Omicrono

Omicrono

Tecnología

Google Glass y el mito de la múltitarea

30 marzo, 2013 21:07

Noticias relacionadas

Intuyo que tod@s conoceréis Google Glass, el gadget de Google que pretende revolucionar nuestra vida tal y como la conocemos. Aunque parezca futurista, ya está aquí, y lo que intenta es llevar la multitarea a su punto máximo a partir de una pequeña pantalla en nuestros ojos que incluirá GPS, pronóstico meteorológico, puntuaciones de los partidos de fútbol, restaurantes cercanos y un largo etcétera (imaginamos que la integración con Google Now será bestial).

Y, en lo que más se esfuerza por remarcar Google, es que sus Google Glass, es esa multitarea. Pero, ¿realmente es posible la múltitarea que nos vende la gran G? Según la psicología cognitiva, la respuesta es NO.

Es evidente que todos los gadgets que van saliendo al mercado intentan llevarnos a ese nivel de múltitarea, a que seamos productivos y podamos realizar varias acciones a la vez sin preocupaciones (por ejemplo, la conexión Bluetooth con el smartphone a la hora de conducir y poder mirar el GPS, o poder hablar en manos libres). Google Glass lleva esta situación a otro nivel, pues inserta su pequeña pantalla en nuestro campo visual pero sin molestarnos para poder ver perfectamente por la calle si vamos caminando. Nos ayuda y no nos molesta, perfecto, ¿no?

Pues según múltiples estudios, nuestro cerebro no está hecho para eso, por mucho que queramos soñar. Nuestro querido órgano pensante está diseñado para procesar solo un tipo de pensamiento de forma simultanea. Estamos limitados por evolución, y si intentamos procesar varias piezas de información a la vez, será una catástrofe.

Es decir, para procesar un tipo de información, tenemos unos recursos cerebrales limitados a esa información, pero si intentamos procesar dos, deberemos dividir los recursos y por tanto ambos procesamientos flaquearan y no dedicaremos la atención necesaria a ninguno de los dos (de ahí la frase de “no se pueden hacer dos cosas a la vez”, pues la tecnología tampoco puede, no hace milagros).

De todas formas, si intentamos llevar a cabo esta situación de realizar dos tareas a la vez, lo único que conseguiremos es sacrificar tiempo, calidad o rendimiento en cada una de las tareas. En otras palabras, si estamos leyendo un e-mail con Google Glass y estamos cocinando a la vez, alguna de las dos tareas tendrá que ceder. O leeremos los correos de forma lenta para no acabar quemando la cocina, o al revés, tendremos que ir con cuidado al cocinar y no ocasionar un desastre para poder leer bien lo que tenemos delante. Y ya no hablemos de conducir mientras llevamos las Google Glass, porque las distracciones al volante pueden ser peores todavía.

Así que, como veis, por muchas quejas que tuvieran los smartphone en su día con la cacareada múltitarea, a nivel cotidiano, esta no es real. Nuestro cerebro no puede llevar a cabo dos procesos a la vez conservando la calidad. O uno o lo otro, pero no los dos.

Vía | Scientific American.