El brillante Stephen Hawking nos ha dejado mucho con su paso por el mundo. La radiación de Hawking, su contribución al debate científico, o sus esfuerzos por llevar la ciencia y el espacio a todos los públicos. Pero quizás su mayor regalo a los que están pasando por su misma situación fue el acceso a la tecnología tal y como la conocemos.

No fue su famosa ELA lo que acabó con la voz del profesor Hawking. Fue una traqueotomía que se le practicó cuando padeció neumonía. Desde entonces ha necesitado la ayuda de ordenadores para poder comunicarse. Pero el equipo con el que lo hacía era demasiado antiguo. Algo que, además de incómodo, suponía que podía dejar de funcionar en cualquier momento.

Así se diseñó la interfaz de voz de Stephen Hawking

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Cuando Hawking acudió a Intel en 2011 para pedirles ayuda, el director tecnológico compuso un equipo de los laboratios de Intel para encontrar una solución. Y la solución a la que llegaron se llama ACAT: Assistive Context-Aware Toolkit. Después de tres años de desarrollo y muchos métodos, Intel consiguió llegar a la solución con la ayuda de SwiftKey.

ACAT es un mero sistema para controlar la interfaz, en realidad. Hawking controlaba el ordenador con el músculo de su mejilla, usando un lector infrarrojo enganchado a sus gafas. La gracia es que ACAT se puede enganchar a cualquier sistema de control, incluyendo este lector. Y es capaz de funcionar sin problemas en equipamiento actual. Se le pueden añadir nuevas funciones o actualizar según cambian las necesidades.

Quizás el reto era aún mayor cuando se conoce la principal condición: no cambiar ni un ápice la voz de Stephen Hawking. Después de varias décadas, Hawking terminó acostumbrado a que aquella fuera su voz. Incluso tiene Copyright para protegerla. Y el nuevo sistema que desarrollaba Intel debía conservarla. Es decir, no tocar el software de voz. Algo complicado cuando se trata de una voz creada en 1988.

Gracias a este nuevo sistema Hawking pudo pasar de escribir una o dos palabras por minuto a poder escribir correos enteros o incluso navegar por Internet. ACAT incluye menús contextuales para facilitar todas estas tareas. Es decir, le dio un nuevo método para interactuar con el mundo. Todo sin cambiar su característica voz.

ACAT: código abierto para ayudar a todo el mundo

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Pero lo mejor no es eso. Uno de los requisitos que impuso Stephen Hawking para su nuevo sistema es que fuese libre. Es decir, Hawking quería que esa tecnología también pudiera ayudar a otras personas con sus mismos problemas. Así que esta herramienta es de código abierto para que cualquier investigador pueda adaptarla a sus necesidades.

ACAT está disponible en este enlace, y el código fuente se puede encontrar en Github. Incluye paquetes para tratar con inglés, francés, portugués, y español. Y se puede configurar para funcionar con cualquier otro método de control. De esta forma sólo es necesario reconfigurar la herramienta para adaptarla a un nuevo usuario. Incluso la propia Lama Nachman ofrece su contacto para ayudar a configurar la interfaz.