecer un rollo, tener que ser responsable, concienzudo, etc… pero si nos ofrece unos años más de vida debemos plantearnos que vale la pena.
5. Ser extrovertido → (junto con un bajo neuroticismo) se asocia a mejores relaciones sociales y un mejor cuidado de uno mismo. Así mismo se piensa que ayuda a afrontar mejor los problemas que puedan surgir en esas relaciones y la ansiedad que derive de las mismas será menor. Así fue publicado en la revista “American Geriatrics Society” en 2009. Así que este 2014 plantéate ser más abierto a los demás.
6. Estar socialmente conectado → Aporta beneficios tanto psicológicos como físicos. La revista “PloS Medicine” encontró que unas relaciones sociales fuertes pueden incrementar las probabilidades de supervivencia hasta en un 50%. Además las redes sociales nos ofrecen apoyo y amplían nuestros recursos para enfrentarnos ante los problemas. Así que ¡a conocer gente!

No tengo claro que realmente podamos llamar rasgo a los seis, pero está claro que es la forma más fácil de llamarlos. De cualquier forma todos conllevan una cierta actitud positiva que realmente no es fácil tener pero es entrenable. Muchos de ellos no solo actúan alargando la esperanza de vida sino que son factores protectores para el desarrollo de trastornos más específicos (Depresión por ejemplo) que a su vez inciden sobre la esperanza de vida.

Esto no quiere decir que luego una persona muy cascarrabias no vaya a llegar a los 100 años o que alguien muy optimista no se pueda morir antes, siempre cuando hablamos de estudios en personalidad hablamos a nivel general, luego hay diferencias individuales y siempre está la excepción que confirma la regla. Pero bueno que no perdemos nada en intentarlo. Sin duda creo que sería un buen propósito de año nuevo el plantearnos una actitud más positiva ante la vida, sobre todo en los tiempos te corren. Al fin y al cabo y aunque no lo creamos las actitudes que tenemos y nuestra personalidad pueden influir incluso en nuestro sistema inmune y en el desarrollo de enfermedades.

Hay un dicho que dice “feliz es el que quiere serlo” y en parte es cierto, ser feliz no siempre es algo que dependa de fuera (del dinero, del trabajo, de los demás), muchas veces es algo que viene de dentro de la persona. Es difícil pero feliz de verdad es aquel que es feliz a pesar de la dificultad.

Fuente: Huffington Post, Feel guide.

Imagen: Flickr.