La decisión del abogado general de la Unión Europea de catalogar a Uber como empresa de transporte. Probablemente, el mayor golpe que ha recibido Uber en toda su historia.

Uber ha sido polémica desde sus mismos inicios, por ofrecer un servicio que por aquel entonces era inaudito. Acostumbrados como estábamos a pedir taxis para ir a cualquier parte, Uber nos ofrecía la posibilidad de ir en el coche de otro, en cualquier momento y lugar.

Uber, el enemigo mortal de los taxistas

Y es por eso que desde el principio, Uber ha sido enemigo mortal de los taxistas; míralo como que los taxistas no quiere actualizarse a los nuevos tiempos, o míralo como que Uber es un invasor que se está saltando las reglas.

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Ambos puntos de vista son perfectamente válidos, y por eso no había una solución clara a este problema. Por eso se ha tenido que recurrir a la justicia en más de una ocasión; pero incluso entonces no estaba muy claro quién tiene razón.

Las leyes simplemente no están adaptadas a la nueva generación de startups que crean productos que hace diez años hubieran sido imposibles.

Qué diferencia hay entre una empresa de transporte o una startup tecnológica

Ahora el Tribunal Europeo tiene la delicada misión de decidir cómo cataloga a Uber. Si la cataloga como una startup de tecnología, podrá seguir como hasta ahora; ofreciendo la posibilidad de conectarnos con particulares para viajar en sus coches a través de su app.

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Por otra parte, podría catalogarla como una empresa de transporte. Como tal, Uber tendría que seguir otras reglas, las mismas que siguen otras compañías del sector; unas reglas además que son propias de cada país, por lo que Uber tendría que adaptarse a cada mercado.

En otras palabras, Uber quiere evitar a toda costa ser catalogada como una empresa de transporte. De hecho, podríamos decir que el único motivo por el que Uber ha llegado a donde está es porque hasta ahora ha sido una “simple app”. Eso le ha dado la libertad para enfrentarse al sector del transporte con ventaja.

El abogado general de la UE pide catalogar a Uber como empresa de transporte

Hoy el abogado general de la Unión Europea ha respondido a una petición del Tribunal Europeo; la respuesta ha sido clara: Uber es una empresa de transporte, y debería seguir las leyes de cada país al respecto.

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La lógica que ha seguido es que el principal componente de Uber, desde una perspectiva económica, es ofrecer transporte. La app, que une a pasajeros y a conductores, es un aspecto “secundario” de Uber.

La opinión del abogado general no obliga a nada al Tribunal Europeo; pero históricamente los jueces han seguido estas recomendaciones. Por lo tanto, Uber no tiene muchos motivos para el optimismo.

Con las limitaciones de una empresa de transporte, es probable que Uber podría seguir funcionando relativamente bien. Ya tiene una base de usuarios bastante grande, y si se adapta a las leyes podría seguir ofreciendo un servicio alternativo al taxi. Pero una Uber con estas limitaciones no sería la Uber que conocemos.

Uber se ha tirado demasiado tiempo jugando con fuego

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Uno podría decir que Uber se ha tirado demasiado tiempo jugando con fuego. Ha actuado en un sector muy cerrado y con reglamentaciones muy estrictas, mientras se “hacía el loco”. Estamos hablando de la misma Uber que está desarrollando coches autónomos para transportar personas por ciudades; si eso no es una empresa de transportes…

Este no es el único problema para el futuro de la compañía. Su relación con los conductores también ha tenido su propia ración de polémica. La compañía prefiere considerar a sus conductores como autónomos, para evitar las obligaciones que conllevaría considerarlos como asalariados; pero esta estrategia también ha fallado en el pasado.

La recomendación de hoy es una victoria para los taxistas, pero la hora de la verdad llegará cuando el Tribunal Europeo tome su decisión.