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El simple sabor de la cerveza excita al cerebro de los hombres

17 abril, 2013 08:59

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Aunque aún no conozco a nadie a quién le haya gustado la cerveza el primer día en que la probó, parece ser que su simple sabor es suficiente para provocar la liberación de dopamina en el cerebro, al menos en el cerebro masculino, según una reciente investigación. Es decir, no hace falta llegar a la “intoxicación alcohólica” (circulación del alcohol en sangre, con sus correspondientes consecuencias), sino que con el sabor es suficiente, y el mismo aumenta el propio deseo de beber.

Para demostrar esto se realizó un estudio en la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana, publicado en la revista Neuropsichopharmacology, con 49 hombres. Con dichos voluntarios se demostró esta liberación de dopamina, el neurotransmisor responsable del circuito de recompensa del cerebro. Además, para rizar el rizo, el efecto del gusto de la cerveza era mayor en personas con un historial familiar de alcoholismo respecto a aquellos que no tenían tal historial.

Durante el estudio se realizó un escáner a los voluntarios mientras se les rociaba la boca con pequeñas cantidades de distintos tipos de bebidas, como agua, bebidas energéticas o cerveza, en cantidades de 15 mililítros (ml) en un período de 15 minutos. Esto vendría a ser como repartir un vaso de cerveza entre 38 personas, es decir, que el alcohol de esta bebida no podría tener efectos en el cuerpo.

Según los resultados, el cerebro liberaba más dopamina tras la cerveza, y por si fuera poco los hombres eran más propensos a aumentar sus deseos de tomar dicha bebida alcohólica.

Así lo explica el profesor David Kareken, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana:

“Creemos que éste es el primer experimento en seres humanos que demuestra que el gusto de una bebida alcohólica, sin su efecto intoxicante, puede estimular la actividad de la dopamina en los centros de recompensa del cerebro”

Finalmente, hay efectos “sorprendentes” y otros que no lo son tanto. Respecto a estos últimos, ya existían estudios en animales sobre el posible efecto liberador de dopamina en animales, por tanto era probable encontrarlo también en humanos.

Pero, por su parte, si que hubo cierta sorpresa al encontrar un “efecto familiar”, es decir, que aquellos individuos con historial familiar de alcoholismo eran más propensos a la liberación de dopamina respecto a los demás voluntarios.

“Este ensayo demuestra que el gusto sólo tiene un impacto en las funciones del cerebro asociadas con el deseo. No es sorprendente que, si el gusto aumenta el deseo, debe tener un impacto en el cerebro”

Cabe recordar que existen muchos efectos que desencadenan la liberación de dopamina. No es necesario usar drogas de ningún tipo, sino que simplemente con sonidos (como la música) o efectos táctiles, como las caricias, también provocan el efecto de este neurotransmisor. No lo olvidéis.

Vía | BBC.