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Palabras que no han cambiado desde la Edad de Hielo

10 mayo, 2013 09:02

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Cada palabra que usamos tiene una larga historia detrás. Existen palabras de origen reciente como Internet, y otras que aunque nos parezcan simples han sufrido una larga evolución hasta llegar a lo que hoy son. Por ejemplo, en inglés baño se dice toilet, palabra que surge en 1530 para referirse a una bolsa llena de ropa (viene de la palabra toil, lona en francés) sin embargo, posteriormente se usaba para referirse a una habitación pequeña en la que poder vestirse. Cuando se crearon los primeros inodoros operativos se situaron en habitaciones pequeñas que tenían incluido un espacio para cambiarse, al que se llamó toilet, y en la actualidad se llama toilet al baño en sí.

Casi todas las palabras de cualquier idioma han sufrido un proceso similar, siendo originalmente el nombre de diferentes objetos a los actuales, y cambiando de definición con el tiempo al asociarlo a otro objeto diferente. En cualquier diccionario etimológico puedes consultar las raíces y evoluciones de cualquier palabra.

Hay otras palabras sin una raíz etimológica reciente como en el caso de “toilet”, pero con una característica muy especial: la forma de decirla es muy parecida en la mayoría de idiomas. Un ejemplo es la palabra madre, en inglés es mother, en francés es mère, en ruso es мать y así sucesivamente con casi todos los idiomas del continente Euroasiático. A este tipo de palabras los lingüistas las llaman palabras ultraconservadas, y se cree que deben formar parte de una lengua antigua e universal. Esta teoría defiende que a medida que se iban diferenciando los siguientes idiomas han ido evolucionando los sonidos de la palabra hasta crear palabras independientes y con un parecido fonético leve.

No se sabe si existió una lengua universal de la que provienen la mayoría de los idiomas actuales, pero estas palabras superconservadas pueden dar una base para investigarlo. Para esto existe el Proyecto Torre de Babel, una base de datos que trata de reunir información sobre todos los idiomas del mundo. En esta base de datos no hay palabras sino “protopalabras”, las raíces más primitivas del idioma. Para generar nuevas palabras solemos usar combinaciones de protopalabras (pensemos en aeropuerto, formado por aero y por puerto). Si conseguimos reunir las piezas fundamentales de todos los idiomas y buscar cosas en común, podremos determinar si existe un origen común y deducir como debía ser esta lengua madre.

Recientemente un equipo de científicos liderado por Mark Pagel de la Universidad de Reading en Inglaterra ha realizado un análisis de los datos obtenidos en la base de datos Torre de Babel. Sabiendo con exactitud la evolución reciente del lenguaje es posible calcular a qué velocidad cambia nuestro lenguaje. Se sabe que una palabra tiene una vida media de 2000-4000 años hasta verse reemplazada por una palabra completamente distinta. En cambio los pronombres, los adverbios y los números tienen una duración más larga y permanecen sin ser sustituidos 10000 o 20000 años. Hablamos de sustitución completa de una raíz y su desaparición, no de esas pequeñas variaciones fonéticas que observamos en madre y mother (para la base de datos estas dos palabras son idénticas).

Un hecho más interesante es la búsqueda de nuevas palabras superconservadas. La dificultad técnica es evitar agrupar palabras cuyo sonido se parezca pero tengan orígenes completamente diferentes (como por ejemplo banco y canto). Pagel decidió hacer las agrupaciones igualmente y comprobó un extraño fenómeno: las palabras superconservadas que descubrían coincidían con las palabras más usadas en todos sus idiomas. Alguna de estas palabras son fuego, hombre o través. Esto indica que una palabra permanece más estable a lo largo del tiempo siempre y cuando se use mucho (si se usa poco la palabra de verá sustituida más fácilmente).

Pero el grupo de Pagel decidió retroceder aún más. Mediante modelos estadísticos es posible tratar de usar estas palabras superconservadas, constantes a lo largo del tiempo, como pequeños faros que permitan rastrear un idioma a lo largo de la historia. Al realizarlo pudieron averiguar alrededor de que año habría surgido la lengua madre universal. Los resultados indican que los hijos llamaban a su madre madre desde hace 15000 años, la época en la que el ser humano vivía en la Edad de hielo.

Este es un aviso para los viajeros del tiempo: da igual a que época y lugar viajéis de la historia de la humanidad. Sea donde sea, siempre podréis llamar a un padre padre y a una madre madre. Ellos ya se enterarán.

Fuente | LiveScience, PNAS