Todos conocemos los innumerables efectos saludables del ejercicio físico, lo que quizás no queda tan claro es qué los provoca. Por ello hoy vamos a hablar de tres cambios internos que ocurren en nuestro organismo al practicar ejercicio físico.

1. Epigenética:

Cuando hablamos de epigenética nos referimos a los fenómenos que no afectan a la propia secuencia de ADN de los genes, pero que sí afectan su expresión. Es decir, haciendo un símil con la moda, podríamos suponer que los factores epigenéticos son como la ropa o vestidos. El ADN puede vestirse con una lencería muy fina y transparente que hace que al ir prácticamente desnudo puede expresarse sin problemas o, en cambio, el ADN puede que se vea embutido en una gabardina enorme que le imposibilita su expresión.

Pues bien, según un estudio publicado recientemente en PLoS Genetics, el ejercicio físico es capaz de cambiar la expresión de un total de 39 genes implicados en la obesidad y la diabetes tipo 2. La investigación ha sido llevada a cabo en sujetos mayores de 35 años con problemas de sobrepeso y que nunca habían realizado actividad física con asiduidad. Los investigadores han hallado que tras la adhesión constante a 6 meses de ejercicio físico aeróbico se producían cambios moleculares que afectaban a la metilación de una gran cantidad de genes. Lo que a efectos prácticos se traducía en un descenso del volumen de grasa almacenada así como en una reducción del riesgo de padecer enfermedades como la diabetes tipo 2.

2.Estrés y ansiedad:

Además de los cambios epigenéticos comentados, el ejercicio físico también es capaz de conseguir que, ante situaciones de estrés, la respuesta de las neuronas se reduzca, lo que facilita que mantengamos mejor la calma. Además, también se ha comprobado que tras solo seis semanas de ejercicio regular, aumenta el número de nuevas neuronas en el hipocampo, una región cerebral que entre otras cosas ayuda a controlar la ansiedad.

3. Autocontrol:

Según un trabajo publicado hace poco en la revista British Journal of Sports Medicine, realizar ejercicio físico de forma moderada a intensa, es capaz de aumentae el autocontrol debido a un incremento del flujo sanguíneo y por tanto de oxígeno y nutrientes que llega a la región del cerebro responsable de la toma de decisiones y de la voluntad: la corteza prefrontal.

Fuentes| Muy Interesante / Epigenética.org
Imagen| Most Motivational