Para sorpresa de todos, un fármaco utilizado para luchar contra la osteoporosis se acaba de convertir en una perfecta alternativa contra el cáncer de mama. Se trata del bazedoxifeno, que en el hueso imita la acción de los estrógenos evitando así la destrucción del tejido óseo. Gracias a un estudio realizado por el Instituto del Cáncer del Centro Médico de la Universidad de Duke, en Durham (Estados Unidos), se ha comprobado que este fármaco también es capaz de detener el crecimiento de las células cancerosas de mama, incluso en aquellos resistentes a las terapias actuales, lo cual ha supuesto todo una novedad.

En el cáncer de mama estrógeno-dependiente, los estrógenos alimentan a las células cancerosas. El bazedoxifeno, al igual que el tamoxifeno, evita la acción de los estrógenos en el cáncer de mama dependiente de estrógenos. Pero, para asombro de los investigadores, también es capaz de destruir los receptores estrogénicos. No existía ningún fármaco actual contra el cáncer de mama que dispusiera de esta propiedad.

“Descubrimos que bazedoxifeno se une al receptor de estrógeno e interfiere con su actividad, pero lo sorprendente entonces fue que también degrada el receptor y se deshace de él”, afirmó el autor principal, Donald McDonnell, director del Departamento de Farmacología y Biología del Cáncer de Duke.

Esta propiedad es muy importante debido a que impide el desarrollo de resistencias en estos tumores. Es por ello que el fármaco es capaz de actuar cuando el cáncer de mama se vuelve resistente al tamoxifeno (antiestrógeno) o a los inhibidores de la aromatasa (enzima que promueve la síntesis de estrógenos), siendo ambos el pilar central de la terapia actual del cáncer de mama con dependencia estrogénica. Esto ha echado por tierra la creencia generalizada de que una vez desarrollada la resistencia a tamoxifeno, ningún fármaco dirigido a estos receptores sería eficaz.

“Hemos descubierto que el receptor de estrógeno sigue siendo un buen objetivo, incluso después de que se haya desarrollado resistencia al tamoxifeno”, comentó McDonnell.

Actualmente, cuando el cáncer de mama desarrolla este tipo de resistencia, la alternativa que se aplica era una quimioterapia mucho más agresiva, más tóxica, y con peor eficacia. Gracias a este estudio, posiblemente se utilizará bazedoxifeno en los tumores resistentes siendo una mejor opción, incluyéndose así en la batería de fármacos que se utilizan contra el cáncer de mama.

Conclusiones

Bazedoxifeno presenta, por tanto, una acción paradójica: mientras que en el hueso imita la acción de los estrógenos, hormonas que su déficit producen osteoporosis, en el cáncer de mama bloquea la acción de estas hormonas e incluso es capaz de destruir los receptores en los que actúan los estrógenos.

Un punto a tener muy en cuenta del bazedoxifeno es que ha pasado con buenos resultados estudios de seguridad y eficacia puesto que ha sido utilizado en la osteoporosis. El único efecto secundario que se ha encontrado con más frecuencia son los sofocos, que no suponen ningún tipo de problema relevante.

Por todo esto, es posible que en breve se empiece a comercializar como terapia contra el cáncer de mama avanzado resistente a otras opciones de tratamiento, lo que puede suponer un gran avance cuando estos tumores se vuelven resistentes ya que, actualmente, no se disponen de buenas alternativas ante este tipo de complicaciones.

Fuente: Europa Press