Pero a veces estas funciones tienen un reverso peligroso si no nos preocupamos de configurar adecuadamente dicha función. Pasa igual que con las cámaras IP, que si no se configuran adecuadamente pueden estar abiertas de par en par para cualquiera que pase por ahí. Pues con las impresoras más o menos igual, sobre todo con el peligro añadido de que a Google no se le escapa una y rápidamente lo indexa todo.

Tanto es así que Google ha indexado ya la friolera de aproximadamente 86000 impresoras. Una cantidad realmente impresionante de dispositivos que están conectados y disponibles para todo el mundo, probablemente sin que sus dueños sean conscientes de ello. Teniendo en cuenta la cantidad de medios que ya se han hecho eco de la noticia, posiblemente encuentren algún que otro “regalo” impreso sin saber muy bien por qué.

Está claro que las funciones que conllevan una conexión a Internet son fantásticas, cómodas y ofrecen muchas ventajas. Pero nunca, nunca deberíamos usarlas sin haber revisado y personalizado sus configuraciones. Si tienes una impresora conectada a Internet y no entiendes por qué no paran de llegarte impresiones de culos, quizá es que Google ya la ha encontrado.

Via Gizmodo