Muchas veces asociamos la autodisciplina o el autocontrol a un menor nivel de felicidad, solo por el simple hecho de que tener mucho control sobre las emociones de uno mismo implica rechazar muchas situaciones y deseos que, teniendo otra personalidad diferente, no se rechazarían, ¿verdad? Pues resulta que según una reciente investigación el asunto es totalmente al revés, pues las personas con mayor autocontrol son más felices que las que sucumben a las tentaciones sin pensarselo dos veces.

El estudio, publicado en el Journal of Personality, ha conseguido demostrar que el autocontrol no solo es privarse de ciertos deseos, sino de saber gestionar mejor los conflictos y cumplir mejor los objetivos, ya que la gente más disciplinada suelen tener mejor control sobre sus tareas. Y justamente por todo esto los científicos intentaron demostrar si tanto control sobre uno mismo acabaría con una mayor tristeza, pero justamente fue todo lo contrario.

Para ello, se llevaron a cabo una serie de pruebas con 414 participantes de mediana edad y gran autocontrol, a los que se preguntó sobre su satisfacción general con su vida, tanto en el presente como en el pasado; por otra parte se preguntó a una serie de voluntarios al azar a sobre su estado de ánimo y como sus deseos y tentaciones podrían interferir finalmente en su felicidad. Finalmente, los investigadores encontraron una fuerte relación entre un mayor nivel de autocontrol con una mayor satisfacción en la vida.

Además, durante el estudio también se reveló que un mayor control y disciplina de uno mismo también mejora el humor, algo que podría estar ligado a la resistencia a las tentaciones, ya que controlando situaciones así las personas disciplinadas se exponen a un menor número de riesgos que puedan acarrear sus deseos (el tema de “pensar las cosas dos veces” como os he comentado antes).

“Las personas con mayor autocontrol hacen una serie de cosas que les trae felicidad, como evitar deseos problemáticos o conflictos” según Kathleen Vohs, coautora del estudio y profesora de Marketing en la Universidad de Minnesota.

Finalmente, en la última etapa del estudio se investigó si el autocontrol afecta a la forma de manejar las situaciones que plantean un conflicto entre si. Es decir, el efecto que tiene la autodisciplina a la hora de elegir entre virtudes o vicios, como el placer de comer un dulce respecto al miedo a aumentar de peso por comer dicho alimento. Así que se pidió la opinión de 230 participantes sobre este tipo de conflictos y su solución ante ellos.

Resultó que los participantes con mayor autocontrol evitaban este tipo de situaciones donde pudiera producirse un “conflicto de intereses”, y por tanto tenían menos momentos en los que elegir entre el placer o la culpabilidad por hacer algo. Por tanto, experimentaban un menor número de emociones negativas respecto a los individuos con menor autocontrol.

Vía | TIME.