Internet ha cambiado muchas cosas. Ha cambiado nuestra forma de comunicarnos, de estar informados y de relacionarnos. Entrar en cada uno de los cambios que ha supuesto nos llevaría toda la vida, y seguramente no podríamos abarcarlo todo. Pero como por algún lado hay que empezar, hoy lo hago desde el marketing y la publicidad.

Desde que Internet se ha transformado en la mayor forma de vender productos y anunciarse, las cosas han cambiado mucho para el marketing y la publicidad, que hoy en día son ramas completamente diferenciadas en muchos de sus aspectos.

Cuando hablamos de anuncios de televisión entramos en otra ramificación más, en la que un sector defiende ciertas teorías que aseguran que hay que dar un cambio completo en este tipo de publicidad y olvidar todo lo aprendido en los anuncios de televisión de toda la vida.

No nos engañemos, la publicidad es una forma de mentir. O al menos de omitir los detalles que no queremos que se cuenten. ¿Y por qué seguir así en Internet? El mundo online ofrece mucha más libertad y espacio para ello, y la gente agradece que les cuenten las cosas como son. ¿Qué es lo curioso? Que funciona, y muy bien.

Fijaos en este curioso anuncio de McDonalds en el que comparan las hamburguesas de un restaurante con las fotografiadas en estudio hechas por ellos:

Se han lanzado a agarrar el toro por los cuernos y plantear sin tapujos una de las mayores críticas que se pone a esta cadena, la desmesurada diferencia entre lo real y lo que venden en sus catálogos.

La estrategia aquí es mentir diciendo que están mintiendo. McDonalds no se corta un pelo afirmando que sus hamburguesas están trucadas, que te mienten a la cara. Además en el vídeo ponen pocas excusas. Sí que dicen que se hace para que veas claramente los ingredientes, pero se aprovechan de una teoría que funciona muy bien en Internet, “si te digo lo que estoy haciendo mal, deja de ser malo”.

La sinceridad en Internet funciona muy bien, pero cuando se une al marketing y la publicidad se cierra un círculo simétrico en el que no sabemos dónde estamos, si en la parte real o en la ilusión, que es de donde toda esta historia saca provecho para hacernos creer que son buena gente que nos está haciendo un favor siendo sinceros.