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¿Como afecta el estrés a nuestro cerebro?

18 octubre, 2012 09:13

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Cuando decimos “estrés”, nos vienen a la cabeza situaciones como largas jornadas de trabajo, agobio por exámenes o reuniones, un elevado número de eventos justo en el mismo día de la semana… Pero, a nivel celular, el estrés suele significar “daño” o incluso “muerte”, ya que se liberan determinadas sustancias (óxidos) que acaban provocando graves daños a su superficie.

Concretamente, según unos estudios presentados por en la reunión de la Sociedad para la Neurociencia en Nueva Orleans la pasada semana, el estrés, independientemente de cual sea su causa, altera los circuitos cerebrales de forma que, a largo plazo, puede tener un gran efecto sobre la salud mental. Si, la cosa es preocupante.

Una investigación realizada por Dipesh Chaudhury, de la Mount Sinai School of Medicine de Nueva York, afirma que las situaciones traumáticas parecen provocar depresión por un descarrilamiento del cerebro, específicamente del conocidísimo sistema de recompensa (del que tanto hemos hablado en MedCiencia, ese sistema cerebral ligado a las adicciones). Como ya sabéis, este sistema es el responsable de producir placer en el organismo cuando le damos una “recompensa”, como disfrutar de una cena, ir al cine, o ya los casos extremos como las adicciones a drogas, al juego, o a lo que se os ocurra.

El problema esta en que, al sufrir un estrés importante (como el que sufren los soldados de guerra, o el sufrido por cualquier persona delante de eventos traumáticos como asesinatos, atentados terroristas, etc), este circuito deja de funcionar como debe, deja de producir placer.

La parte buena es que, según Chaudhury, existe un fármaco que ha tenido éxito en situaciones similares en ratas, provocando la reducción de la actividad de ciertas células del cerebro que participan en el sistema de recompensa.

Esto ayudaría, ya que durante el estrés se liberan determinadas sustancias químicas que alteran el buen funcionamiento de la corteza prefrontal (donde se sitúa el pensamiento).Estas sustancias, como el cortisol y la noradrenalina, aumentan nuestras formas de actuar reactivas, reduciendo las reflexivas, y dando lugar a la ansiedad, la depresión…

Curiosamente, uno de los fármacos de los que hablamos hace poco en MedCiencia, la ketamina, eficaz contra la depresión, podría tener la habilidad de rejuvenecer las células nerviosas dañadas por el estrés en cuestión de horas (tal y como curaba la depresión). Actualmente, ya se están probando derivados en humanos.

Así que nada, solo queda esperar. puede que los fármacos “súper rápidos” contra el estrés y la depresión estén más cerca de lo que imaginamos.

Vía: Forbes.