Gracias a los avances tecnológicos en sensores, cámaras de alta definición y otro gran número de tecnologías, sumado al bajo coste de construcción de estos aparatos han hecho que una compañía californiana esté apostando por construir lo que ya se ha pasado a denominar como la siguiente generación de aeronaves. “Nadie ha probado a hacer lo que nosotros estamos haciendo aquí”, dice Igor Pasternak que es ejecutivo en Worldwide Aeros Corporation. “Esto va a revolucionar la tecnología aeronáutica.”

Lo cierto es que las funciones de estos nuevos zepelines son variadas y para todos los espectros, aunque como es costumbre en Estados Unidos, el tema militar es el más utilizado y principal fuente de ingresos. Vigilancia, publicidad y transporte son algunas de las funciones más populares para estos vehículos que comparten muchas cosas en común con los zepelines pero que no lo son al 100%.

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El interés por parte del Pentagono de disponer vehículos no tripulados hacen de estos zepelines una alternativa bastante interesante a los actuales drones que son utilizados para misiones en Afganistan, en las que vigilan o bombardean objetivos.

Esta nueva generación de zepelines están fabricados en una estructura de fibra de carbono y aluminio y no requieren de una pista larga para poder despegar o aterrizar. Los motores de los que dispone y un completo sistema de flotabilidad permiten que el aparato se desplace horizontal y verticalmente sin ningún tipo de problema.

Pero quizá lo más interesante de este tipo de vehículos sea precisamente eso, la capacidad de desplazarse y aterrizar casi en cualquier lugar sin mucho problema. Lo que lo hace ideal para el transporte a lugares de difícil acceso o ante catastrofes, por ejemplo. Un sentido algo distinto y más positivo para el uso civil de estas aeronaves. Aunque todavía queda mucho por ver, ya que con una importante inversión por parte del Pentágono y de la NASA podemos pensar en muchos más usos y posibilidades de estos nuevos zepelines. Quien lo iba a decir.

Via Los Angeles Times