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Steve Jobs estuvo a punto de incluir el botón de retroceso en el iPhone

Steve Jobs estuvo a punto de incluir un botón de retroceso en el iPhone. Por suerte (o por desgracia), un diseñador lo impidió.

20 junio, 2017 11:23

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Steve Jobs quería incluir un botón extra en el iPhone, pero uno de el Director de diseño de la compañía lo impidió.

Uno de los elementos más icónicos del iPhone, sin contar con el propio Steve Jobs, por supuesto, es el botón delantero, que a día de hoy se conoce como Touch ID y que además de servir como botón, hace las veces de sensor de huella para desbloquear el teléfono o para autorizar ciertas funciones.

Sin embargo, estuvo a punto de contar con un compañero. Sí, hablamos del famoso botón de retroceso que muchas personas han echado en falta el iOS (sobre todo los que están acostumbrados a usar Android).

Parece ser que Steve Jobs era característico por saber lo que quería y por insistir a los diseñadores que lo quería. Lo cuenta Brian Merchant en su nuevo libro, un editor que ha escrito sobre los inicios del iPhone.

¿Un iPhone con dos botones? Casi existió

iphone original 2007

iphone original 2007

Al parecer, el iPhone, que en un principio iba a ser todo pantalla (según el propio libro), necesitaría un botón para poder se controlado. Pero Jobs no quería solo uno, sino dos. El segundo, un botón de retroceso para poder navegar entre los menús y entre las aplicaciones. Chaudhri, Director de diseño de Apple, razonó que los usuarios lo que necesitaban era confianza en el dispositivo y que sea fácil de usar.

Parte del problema con otros teléfonos fueron las características de los menús, que eran demasiado complejos. ”Un botón de retroceso podría complicar las cosas demasiado, razonó Jobs. “Gané la batalla”, contó Chaudhri.”

Uno de los argumentos de más peso de Chaudhri fue la comparación con otros teléfonos, que, a diferencia del iPhone, eran muy complicados de usar por el propio menú que incorporaban.

Por suerte –o por desgracia– la cosa quedó ahí y parece ser que Jobs nunca se emperretó más en un botón de retroceso. Como cuentan en el propio libro, Steve Jobs llegó a dudar de sus propios instintos. Había captado que sería muy complicado de usar y por lo tanto era mejor que ni siquiera existiese.

Para este, una de las primeras premisas que debería cumplir cualquier teléfono era que fuera fácil de usar por cualquier persona. Y así ha permanecido hasta ahora, cuando parece que por fin el diseño pantalla-botón va a pasar a un segundo plano, pues todos los rumores y filtraciones apuntan a que el iPhone será únicamente pantalla, como estaba predestinado en un principio.