Hace unos cuantos años unos científicos e ingenieros de la NASA visitaron Madrid. La cita fue en el Planetario de Madrid, y pudimos disfrutar de una ronda de preguntas tras la cual nos hablaron sobre su próximo proyecto, un vehículo que buscaría evidencias de la vida en un pasado en Marte. Se trataba del Curiosity, y nuestra pregunta fue más orientada hacia el principio del viaje que lo llevaría al planeta vecino.

¿Es posible que una nave choque con un pedazo de chatarra espacial al salir de nuestro planeta? Hemos visto lo que ocurre cuando una pequeñísima sección del escudo térmico de un transbordador falla, el choque contra cualquier satélite sería catastrófico. Tras una argumentación estadística y bastantes datos, la científica concluyó que eso es prácticamente imposible, pero podría ocurrir. Vamos con algunos datos interesantes sobre el tema.

Según los datos publicados recientemente por Online Satellite Calculations, existen alrededor de 13.000 satélites que orbitan el planeta Tierra. Sin embargo, no debemos tomar este dato al pie de la letra, ya que sólo funcionan 3500. Esto quiere decir que el resto es basura espacial. Además, también debemos saber que, antes de eso, otros 20.000 objetos fueron calificados como inservibles.

Podríamos decir que la basura espacial son objetos que se encuentran alrededor de la Tierra y que, aunque no tienen ninguna utilidad, siguen orbitando nuestro planeta. Esto significa que podrían llegar a resultar peligrosos para las futuras misiones que se realicen en el espacio, porque podrían chocar con las naves que salen de la superficie terrestre.

Sin embargo, la solución está más próxima de lo que parece. Actualmente hay un proyecto que se encuentra en preparación, y gracias al cual se podría llegar a duplicar o triplicar la vida útil de este tipo de objetos. La idea es la de establecer talleres espaciales en los que se encargarían de reciclar los elementos y darles un nuevo funcionamiento.

La basura espacial es uno de los temas pendientes, el cual ha tomado especial importancia durante los últimos años, ya que la cantidad de este tipo de objetos ha aumentado especialmente. Su existencia supone una amenaza para las futuras misiones tripuladas al espacio, lo que hace que se deban retirar estos objetos lo antes posible o, al menos, darles un nuevo uso.

Por el momento desconocemos si el proyecto que se está preparando para reparar estos satélites dará sus frutos, aunque no deja de ser una muy buena idea que podría solucionar uno de los problemas más populares de los últimos meses.

Vía | Microsiervos y Wikipedia